Kudelka: “Vine a decir mi verdad”


El dinero que le lleva a Rózsa, ¿era de Branko o de La Torre? – Llevé en tres ocasiones dinero de Branko Marinkovic a La Torre y se lo di a Luis Orlando Justiniano. En una de esas oportunidades, la última, Luis Orlando hizo un sobre más chico y me pidió que lo deje en el hotel Asturias a un periodista llamado Germán.



Fue el día del cierre de campaña (por el No para el referéndum sobre la Constitución), el 20 de enero ¿Le dijeron para qué era?  Me dijeron que era un periodista que iba a ayudar con un análisis de campaña. Estaba con mucho trabajo y tampoco pedí muchos detalles. Obviamente nunca pensé que se tratase de esto. ¿En qué fechas hizo las otras dos entregas? La primera vez fue alrededor del 15 de diciembre y la segunda, el 28 ó 29 de diciembre. La tercera fue el 20 de enero. ¿Hubo relación entre Branko y Rózsa? No sé, desconozco eso. ¿Desde cuándo funcionó La Torre? Asumo que desde el primer referéndum, pero la conocí en el segundo, cuando era en la calle 7 de Equipetrol y luego se trasladó a la calle 4, detrás del colegio Alemán. ¿Quiénes formaban parte de La Torre y qué era? La Torre era una casa de campaña y estrategia, dirigida por Luis Orlando Justiniano. Tenía un personal permanente y sólo iba a La Torre en épocas de campaña por orden de mi jefe, Branko, ya que yo era jefe de marketing y venta de Aceite Rico.

¿Cuándo dejó el país? En dos oportunidades. La primera entre el 23 y 25 de abril. La segunda fue el 23 de mayo y en ambas oportunidades fue por presiones del abogado de Branko, el señor Nenad Matkovic, que me citó para decirme que tenía mandamiento de aprehensión. Recién me doy cuenta de que el mandamiento me lo libraron en junio, por no presentarme a declarar. El 16 de abril, cuando murió Rózsa, ¿usted lo reconoció? Efectivamente, lo vi en la televisión cuando me levanté a trabajar. Dije: “Caramba, éste es el tal Germán”. ¿Hizo preguntas? – No porque el panorama fue tan confuso que no pregunté nada. Luego vino el momento de dejar el país.  ¿Recibió ayuda? Recibí unos meses más mi sueldo, más que todo para mantener a mi esposa y mi hija, pero tuve que vender mis bienes para mantenerme en el extranjero. – ¿Tuvo contacto con alguna persona de Branko? Con el señor Mario Bruno, que estaba por allá. ¿Volvió por Brasil? No, vuelvo por Argentina y por razones de seguridad no quiero hablar de ese tema. – Para el abogado de Branko, Erick Seifert, usted negoció con un ministro en Buenos Aires, ¿es así? Quisiera que ese señor muestre alguna prueba. No tengo el gusto de conocer al ministro de Gobierno.

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-¿Cómo vivió su familia estos meses?  Fueron 11 meses muy duros, en los que tuve que dejar abandonada a mi esposa y a mi hija, por la presión de los abogados, por ser una persona leal con la gente con la que trabajé 14 años. Tomé la decisión de regresar para contar mi verdad, porque no cometí ningún delito como para escapar de la justicia. – Usted dice que fue leal con Branko, ¿él fue leal con usted? No, definitivamente no. En un principio me decían que todo esto lo hacían por mi seguridad. Me hicieron firmar una carta de renuncia para que asuma mi defensa sin perjudicar a la empresa y al final me doy cuenta de que era pensando en la defensa de Branko y no en la mía. Usted dijo que volvió para que se sepa quiénes son los culpables, ¿quiénes son? Volví para decir mi verdad y para que el país sepa lo que realmente pasó. Al principio se utilizó mucho mi nombre, a tal grado de ponerme como financiador. Siempre he sido un trabajador, nunca un acaudalado. Lo único que tengo es una casita de $us 50.000 y dos vehículos financiados en los bancos Bisa y de Crédito. Lo único que importa es limpiar mi nombre, tengo una familia por quién luchar y salir adelante. ¿Teme por su seguridad? Me imagino que a estas alturas debe haber mucha gente muy molesta con mis declaraciones, pero no es justo que algunas personas paguen por otras. Vamos a llegar hasta donde toque llegar. Más que todo temo por mi familia.

Noticias de TV: Red Uno.

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