El fútbol podrido


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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: El ruido de la libertad

  2. Bajo el Penoco, El Día: Decadencia moral

  3. Los Tiempos: EL FÚTBOL, FIEL REFLEJO DE LA REALIDAD

  4. El Deber: El fútbol podrido

  5. La Razón: La lección del frío

  6. Cambio: Venezuela y Colombia

  7. La Prensa: Autonomía y diálogo

  8. El Diario: Consumir lo nacional antes que lo importado

  9. El Mundo: Amigos

  10. Opinión: Suspensión de las autoridades electas

  11. Clarín, Argentina: La inseguridad vial y sus responsables


El Día: El ruido de la libertad

En la tierra, lo más parecido a la perfección es un cementerio. Allí no hay ruido, nadie molesta ni se incomoda y tampoco hay quejas ni críticas. Sólo hay muertos y flores marchitas. La libertad es siempre ruidosa. Para algunos tiene apariencia caótica y otros la consideran insoportable. Es como la naturaleza, espontánea, impetuosa, persistente y generosa, aunque hay quienes la ven rebelde, perturbadora e inconciliable. La armonía sólo es posible cuando se la deja fluir, cuando se respetan sus reglas y el ser humano se integra como parte de ella, sin el ánimo de atraparla, de domesticarla o de anularla. Así es la libertad.



Al presidente Morales le está sonando cada vez más perturbador el ruido que hacen los periodistas. Los había llamado “pollos de granja” hace un tiempo y recientemente ha optado por compararlos con las cornetas plásticas que rompieron más de un tímpano en el Mundial de Sudáfrica, al punto que organizadores de espectáculos deportivos de algunos países han anunciado que no van a permitir que las famosas “vuvuzelas” se apoderen de sus tribunas. En los Emiratos Árabes, el fundamentalismo islámico que gobierna esa nación ha puesto a estas trompetas en la categoría de “pecado” y así como persigue a los editores que critican al régimen, amenaza con duras sanciones contra los que utilicen los polémicos clarines.  Menos mal que la FIFA no se hizo eco de los quejones que pedían la prohibición de las vuvuzelas. Sin ruido no hay fútbol, de la misma manera que sin el sonido que hacen los periodistas no puede haber democracia y menos, libertad.

El Gobierno del MAS está dando pasos muy peligrosos en contra de la libertad de expresión en Bolivia. Con la reciente aprobación de la Ley del Régimen Electoral se han establecido severas restricciones que vulneran este derecho que les corresponde no sólo a los periodistas sino a todos los ciudadanos. El oficialismo pretende un país donde exista un solo partido, una sola voz autorizada, una visión única y excluyente, con el objetivo de proscribir la disidencia y eliminar la oposición. Nada más coadyuvante con esos propósitos que acallar a los mensajeros con medidas inconstitucionales y violatorias de tratados y convenios internacionales sobre los derechos fundamentales.

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La otra estrategia es la ofensa y la intimidación hacia los periodistas, que ha buscado desde un principio, destruir la credibilidad de los medios independientes (que dicho sea de paso, sigue siendo una de las más sólidas del país) y conseguir el repliegue de los órganos de prensa hacia la deshonrosa autocensura. En esta maniobra se enmarca el manoseo del que es víctima el periodista José Pomacusi, quien ha sido vinculado a la investigación de un caso que le ha servido al Gobierno para estigmatizar a toda una región y estropear la imagen de numerosas personalidades y líderes del oriente boliviano. Existe el riesgo de que este comunicador, de larga e intachable trayectoria, sea detenido, pese a que no existe ninguna evidencia de su relación con los hechos que se investigan. Ese sería el paso más arriesgado de este régimen, el más decidido tal vez, para arremeter contra la libertad y el más inequívoco salto hacia la dictadura.

Al presidente Morales le resulta cada vez más incómodo el “ruido” que hacen los periodistas. Acallarlos sería abrirle la puerta a la dictadura.

