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La solidaridad es una magnifica virtud y es recomendable practicarla siempre dentro y fuera del país, pero lo que está haciendo el gobierno genera fundadas sospechas.

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La tele maratón organizada por el Gobierno para recaudar fondos destinados a la ayuda humanitaria a Chile y Haití (Foto ABI)



Sorprende la facilidad con que el canciller David Choquehuanca afirma que los funcionarios públicos debieran donar todo su sueldo para, supuestamente, destinarlos a los damnificados por los terremotos en Haití y en Chile. La verdad es que no acabamos de acostumbrarnos a la forma desaprensiva en que los funcionarios gubernamentales, comenzando por el presidente Evo Morales, lanzan a quemarropa sus disparatadas opiniones.

La solidaridad es una magnifica virtud humana y es recomendable practicarla siempre, pero lo que está haciendo en este momento el MAS, no puede menos que generarnos legítimas y fundadas sospechas, si tomamos en cuenta que los masistas no se caracterizan precisamente por su transparencia.

En primer lugar se sabe que los funcionarios públicos son víctimas de continuas exacciones por parte del MAS que les exige un aporte “voluntario” para sus campañas electorales. Estos aportes rigen desde el mes de septiembre del pasado año y se los viene exigiendo en forma ininterrumpida primero para las elecciones generales y luego para las elecciones para gobernadores y alcaldes del próximo 4 de abril.

En algunos casos el funcionario público debe aportar, siempre “voluntariamente” hasta el 10 por ciento de su salario. No se sabe donde se centralizan esos recursos y nadie rinde cuentas a los "donantes" de estos recursos que es fácil darse cuenta no se trata de unas cuantas monedas.

Ahora ha surgido otro pretexto para esquilmar a los empleados públicos: los afectados por los desastres en Chile y Haití. Desde el Ministerio de la Presidencia se ha cursado una instrucción para que se proceda a aplicar descuentos supuestamente destinados con este fin.

Lo extraño es que en este caso, tampoco se sabe que entidad manejará los fondos y los canalizará hacia los afectados, lo que nos da a pensar que se trata de una estafa, y lo que es peor, de una estafa en la que se utiliza el nombre de miles y miles de afectados. Lo más probable es que estos recursos vaya a engrosar los fondos de la campaña electoral del MAS y, por supuesto, engordar aún más los bolsillos de los jerarcas oficialistas que hoy por hoy se dan una vidita que causa la envidia de los antiguos oligarcas.

Ya existe como antecedente la denuncia hecha por un viceministro, de que la ministra de Salud desvió los medicamentos donados con destino a Haití hacia un organismo sindical de Chuquisaca seguramente con el propósito de conquistar el apoyo para los candidatos masistas con miras al 4 de abril.

Por otra parte, la propuesta del propio Evo, de Choquehuanca, seguida del coro de obsecuentes ministros y asambleistas del MAS a los funcionarios (de que donen todo el sueldo), suena a burla por cuanto se dirige a personas que tienen como única fuente de ingreso su salario mensual que en la mayoría de las ocasiones solo les alcanza para satisfacer las más apremiantes de sus necesidades.

Es evidente que Evo Morales, Alvaro García, los ministros y otros miembros de la “nomenklatura” masista podrían donar sin mayores sobresaltos, la totalidad de sus salarios oficiales, que finalmente no les alcanzan ni para los puchos (cigarrillos) y otros gustitos. Eso si, no donarían los jugosos estipendios que reciben de Venezuela y que son manejados precisamente por el Ministerio de la Presidencia. Les resultaría muy difícil ser más dadivosos en ese caso por cuanto los sueldos que reciben bajo la mesa fácilmente son hasta diez veces mayores.

Y es más, el presidente Morales no tiene familia que mantener, vive en la lujosa residencia oficial de San Jorge donde no paga ni el papel higiénico que utiliza, pues todos sus gastos son cubiertos con el presupuesto de mantenimiento de bienes públicos a cargo del TGN. Así cualquiera es generoso.

Hay que ser solidarios con nuestros hermanos haitianos y chilenos pero otra cosa muy diferente es que nos metan el dedo a la boca y en realidad estemos contribuyendo a enriquecer aún más a los miembros de esa nueva oligarquía que se disfraza de indígena.

imageimageEvacuación de vacas en Beni (izq)ante la posibilidad de inundaciones, la semana pasada. (El Deber).

Las lluvias ponen a Puerto Villarroel bajo el agua (der). Tres casas y el Centro Turístico Fliper son los más afectados hasta el momento.(OPINION 6-3-010)

Hay que ser solidarios y diligentes también y principalmente en casa, donde los desastres naturales tiene sumidos en la miseria a miles de bolivianos.

Para información del "solidario" presidente Evo: más de 130 municipios sufren los efectos de lluvias, inundaciones, deslizamientos y riadas y de acuerdo con datos de su viceministro de Defensa Civil, Hernán Tuco, hasta la fecha se registran 45 mil familias damnificadas, 15 fallecidos y cinco desaparecidos. Además 300 mil cabezas de ganado están a punto de sucumbir en el Beni, en tanto el sector ganadero y productivo no tiene apoyo efectivo del gobierno nacional.

Tenemos un gobierno que ante la mediocre e ineficiente política exterior esta haciendo "diplomacia", una vez más, para la imagen de Evo, desvirtuando el verdadero sentido de las campañas de solidaridad.