UE: “Los tratados de protección de inversiones tienen que revisarse”

El Embajador de la Unión Europea, Kenneth Bell, considera que el Estado boliviano tiene derecho de realizar nacionalizaciones pero con compensaciones.

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Foto: El embajador de la UE, Kenneth Bell.



Mauricio Quiroz Terán | La Prensa

Los tratados de protección recíproca de inversiones que varios países de la Unión Europea suscribieron con Bolivia “son un paraguas” en el escenario actual marcado por los procesos de nacionalización; aunque en una perspectiva mayor, las naciones de ese bloque terminarán renegociando nuevos acuerdos económicos a merced de la nueva Constitución Política del Estado que entró en vigencia en enero de 2009.

Así lo reconoció el embajador de la UE, Kenneth Bell, en una entrevista concedida a La Prensa el pasado viernes 7 de mayo, justo poco antes del acto oficial de homenaje del Día de Europa que contó con la participación de las autoridades diplomáticas y políticas bolivianas.

Aquel día, Bell se mostró muy entusiasmado por la integración cultural, pero se animó a explorar los asuntos del debate económico y político que la anterior semana han tocado su puerta muchas veces, especialmente desde el 1 de mayo, cuando el presidente Evo Morales anunció la nacionalización, por decreto, de las generadoras de electricidad Corani (con 35% de capital del Estado francés), Valle Hermoso (de origen nacional) y Guaracachi (vinculada a la Rurelec del Reino Unido).

Este complejo tema ya se puso sobre la mesa en mayo de 2006, cuando se anunció la nacionalización de las empresas petroleras que operan en Bolivia a través de un proceso de modificación de la relación contractual con el Estado boliviano. Se cuenta también a la telefónica europea ETI, que hasta 2008 era socia mayoritaria de Entel.

Son aspectos que no son ajenos al diplomático de origen escosés, quien también repasó las áreas de cooperación con Bolivia en un ámbito que sobrepasaría la mera asistencia de las donaciones.

“Estamos ejecutando un nuevo Tratado de Lisboa y ante el cual vamos a establecer un nuevo servicio de acción exterior, un servicio diplomático combinado de los Estados miembros de la Unión Europea; además, Bolivia también está en transición y entonces creemos que es una buena oportunidad para compartir”.

—El presidente Morales dijo que es importante aprender de Europa su vocación democrática, pero también será importante aprender de la integración europea. ¿Cómo ve la capacidad de nuestro continente para generar esta integración?

—Tenemos la Comunidad Andina, tenemos nuevas iniciativas, como es Unasur, la Comunidad Latinoamericana de Naciones y ojalá que se formen en organizaciones con las que podamos trabajar, porque nosotros somos un área de integración regional en aras de la paz y ojalá que pueda servir como modelo, pero también en algo como ejemplo, y que podamos tener interlocutores a nivel regional para tratar entre la Unión Europea y América Latina. Creemos que hay valores en común que tenemos, hay cosas que podemos acordar en los foros multilaterales e internacionales. Para nosotros, América Latina es un socio de primer orden.

—¿Cuáles son las áreas de cooperación que la Unión Europea privilegia con Bolivia?

—Estamos en tres ejes principales de la cooperación bilateral. El manejo sostenible de los recursos naturales, el manejo de cuencas, agua, y todo esto, así como la producción y el empleo, y la lucha contra el narcotráfico.

—¿Qué cantidad de recursos se están moviendo este año?

—Tenemos un acuerdo firmado con el Gobierno de Bolivia para 234 millones de donación no reembolsable en siete años y tenemos un ritmo bastante bueno de ejecución de esta cooperación. El año pasado hicimos desembolsos de 50 millones de euros, son 500 millones de bolivianos en estos programas y este año ya hemos firmado nuevos convenios para más de 40 millones de euros.

—¿Todos los recursos son de donación?

—Sí, toditos.

—¿Entonces, sería mejor hablar simplemente de asistencia?

—Es cooperación, porque nosotros acordamos esas líneas (de donaciones) directamente en diálogo con el Gobierno; no es que venimos bajando del cielo con un programa paternalista. Además, lo que estamos haciendo es canalizar al máximo nuestros fondos dirigidos al Tesoro General de la Nación.

Eso quiere decir que no hay costos de administración de proyectos y ese dinero va directamente en paquete para los objetivos de los programas a los fondos gubernamentales.

—¿Y eso le beneficia a Europa en el sentido de que se disminuye la migración, baja el narcotráfico? Tendrían que recibir algo a cambio si estamos hablando de cooperación.