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Bajo el Penoco, El Día: Decadencia moral

A Manfred Reyes Villa lo enjuiciaron y lo hicieron huir del país porque compró camionetas último modelo para la Prefectura de Cochabamba y quieren hacer lo mismo con el alcalde de Potosí, René Joaquino, porque quiso ahorrarle unos pesos al Municipio y adquirió modestos vehículos “transformers” de medio uso para el trabajo de los funcionarios de la Alcaldía. Sin embargo, los paladines de la transparencia y de la lucha contra la corrupción no han dicho nada hasta ahora por la adquisición, sin licitación ni nada (ni piloto siquiera) de un avión de más de 38 millones de dólares para el presidente Morales. El Primer Mandatario dice que quienes se oponen a la Ley Marco de Autonomías es porque le tienen miedo a ser destituidos por corrupción y porque seguramente han robado. ¿Se animaría a promulgar una ley similar que también lo incluya a él? ¿O es que acaso ha robado? Seguro que no, entonces debería atreverse, sólo para demostrar que en este país hay un verdadero cambio. De lo contrario, no sólo estamos frente a un revanchismo político barato, sino ante la peor decadencia moral de los últimos tiempos.

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Los Tiempos: EL FÚTBOL, FIEL REFLEJO DE LA REALIDAD

Como en muchos otros casos, la institucionalidad futbolística está desmoronándose bajo el peso de desmedidas ambiciones y mezquindades

Durante las últimas semanas, como en todo el mundo, el fútbol ha merecido una atención muy especial en el país. No podía ser de otro modo, pues el campeonato mundial recientemente celebrado en Sudáfrica confirmó una vez más que éste es el más popular de los deportes y alrededor de él se mueven pasiones e intereses tan grandes que llegan a conmover hasta a los más escépticos.

En el caso de Bolivia, a la fiebre mundialista se ha sumado otro motivo para que el fútbol pase a ocupar un lugar más destacado de lo habitual en las preocupaciones colectivas. Es que como para confirmar que en el país no hay nada que se libre de la degradación moral y descomposición institucional, los aspirantes a ocupar los más altos cargos de la jerarquía burocrática que administra el fútbol nacional han llevado sus pugnas internas a extremos que causan estupor.

Tan lejos ha llegado el intercambio de recíprocas acusaciones, tan grandes son las sumas de dinero cuyo mal manejo se atribuyen mutuamente y tantos y tan oscuros los intereses particulares que por lo visto interfieren con la buena gestión del fútbol nacional, que resulta pertinente preguntar si las informaciones relacionadas con este tema no debieran estar entre las crónicas policiales más que en las secciones deportivas de los medios de comunicación.

Para colmo de males, los deficientes manejos que se atribuye a la dirigencia del fútbol, como de otras disciplinas deportivas, contrastan de manera notable con los pobres resultados prácticos obtenidos durante los últimos años. El lugar que ocupa la selección nacional de fútbol como la peor del continente en el ranking de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y los continuos fracasos de los clubes que desde hace 10 años no logran superar las primeras fases de los torneos internacionales son algunos de los argumentos que más a mano tienen quienes se presentan como abanderados de un cambio radical.

Desgraciadamente, como ha ocurrido durante los últimos tiempos en muchas de las principales instituciones de nuestro país, la urgente necesidad de ajustes internos, de enmendar conductas y rectificar rumbos no ha sido oportunamente atendida por quienes tenían la posibilidad de promover los ineludibles cambios.

La tozudez con que algunos grupos de interés se aferran a los cargos que controlan y a los privilegios que éstos traen consigo y la poca transparencia de quienes aspiran a sucederlos han creado las condiciones para que la peor de las posibilidades, la intervención gubernamental, sea de manera directa o a través de operadores políticos encargados de hacer de la actividad futbolística un apéndice más del ya omnipresente aparato estatal, sea la que tienda a imponerse.

La posibilidad de que eso ocurra es no sólo indeseable porque conlleva la posibilidad de que los organismos internacionales que regulan la actividad futbolística impongan severas penas a nuestro país, entre las que está incluso la exclusión de todo torneo internacional, sino, y principalmente, porque la experiencia enseña que la burocracia estatal, en cualquier área de actividad, sólo logra agravar los problemas que pretende resolver. Desgraciadamente, a ese extremo están llevando, como en otros casos, las ambiciones y mezquindades de pocas pero muy influyentes personas.

