Índice de los Editoriales de Periódicos
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El Día: Evo ante el mundo
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Bajo el Penoco, El Día: El ‘otro’ caso Rózsa
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Los Tiempos: UNA LARGA PRESIDENCIA
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El Deber: Nos estamos despintando
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La Razón: Fertilizantes
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Cambio: Con el ‘chantaje bajo el brazo’
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La Prensa: Mensajes en la ONU
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El Diario: Posiciones racistas y libertad de expresión
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El Mundo: "Desafío"
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Opinión: La política y las leyes del mercado
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Clarín, Argentina: Crítico dictamen universitario sobre el INDEC
El Día: Evo ante el mundo
Había muy poco de qué hablar en Nueva York y es por eso que hubo numerosas ausencias en la reciente asamblea de la ONU, dirigida especialmente a tratar la lucha contra la pobreza y los retos del Milenio. Ya lo dijo el líder de la organismo, Ban Ki Moon, los países subdesarrollados siguen tan pobres como antes. Avanzaron muy poco, incluyendo aquellas naciones conducidas por líderes populistas, que supuestamente tenían como meta primordial sacar a las grandes mayorías de la miseria y la marginalidad.
Pese a que Evo Morales tampoco tenía qué mostrar en esa cita internacional, ahí estuvo él, con la misma actitud de pendenciero incorregible, ejemplificando mejor que nadie porqué países como Bolivia están como están. Malgastar semejante palestra para lanzar dudosos comentarios sobre su niñez estuvo bien para sus primeras visitas a la ONU, pero a estas alturas resultan fastidiosas. El Mandatario dijo que cuando era niño corría detrás de los buses para que le lancen comida y ahorra recorre eso mismos lugares en helicóptero y en avión. Les hubiera dicho que todavía hay chicos que hacen lo mismo en el Altiplano mientras que él se ha comprado un “juguete” de nada menos que 38 millones de dólares.
Ahí estuvo el Presidente, criticando el belicismo de las potencias, cuando todos saben de sus planes de comprarle armas a Rusia y China; palmeando al autócrata Mahmud Ahmadineyad, quien acababa de retar a Estados Unidos a una guerra sin final; recomendándoles a todos la receta de la nacionalización, como si su audiencia ignorara que hoy Bolivia está importando gas y que falta cemento porque no hay combustible para las fábricas; desahuciando un acuerdo con Estados Unidos, días después de que su ministro de Hacienda estuvo en Miami buscando inversores y rogando para que los empresarios se convenzan de que Bolivia no está copiando el modelo cubano, aunque los hechos demuestren lo contrario. Hoy, Bolivia está en último lugar en América Latina en inversiones y si todavía hay abundante dinero circulando en las calles es gracias al narcotráfico, según lo denuncia el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).
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O es que nuestros gobernantes piensan que la gente de afuera, especialmente los líderes políticos, no están bien informados de lo que sucede en el país. Pensarán que ignoran qué hay detrás de las absurdas poses de Evo Morales y Álvaro García Linera frente a Estados Unidos, el uno con repetidas alusiones racistas hacia Barack Obama y el otro, tratando de meter miedo sobre una posible invasión norteamericana al país, sabiendo que Bolivia es insignificante para los estadounidenses. Obviamente, Washington quiere llevarse bien con el gobierno boliviano y hasta ha ofrecido un acuerdo, pero ocurre que de este lado, lo único que buscan es la platita. Y, por supuesto, tanto aquí como allá ya saben qué hacen los señores de este régimen cuando están con los bolsillos llenos.
Por último, Evo Morales no podía volverse de Estados Unidos sin ofrecerle al mundo una idea acabada de lo que representa él y su régimen. A menos de un año de haber asumido el cargo por segunda vez, ya habló de su reelección el 2105, aunque sea por encima de la Constitución.
Pese a que Evo no tenía qué mostrar en en la ONU, ahí estuvo, ejemplificando mejor que nadie porqué Bolivia está como está.
Bajo el Penoco, El Día: El ‘otro’ caso Rózsa
El Gobierno ya tiene su “otro caso Rózsa” especialmente diseñado para los disidentes o cualquiera que decida hacerse el problemático en La Paz y sus alrededores. Se trata del “caso Schmidt” y la verdad, los involucrados no pueden quejarse, ya que, en primer lugar, no tendrán que hacer viajes largos para ir a declarar ante un fiscal. Al que hacen viajar de un lado a otro es al gringo, quien a su vez debe estar eternamente agradecido al régimen por no haber corrido la misma suerte que aquellos que terminaron como coladores en el hotel Las Américas. En segundo lugar, lo peor que les puede pasar es el arresto domiciliario, tal como ha ocurrido con el ex viceministro Gustavo Torrico y lo más probable es que los citen en calidad de “testigos”, como ha sucedido con el Defensor del Pueblo, Rolando Villena quien acaba de ser citado por el fiscal Harry Suaznabar para hablar sobre el pistolero alemán y sus nexos. Salvando todos estos pequeños detalles, en el fondo todo es lo mismo, un verdadero show cuyo argumento lo escribieron los mismos autores.