—A nosotros nos interesa que Bolivia como América Latina sean áreas de estabilidad, áreas de crecimiento económico. También es una oportunidad para nuestros inversionistas, nuestros exportadores. Queremos tener socios fuertes y estables para poder tratarlos como iguales. Y evidentemente, hay una conciencia en Europa sobre la necesidad de ayudar. Tenemos los Objetivos del Milenio con Naciones Unidas en términos de desarrollo. Y hay una fuerte demanda en la población de Europa, aún en la crisis, para seguir apoyando.

—Luego de la nacionalización de las generadoras eléctricas ¿cómo queda el escenario de la inversión? ¿Hay incentivo para seguir invirtiendo?

—Pero siguen aquí, en el sector de hidrocarburos está Total de Francia, Repsol de España, British Gas de Gran Bretaña. Siguen activos aquí. Creemos que el Gobierno tiene todo el derecho de hacer nacionalizaciones. Nosotros en Europa, en la crisis financiera, hemos tenido que nacionalizar bancos en algunos países. Entonces, es un derecho soberano del Gobierno mediante siempre una justa compensación.

—¿Estas compensaciones tendrán que ver con los Tratados Recíprocos de Protección de Inversiones que Bolivia suscribió con varias naciones europeas?

—Eso da un paraguas, pero tiene que revisarse bajo la nueva Constitución.

—¿Ésa es la posición que les ha dicho el Gobierno?

—En la nueva Constitución se dan cuatro años para revisar todos los acuerdos internacionales.

—¿En cualquier tratado no se compromete la fe del Estado?

—Naturalmente sí, pero el Gobierno bajo su nueva Constitución tiene el derecho de renegociar sus acuerdos.

—¿Reconoce entonces Europa todo el proceso de transición política de Bolivia, incluidos estos acuerdos y tratados?

—Nosotros hemos acompañado. Usted recordará que en 2008 estuvimos casi al borde de un conflicto civil; fuimos testigos de ese proceso de diálogo que hubo y, por supuesto, ha habido un referéndum, un plebiscito que ha dado origen a la Constitución y, por supuesto, reconocemos el establecimiento de este nuevo marco legal.

Ójalá que se formen interlocutores a nivel regional.

En Europa hemos tenido que nacionalizar bancos.

“Seguimos con el objetivo de un acuerdo con toda la CAN”

Entre el 17 y 19 de mayo se realizará en la capital española de Madrid la Cumbre Intercontinental de América Latina y la Unión Europea (UE), un escenario que servirá para analizar las perspectivas de un futuro acuerdo de asociación estratégica con la Comunidad Andina.

Bolivia se ha marginado del entendimiento, especialmente del capítulo comercial, porque entiende que no existe complementariedad, sino competencia. El embajador de la UE, Keneth Bell, es optimista y cree además que nuestro país puede aprovechar de las ventajas comerciales.

—Hace cinco años se ha comenzado a negociar este acuerdo de asociación entre los dos bloques, pero Bolivia ha quedado un poco relegada en el ámbito comercial. ¿Cuál es la evaluación que usted tiene en vista de la próxima Cumbre que se va realizar en Madrid la próxima semana?

—Ojalá que la Cumbre dé un impulso a actividades conjuntas concretas, y en ese tema es primordial el desarrollo sostenible, y nosotros seguimos con el objetivo de largo plazo de poder hacer un acuerdo de asociación con toda la CAN, tanto en la parte comercial como la política y la cooperación.

— ¿Cómo anda el nivel político con Bolivia?

—Tenemos un buen diálogo político con el Gobierno. En nuestra cooperación tenemos diálogos de política con diferentes sectores y creo que siempre tenemos un buen acceso a las autoridades y estamos bastante satisfechos.

—¿Pero hay enfoques distintos en el ámbito comercial?

—Tenemos el esquema que se llama SGP-Plus que abarca más de 7.000 líneas de productos bolivianos que pueden entrar libre de aranceles en el mercado europeo, y es un potencial que puede aprovechar Bolivia. Somos el tercer mercado para las exportaciones bolivianas y estamos ahora pasando una pequeña época de crisis, pero estamos saliendo de esto. Creemos que hay mayor potencial para un mayor comercio entre Bolivia y la Unión Europea.

— ¿A pesar de que no entraríamos a este acuerdo de asociación comercial?

—Este acuerdo daría ventajas adicionales, pero ya hay ventajas y oportunidades a explotar. No sé cuál exactamente es el programa. Seguramente ahí habrá una reunión con los países de la CAN, todos juntos, y habrá una serie de acuerdos.

Bolivia tiene arancel cero en 7.000 líneas de productos.