 

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El Deber: El fútbol podrido

No podía ser peor la situación en que se debate el fútbol boliviano cuando se apresta a la renovación de sus mandos este fin de semana, aunque las elecciones que deben realizarse tanto en la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) como en la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB) están en veremos por una… ¡huelga! declarada por dirigentes de diferentes asociaciones en desacuerdo con la continuidad de los actuales mandamases de la FBF y de la Liga. Nunca antes los anales balompédicos nacionales habían registrado tanta descomposición en los entes rectores del más popular de los deportes y en sus más cercanos entornos. La podredumbre es tal que provoca náuseas el abordaje de una temática que, en tratándose del fútbol como ‘pasión de multitudes’, ha ocupado importantes espacios mediáticos y concitado la atención de los aficionados del país futbolero.

Hasta el Gobierno, cuya cabeza tiene veleidades futbolísticas e incluso un equipo ‘estable’ para juegos amistosos por doquier, ha puesto de manifiesto sus inquietudes por el desmadre y uno de sus funcionarios deslizó en las últimas horas la posibilidad de una intervención gubernamental para poner las cosas en su sitio e impulsar también un ‘revolucionario cambio’ en el fútbol boliviano. Si así resulta, el efecto será el de un ponchazo a las nubes por cuanto la todopoderosa Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) no admite injerencias estatales en asuntos que son de su única y estricta competencia y, en consecuencia, Bolivia podría ser borrada del mapa futbolístico si el Gobierno de don Evo mete las narices en el presente conflicto.

El fútbol boliviano ha tocado fondo y las causas asoman a la vista. La FBF está asfixiada por las deudas y tiene congeladas sus cuentas y embargados sus pocos bienes por el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), que reclama el pago de Bs 15 millones en concepto de impuestos no abonados oportunamente. Por el embargo, $us 80.000 enviados por la FIFA para programas de desarrollo del fútbol en Bolivia no pueden ser utilizados.

Por otro lado, se han vuelto frecuentes las redadas de Migración contra entrenadores y futbolistas foráneos que no tienen su documentación en regla y que, no obstante, fueron contratados e incorporados por varios clubes nacionales, mientras que en los estrados de la justicia deportiva se ventilan algunos casos de jugadores comprometidos con el uso de cocaína y otras drogas prohibidas, en tanto que no pocos ‘profesionales’ reinciden en actos de indisciplina, una constante que guarda relación con el pobrísimo nivel del fútbol boliviano en la competencia internacional como en las pasadas eliminatorias o en torneos interclubes.

Y por si fuera poco, recién acaba de concluir un ‘campeonato de invierno’ disputado en pleno desarrollo de la Copa del Mundo, con tribunas casi vacías y en canchas peores que potreros. La novedad: su ganador no obtuvo rédito alguno.

No hace falta buscar mucho para encontrar la semilla del mal que germina bajo influencia de unas muy malas gestiones directivas y en la consiguiente ausencia de planes en serio como de políticas de fomento en beneficio del fútbol. El cargo, el viaje y el viático parecen tener bien atornillada a una cofradía de seudodirigentes que vive del fútbol y no para el fútbol.

Del ‘cambio’ en el fútbol se viene hablando desde hace mucho tiempo. Y no ha cambiado absolutamente nada. No más chacota. Ya es hora de empezar a jugar otro partido. Pero en serio…

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La Razón: La lección del frío

Es altamente meritorio que el Presidente acepte sus errores y pida disculpas

Las bajas temperaturas que azotan no sólo a Bolivia, sino a todo el cono sur, incomprensiblemente han tomado por sorpresa al Gobierno. Hasta se podría aceptar que esto suceda por la intensidad con que se ha presentado el frío en esta temporada, pero de ninguna manera se entiende la falta de previsiones que se repiten una y otra vez en éste y otros casos.

Un reciente reporte de la Dirección Nacional de Epidemiología señala que las infecciones respiratorias agudas se han incrementado en las últimas semanas. Cuando la alarma estaba encendida, las autoridades cayeron en cuenta de que el problema era realmente grave. Pero de lo que se trata es de adelantarse a los acontecimientos para “prevenir antes que curar”.

En la semana epidemiológica 28 de este año, el número de resfríos aumentó en 2.221. De epidemia se habla ya en Cochabamba, pero Oruro, Pando y Tarija no están lejos de esa realidad. El área de salud nunca dejó de alertar de esta situación, que en varias regiones se torna desesperante, pero la de educación se mostró inquietantemente ajena, tan fría como el tiempo reinante en el país, hasta que no le quedó otra alternativa más que prolongar las vacaciones.