Los Tiempos: UNA LARGA PRESIDENCIA
Como el triunfalismo afecta a la razón, es probable que los actuales inquilinos de Palacio de Gobierno desconozcan los antecedentes del tema
Como quien nada dice, el presidente del Estado ha cuasi oficializado, en la cadena CNN, su candidatura en las elecciones generales de 2014. Si esto se cumple y gana esas elecciones -por el momento, no hay por qué dudar de ello dada su popularidad, una oposición desarticulada y derrotada, un órgano electoral a su medida y bonanza económica-, sería el mandatario con más tiempo en el poder: 13 años, y eso si en el lapso que nos separa de 2019 no decide reformar la Constitución e introducir la figura de la reelección indefinida.
Esto responde a que el primer mandatario es tributario de los sistemas en los que la política se reduce a cúpulas que a nombre de las mayorías deciden los destinos de la nación. En la región, estos personajes abundan y responden a diversos tintes ideológicos, al punto que algún analista ha afirmado que uno de los aportes a las ciencias políticas de América Latina es el caudillismo, que se traduce en el convencimiento del líder -y obviamente de sus áulicos- de ser imprescindibles. En nuestro historia contemporánea, los ejemplos abundan: están los Castro (Fidel y Raúl), Chávez, Uribe (aunque la Corte Suprema de su país lo salvó), Ortega, Menem, Fujimori, Kirchner, Correa… líderes que no pueden aceptar la alternancia en el ejercicio del poder, por lo cual dedican todas sus fuerzas a aferrarse a él y a sacrificar todo por ello.
Sin embargo, nada hay más cierto que aquello de que el cementerio está lleno de imprescindibles. Y en el caso boliviano esto es hasta ahora una norma. Pensemos que uno de los factores que permitieron derrotar al MNR en 1964 fue la decisión del Dr. Víctor Paz Estenssoro de forzar un tercer período; así, pese a ganar las elecciones de junio de ese año con mayoría absoluta (como correspondía), en noviembre fue derrocado por un golpe militar, que abrió un ciclo dictatorial que también tuvo sus anécdotas en cuanto a personajes que pensaban gobernar más tiempo que el prudente. El general René Barrientos tenía claras ambiciones dictatoriales y prorroguistas que probablemente se habrían concretado de no mediar el accidente que le segó la vida. El general Hugo Banzer batió los récords al estar casi siete años continuos en el poder debido, fundamentalmente, a que ingresó a Palacio infligiendo una derrota política y militar a sus opositores; ejerció el mando con dura represión y se benefició de un período de bonanza económica sin precedentes y que no repetiría sino hasta 2006. Pero, sobrevino la crisis económica y ese Gobierno y sus sucesores (incluso aquel que quiso gobernar 20 años) fueron barridos por la corriente democrática que ingresaba a la región.
Con la apertura de la democracia en 1982 y la decisión ciudadana de preservarla pese a la crisis económica, pareció, entonces, que este sistema se consolidaría. De hecho, en 1985 por primera vez en nuestra historia el presidente saliente entregó la banda presidencial al electo que no era del partido de gobierno, hecho que se repitió hasta 2010, cuando el actual presidente fue reelecto, esta vez bajo las normas de la nueva Constitución.
Como el triunfalismo afecta a la razón, es probable que los inquilinos de Palacio de Gobierno desconozcan estas historias o crean que ellos sí podrán cumplir sus ambiciones prorroguistas. Es una posibilidad. La otra, empero, es que el pueblo se canse.
El Deber: Nos estamos despintando
Pocos son, y cada vez menos, los cruceños que conservan intactos los rasgos de su personalidad, tal como los conservaron y nos los transmitieron como herencia irrenunciable nuestros mayores.
Quienes llevamos muchos inviernos sobre las espaldas, quienes vinimos al mundo en una Santa Cruz de la Sierra refundida en la inmensidad de sus pampas-montes, asistimos sorprendidos, por decir lo menos, a las transformaciones que se han operado y se siguen operando, hoy más aceleradamente que nunca, en los modos de ser, de obrar, de manifestarse, en fin, del cruceño auténtico, aquél que llenaba nuestra plaza principal y circulaba por sus arenosas calles.
A la legua, decíase en un pasado no lejano aún, se conoce al cruceño, que era el apelativo real que se daba al oriundo de esta llanura, pues lo de “camba”, una cierta intención despectiva insinuaba. En estos tiempos, en cambio, y dentro de un conglomerado de gente y con todo el mundo hablando a la vez o por turnos, resulta difícil determinar cuál es de nuestro “equipo”, pues en lo fundamental, que es el modo de expresarse, si no son las eses que rematan en silbidos, son los anglicismos, incluyendo ese “guau” perruno que tenía sus pintorescos equivalentes en el “maminga”, el “juuuju” o el “miéchica” o “miéchicaninga”.