Primero, el ministerio del ramo confirmó que el reinicio de las actividades educativas sería, paradójicamente, en la semana más fría del año. Luego, ante la evidencia de que una ola de frío azotaba al territorio nacional, instruyó que las vacaciones se extendieran por otros tres días. Anteriormente, el presidente Morales había manifestado su descontento con la ampliación de las vacaciones en dos departamentos, Oruro y Potosí.

La controversia por este tema era pan de cada día y las indecisiones fueron creciendo como una bola de nieve. En definitiva, luego de tanto titubeo, el Gobierno dispuso que el descanso pedagógico durara una semana más. Es decir, que la población terminó mareada con tres medidas diferentes.

Es altamente meritorio que el Mandatario sepa aceptar sus errores y pida disculpas a los padres de familia. Por otro lado, el perdón sirve para engrandecer a la persona, pero, lamentablemente, como ocurre en la vida diaria, se produce cuando el daño ya está hecho. Y el perjuicio, en este caso, afecta sobre todo a la niñez.

La reacción tardía, la falta de previsión y de coordinación, deben dejar una enseñanza. En temas como éste —la salud de los niños, niñas y jóvenes— no se puede andar a tientas.

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Cambio: Venezuela y Colombia

"Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe", reza el aforismo popular… Y se rompió. El Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, dio ayer por concluidas las relaciones bilaterales con la administración del saliente mandatario colombiano, Álvaro Uribe Vélez, en respuesta a las permanentes, pero nunca probadas denuncias de Bogotá sobre la presencia de guerrilleros de las FARC y del ELN en territorio venezolano, supuestamente con la aquiescencia de las autoridades de Caracas.

Es que en el lenguaje coloquial aquel refrán se utiliza análogamente para expresar situaciones que exasperan la paciencia o erosionan la confianza de una persona; tiene connotaciones pesimistas y suele emplearse para indicar el resultado negativo de una situación incierta que se repite una y otra vez. Ya lo cita Miguel de Cervantes en Don Quijote de la Mancha, advirtiendo que el que frecuentemente se expone a situaciones de peligro termina por ser perjudicado.

Algo de esto ocurrió ayer en las complicadas relaciones entre Venezuela y Colombia que —tras la decisión de Caracas— cayeron en un abismo del que es previsible que no se recuperen fácilmente, al menos mientras Álvaro Uribe sea inquilino de la Casa de Nariño, hasta el venidero 7 de agosto, día en el que transmitirá el mando de su país a su ex ministro de Defensa, hoy electo mandatario, Juan Manuel Santos.

La ruptura de las relaciones colombo-venezolanas motivó intensas consultas entre los líderes regionales que acordaron una mediación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), a cargo del presidente temporal del organismo, el mandatario ecuatoriano Rafael Correa, según informó Télam. Pero también dejó como saldo un fuerte cuestionamiento no sólo de Venezuela, sino también de Ecuador, a José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), en cuyo seno se analizó ayer el caso a pedido de Colombia.  

No obstante que el propio Chávez dijo que el clima beligerante entre Caracas y Bogotá podría cambiar con el próximo gobierno colombiano, los hechos señalan que pese al incipiente acercamiento de Chávez con Santos, el saliente mandatario Uribe hizo la denuncia que precipitó la ruptura.

Pero más allá del pedido del embajador colombiano ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos, de la conformación de una "comisión internacional" que "verifique en 30 días" los supuestos campamentos de las FARC en territorio venezolano, el organismo continental está obligado a actuar con la responsabilidad que el caso aconseja y sin presiones de ninguna naturaleza.

Sin embargo, las acusaciones del presidente Uribe, en sentido de que el Gobierno venezolano "cobija" campamentos de las FARC y que incluso tolera al narcotráfico en su territorio no son recientes, ya que tienen larga data.

Para nadie es desconocido que la revolución bolivariana tiene en Estados Unidos, en algunos sectores ultraconservadores de la Iglesia Católica y en las oligarquías colombianas a sus feroces enemigos que rechazan el proceso de cambios estructurales que ejecuta el presidente Chávez, porque consideran que representa una amenaza a los seculares privilegios que detentan.

Según el investigador Raúl Crespo, Washington está revisando "las nuevas pruebas" entregadas por Uribe. "Esto no es nuevo, venimos preocupados desde el 2006, se ha detectado que Venezuela no coopera plenamente con los esfuerzos antiterroristas", manifestó PJ Crowley, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, y desveló la posición conjunta entre Estados Unidos y Colombia en contra del gobierno del presidente Chávez. Es en este marco que, ayer, el embajador colombiano ante la OEA, Luis Alfredo Hoyos, presentó las supuestas "pruebas". Fue la tercera vez —en el último año— que Bogotá utiliza el máximo foro continental para arremeter contra el mandatario venezolano.

De acuerdo con un reporte de Telesur, efectivos del Ejército de Venezuela inspeccionaron la zona en la que supuestamente se encuentran plantaciones ilegales y los campamentos de rebeldes de las FARC denunciados por Uribe. Pero no hallaron los sembradíos de marihuana sino matas de plátanos y hasta constataron que los lugares señalados como venezolanos en realidad eran colombianos.

A esto se suma un hecho innegable: la instalación de siete bases militares de Estados Unidos en Colombia, medida asumida por Bogotá y Washington antes de que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, cancelara la presencia de marines y ‘contratistas’ estadounidenses en la base militar de Manta. Esas bases gringas en territorio colombiano constituyen una amenaza para la seguridad de los pueblos de América Latina y tienen a Venezuela como uno de sus principales objetivos, aunque este extremo es rechazado por el gobierno de Uribe.

Y ante el fracaso de la estrategia para desprestigiar a un Presidente con amplio respaldo popular ahora apuntan a la presión diplomática e intentan "demostrar" que Chávez "protege a los terroristas de las FARC". Este plan comenzó con el bombardeo colombiano a territorio ecuatoriano, en marzo de 2008, que cobró la vida del número 2 de las FARC, Raúl Reyes, una veintena de rebeldes, un campesino ecuatoriano y cuatro estudiantes mexicanos. Sólo sobrevivió Lucía Morett (mexicana), criminalizada por los defensores del pensamiento único.

El rompimiento de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia es consecuencia de un conflicto alimentado por intereses ajenos y contrarios a los procesos políticos de liberación —en democracia— de los pueblos de América Latina.

El rompimiento de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia es consecuencia de un conflicto alimentado por intereses ajenos y contrarios a los procesos políticos de liberación —en democracia— de los pueblos de América Latina.

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La Prensa: Autonomía y diálogo

La ley, sobre todo, decepcionó a sectores como los pueblos indígenas, a los que se les había ofrecido no sólo autonomía, también autodeterminación.

Las circunstancias políticas han contrariado a los pueblos que ambicionaban las autonomías, pueblos que estuvieron inspirados en la necesidad de reducir, al menos en parte, el poder del centralismo.

La causa de las autonomías se convirtió en la nueva corriente de la vieja ambición de descentralizar el país, ambición que nació al mismo tiempo que Bolivia, cuando sus líderes advirtieron la dificultad de vivir en el centralismo en un territorio tan diverso.

Las batallas que libró la causa de la descentralización fueron varias, incluyendo la ?guerra federal? comandada por los líderes paceños que luego de ganar cambiaron de idea y se aferraron al centralismo.

Los cuatro departamentos que en el referéndum de 2006 optaron por las autonomías departamentales cobijan en sus territorios a las tres capitales de departamento que aún no están conectadas a la red nacional de carreteras asfaltadas: Cobija, Trinidad y Tarija.

La bandera autonomista fue, para esos departamentos, una manera de protestar contra el inepto centralismo que los dejó aislados durante cerca de dos siglos.

Todos aspiraban además a que las decisiones que tienen que ver con el desarrollo económico y la realización de las ambiciones sociales no fueran tomadas desde remotas oficinas.

Pero las circunstancias han querido que esta nueva batalla por la descentralización tenga un desenlace, si no negativo, por lo menos mezquino.

La Ley Marco de Autonomías aprobada por la Asamblea Legislativa, en efecto, ha reducido las autonomías departamentales a su mínima expresión, o al sólo nombre, porque tuvo que compartir el objetivo con autonomías parceladas que surgieron a último momento.

Pero es esa ley la que ahora está en vigencia y, asumiendo aquello de que la política es el arte de lo posible, habrá que tomar este momento como un paso más en el largo camino de la batalla por la descentralización.

Algo ha cedido el centralismo, muy poco, es cierto, pero algo.

Quienes diseñaron el remedo de autonomía que está contenido en la ley tuvieron que decepcionar también a otros, como los pueblos indígenas, a los que se les había ofrecido no solamente autonomía, sino incluso autodeterminación.

En el afán de contrariar a las autonomías departamentales, los primeros instintos de quienes elaboraron el proyecto de ley resultaron excesivos respecto de los pueblos indígenas, lo que se tradujo en una gran decepción de pueblos que ahora se sienten traicionados.

En la batalla contra las autonomías departamentales, los que diseñaron la ley no dudaron ni siquiera en dividir un departamento en dos, dejando una herida que lacera a los tarijeños. Pero esto no es el fin de la historia ni el fin del camino.

Por el momento, los líderes de las regiones que necesitan la autonomía deberán abrir conductos para el diálogo a fin de usar lo que se ha dado en beneficio de los pueblos. Si esto es, de alguna manera, una cesión que hace el centralismo, bienvenido. Habrá que ocupar todos los espacios cedidos.

Sin embargo, es necesario seguir en la brega del autonomismo a fin de no defraudar a los pueblos que respaldan la idea de descentralizar el país.

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El Diario: Consumir lo nacional antes que lo importado

En los países desarrollados, los incentivos para producir y consumir lo propio, ha sido política permanentemente practicada y sólo aquello que no era posible producir en el medio, se importaba. La colectividad tomó conciencia de esto y apoyó toda producción propia sin dejar de acoger lo foráneo; por supuesto, para contar con lo interno, las autoridades otorgaron todos los medios jurídicos, aduaneros, impositivos, técnicos y otros que requerían los productores.

En los países pobres y subdesarrollados, las políticas de acoger lo propio no dejan de ser simples propósitos de las autoridades, pero en los hechos siempre hay la preferencia por lo importado, puesto que se trata de mercadería muchas veces subvencionada, libre de cargas aduaneras e impositivas, facilidades de transporte, etc. Lo más “apetecible” para las autoridades fue siempre la dependencia; es decir, esperar las “ayudas”, subvenciones y cooperación de los ricos. Estas costumbres dieron lugar a que mucha de la propia producción se deprima y, en casos, desaparezca.

Producir y consumir lo propio es lo ideal; pero, ¿qué hacer en una situación donde no hay garantías para las inversiones, el trabajo sin problemas y exigencias difíciles de cumplir? ¿Cuánto de lo existente en la industria nacional, inversiones, cultivos, etc., etc. habidos hasta finales del año 2005, subsiste ahora? Las políticas estatistas (aunque no anunciadas oficialmente) han definido acciones por las que se reconoce que toda propiedad privada “es mala” para los planes socialistas o, en casos, resultó medio para “castigar conductas neoliberales” o evitar “especulación y hasta presencia de monopolios”.

¿Cuánto hemos avanzado con políticas restrictivas a la producción? ¿Hasta cuándo tendrán vigencia los vetos a lo nuestro tan sólo por no convenir con el Gobierno determinadas conductas? ¿Cuándo gozará el país de instrumentos legales que garanticen a capitales humanos, financieros y tecnológicos? ¿Cuándo se tendrá noción de que lo importado implica crecimiento de economías extrañas, otorgación de empleo, logro de menores costos y ayuda al desarrollo de países que no siempre apoyan al nuestro?

Es urgente entender que lo propio, lo interno permite crear riqueza, generar empleo, asegurar impuestos, diversificar el mercado, incentivar la producción, ampliar el comercio, ahorrar divisas, tecnificar a los trabajadores y conseguir muchos otros beneficios que, con seguridad, contribuirán al desarrollo armónico del país. Anuncios y promesas de una legislación que apoye a lo nacional, no es suficiente; son los hechos los que logran resultados y es todo esto lo que debe entender el Gobierno que, se dice, no da los pasos precisos porque hay dudas sobre las políticas económicas que impondrá en el país. Será necesario, pues, que hayan decisiones claras y precisas, que permitan al pueblo saber a qué atenerse; de otro modo, subsistirá una especie de “espada de Damocles” que no se sabe cómo y cuándo caerá sobre las cabezas de quienes aun tienen esperanzas reales de cambio.

El Gobierno, por su propia conveniencia, tiene la obligación de adoptar conductas que hagan real la producción y consumo de lo interno sin poner trabas ni restricciones a las importaciones, puesto que aún está vigente la economía de libre mercado, aunque con restricciones por las decisiones parciales que se adopta. Saber a qué atenerse, qué posibilidades hay para el futuro, cómo se encarará la economía nacional, qué se espera para la vigencia de garantías jurídicas a favor de inversionistas nacionales y extranjeros, son algunos de los parámetros que es preciso resolver.

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El Mundo: Amigos

Una de las costumbres que nueva data, pero que ha calado hondo en el pueblo cruceño, es aquella relacionado con la recordación del día de la amistad y que permite un interesante intercambio de felicitaciones y buenos augurios, cuando no la entrega de un recuerdo significativo.

Durante los últimos años y con la posibilidad de convertirse una tradición indiscutible del pueblo cruceño, el 23 de julio es una jornada en la cual se hace presente el intercambio de saludos entre compañeros del colegio, en las universidades y también en los centros de trabajo. Ni que decir en el seno de la familia, donde la amistad se convierte en una razón más para estrechar esos vínculos de unión permanente.

Como no podía ser de otra manera, la actividad comercial está presente y a pesar de las fervientes quejas por la dificultad de la situación económica por la que atraviesan las personas, la posibilidad de hacer un presente, permite que los comerciantes saquen a la luz todos aquellos artículos que pueden convertirse en un regalo atractivo para una demostración de amistad.

A través de los tiempos, esa relación estrecha que nace en las personas que sin ningún vínculo sanguíneo gustan de tratarse de hermanos, hace que la amistad se convierta en un importante catalizador de la ciudadanía.

Por lo general, los lazos de amistad se manifiestan con mayor intensidad entre personas que tienen actividades e inclinaciones afines, por lo que los amigos suelen compartir estrechamente sus actividades cotidianas o poco menos.

Dentro de la familia, los padres asumen con interés la necesidad de conocer los amigos con los que sus hijos comparten, así como las sentencias de los dichos populares que ponen la voz de alerta en la posibilidad de que los amigos pueden influenciar en el comportamiento de las personas y esa influencia se vuelve nociva, cuando las amistades no son precisamente las mejores. En el curso de esta jornada, será muy común el hecho de ver a las personas movilizarse en la búsqueda de los amigos para poner en evidencia esa reilación.

Así como las personas, también las instituciones y hasta las naciones se caracterizan por la relación que las une y que en muchos casos están más allá de las formas de pensamiento y otros factores que pueden marcar diferencias entre ellas. Con reiterada frecuencia, desde esta columna, hemos mencionado la relación de amistad que mantiene el Presidente boliviano con los gobernantes de Cuba y Venezuela que se han convertido en sus amigos entrañables y que precisamente por esa sensibilidad característica de la amistad, suele pasar por alto grave faltas y deficiencias que han dado lugar a que las naciones a las que representan, no sean precisamente dignas de ser tomadas como un modelo a seguir y que sin embargo, por ese sentimiento de relación, se han convertido e n un referente y han dado lugar a que otras naciones los consideren afines en el marco de las relaciones internacionales.

Así como la amistad puede traer una relación que perdure en el tiempo, muchas veces suelen darse situaciones en que la amistad se rompe con una facilidad increíble y que los buenos amigos terminan compartiendo con otras personas, a las cuales ignoraban poco tiempo antes e inclusive consideraban ubicadas en posiciones opuestas.

No queremos terminar estas líneas sin desear una felicitación especial a todas aquellas personas que compartiendo con un amigo, suelen apreciar en el las virtudes y disimular fraternalmente los defectos; sin embargo, es importante también mencionar la importancia de tomar en cuenta los sabios mensajes de la abuela que en algún momento, ha insistido en la necesidad de saber escoger los amigos, para evitar tener que lamentar situaciones degradables, porque el entusiasmo con que se manifestó la amistad no hubiera sido bien correspondido.

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Opinión: Suspensión de las autoridades electas

Uno de los aspectos más polémicos que incluye la nueva Ley Marco de Autonomías es el referente al artículo que establece que las autoridades electas que enfrenten juicios penales sean suspendidas cuando el fiscal presenta una acusación formal en su contra.

El artículo ha generado una serie de interpretaciones y ha motivado la reacción de gobernadores y alcaldes de la oposición porque consideran que se trata de un instrumento que puede prestarse a la utilización y manipulación con fines políticos. Por ejemplo el alcalde de La Paz Luis Revilla, le pidió personalmente al presidente del Estado Plurinacional Evo Morales que modifique dicho artículo y el Presidente, según ha narrado él mismo  habría respondido que ?si usted no quiere esta norma, entonces me está diciendo que va a robar la plata del pueblo?.

Lo que ha dicho el Presidente parecería una deducción lógica, pues es cierto que una norma tiene dos características: una la de prevenir el delito y otra la de aplicar la sanción mediante los mecanismos procesales correspondientes y si alguien rechaza el carácter de prevención es porque a sabiendas puede afectar sus intereses o acciones futuras que vayan contra la legalidad.

Sin embargo, hay que tomar en cuenta que la norma además de prevenir y sancionar debe estar libre de la manipulación y peor con fines políticos como puede ser el artículo de suspensión de gobernadores y alcaldes. Éste parece ser el temor que tienen las autoridades electas de oposición, además del procedimiento que se emplee y que tiene que ver con la simple acusación formal de un fiscal, que en los hechos podría convertirse en una autoridad con un poder inmenso que incluso defenestre a la autoridad electa con el voto popular y que ha ganado una elección con mayoría de votos.

La norma no puede estar supeditada a las circunstancias políticas pues la misma puede ser utilizada en determinadas situaciones por la oposición cuando se convierte en oficialismo. Si es que subyacen intencionalidades políticas en una norma -como consideran los políticos de la oposición en el caso del mencionado artículo- la misma empieza a degradarse incluso antes de su aplicación.

Probablemente en la disposición para suspender a gobernadores y alcaldes el procedimiento tan expeditivo y poco equilibrado para el sindicado sea uno de los aspectos de mayor riesgo para la institucionalidad democrática. Si por un lado en criterio del Gobierno existe la intención de establecer disposiciones preventivas y que combatan la corrupción es necesario que se establezcan los procedimientos que no atropellen derechos y libertades ciudadanos y que se adecuen al ordenamiento jurídico nacional.

Si el polémico artículo ha quedado en la Ley Marco de Autonomías aprobada y promulgada, resta definir los procedimientos y reglamentos que estén basados en la garantía de procesos justos, donde la intervención de los fiscales no se preste a digitación alguna de parte del Ejecutivo.

No está demás señalar que el cuestionamiento de una ley siempre es posible porque si bien tiene objetivos para prevenir situaciones que tengan que ver con propósitos altruistas y de bien común, tampoco puede atentar contra otros principios que resguarden los derechos ciudadanos y políticos de las personas.

La norma siempre puede ser mejorada o perfeccionada y en todo caso depende de su aplicación, es decir, de la probidad con la que se ejercite y de la honestidad de los promotores judiciales en cada una de sus instancias. De ningún modo puede ser un instrumento para la arbitrariedad o la consecución de fines sectarios y menos para la persecución política.

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Clarín, Argentina: La inseguridad vial y sus responsables

Una madre y sus hijos fueron arrollados por un colectivo en Palermo, en un hecho que se integra a la serie de violaciones trágicas de las normas de tránsito que protagoniza en forma cotidiana el transporte público.

Como puede comprobarse en cualquier esquina de la Ciudad todos los días, los colectivos violan con frecuencia las luces rojas y los límites de velocidad así como no respetan la prioridad de los peatones en los giros en las esquinas. Esto sucede desde siempre y, muchas veces, ante la pasiva contemplación de los policías o controles de tránsito.

Los colectivos figuran, también, en los primeros lugares de infracciones de tránsito y de siniestros viales y estos hechos son causa de numerosas víctimas, muchas de ellas mortales, como ha sucedido el martes 20 en la esquina de Scalabrini Ortiz y Honduras.

A pesar de esto, las autoridades nacionales encargadas de la regulación del transporte, la Policía Federal, la nueva policía comunal y las autoridades y la Legislatura de la Ciudad no han tomado las medidas necesarias para revertir las conductas riesgosas y muchas veces criminales de los conductores, que parecen gozar de una sospechosa impunidad.

La muerte de un niño y los severos daños sufridos por su madre en el episodio comentado, se agregan a la nutrida lista de tragedias de la inseguridad vial, de cuya persistencia son responsables tanto los protagonistas directos de los siniestros, como quienes no toman las medidas indispensables para evitarlos.

Una madre y sus hijos fueron atropellados por un colectivo. Por la serie de violaciones a la seguridad vial protagonizada por ese medio, debe cesar la pasividad de autoridades, policías y jueces.

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