Cierto es que la urbe cruceña, al modernizarse, ha contribuido para que muchos de los certámenes criollos se pierdan y caigan en el duro olvido. Por ejemplo, el juego de la sortija, que se desarrollaba a lomo de caballo, o el del palo ensebao, entre muchos otros que, por su naturaleza respectiva, serían imposibles sobre losetas o pavimento. Mas, ¿será que a ninguna autoridad o líder de organización civil-cultural, de las tantas que se dan sin pausa ni medida, se le ha ocurrido revivir aquellos entretenimientos de sabor auténticamente nuestro, en algún descampado suburbano?
Nos sacan amplia ventaja en cuanto a preservación de sus hitos culturales los altiplánicos que, por decir algo, mantienen todos los fulgores de su diablada, en tanto aquí ni un triste recuerdo nos merece el buri camba y menos aún otras formas primitivas y autóctonas de nuestra cultura musical y ‘danzística’.
El cruceño de hoy que habla en público, se chipa, forma nuestra de decir se enreda, las eses le llenan la boca y los giros extraños a la castiza lengua saltan por doquier e innecesariamente, pues tienen su equivalencia cabal, correcta y hasta académica, en el habla de Cervantes.
Los pueblos que hacen historia, que se perpetúan y se dan a conocer universalmente, son aquéllos que preservan celosamente su identidad cultural, sus formas de ser, sus modos de expresarse en las diversas circunstancias que propone la vida. Ésta es una verdad absoluta que nos la restregan en la cara los que han sido protagonistas de hechos trascendentales que, si no cambiaron fundamentalmente la faz del planeta, la mejoraron, la inundaron de luces y colores.
La Razón: Fertilizantes
Se trata de celebrar una alianza con Brasil para proveer gas y producir fertilizantes
Una futura producción boliviana de fertilizantes derivada del gas, aun adoptando esas economías de escala, tiene pocas probabilidades de éxito en el mercado internacional, porque a los costos se le debe añadir por lo menos $us 100/t, por el transporte hasta llegar a un puerto de exportación. Ese costo adicional saca del mercado a los fertilizantes nacionales, salvo que abastezcan un mercado que para internar el producto desde su costa hasta su zona de consumo deba gastar también más o menos ese monto. Ése es el caso del mercado brasileño para los fertilizantes.
Siendo Brasil el más grande importador de urea en el mundo, la situación parece ideal para la industrialización de nuestro gas, porque el consumo nacional no alcanza a la décima parte de una planta competitiva. Pero no es así. Petrobras tiene planeado instalar una planta cerca de la frontera, la que utilizará nuestro gas como materia prima para el 2014, con lo que abastecerá todo ese mercado.
Los embajadores del Brasil, el saliente y el entrante, indican que no existe la intención de sacar del mercado la producción boliviana al utilizar fertilizantes producidos en el Brasil con gas boliviano, y que empresas brasileñas están esperando una respuesta del Gobierno boliviano para lograr acuerdos de producción.
Debemos salvar la futura producción de fertilizantes. El planteamiento de uno de los expertos en el tema, el ingeniero boliviano Carlos Miranda, publicado en la prensa local, es creativo, soluciona esta situación y promueve una real integración.
Es una propuesta que debe ser trabajada rápidamente. En síntesis, se trata de celebrar una alianza estratégica con Brasil para proveer gas boliviano para fertilizantes al precio especial que nuestra ley manda (menos de la mitad del precio de exportación). Con ese precio, las plantas brasileñas que consuman ese gas rebajado le darían una participación accionaria en esas plantas a nuestra Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH).
Ademas, la alianza instalaría una o más plantas binacionales en Bolivia, donde la producción gozaría de ventajas adicionales, como ser rebajas de aranceles de importación, rebaja de impuestos a utilidades, precios especiales de transporte, etc., etc., que harían que los costos de producción sean más bajos que en el Brasil. Una alianza que beneficiaría a ambos países.
Cambio: Con el ‘chantaje bajo el brazo’
"Yo no era un pelele, sabe, yo mandaba. No soy como el marido cornudo que era el último que se enteraba de las cosas. Yo era el primero en saber", aseguró hace un par de días Luis Arce Gómez, quien el 17 de julio de 1980 fue uno de los cabecillas de un sangriento golpe militar que encabezara el ex dictador Luis García Meza.
La confesión del también ‘ministro de la cocaína’ desnuda la soberbia de un hombre que durante los 13 meses que duró el autodenominado ‘gobierno de reconstrucción nacional’ (1980-1981) —proclamado por los golpistas para 20 años— fue dueño y señor de vidas y haciendas. Bajo su mando, cientos de bolivianos fueron asesinados y torturados, y hubo un número indeterminado de desparecidos. Los ejemplos emblemáticos son los casos del líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz y de los líderes sociales Gualberto Vega Yapura y Carlos Flores Bedregal.
El ex ministro del Interior admitió que tiene bastante información sobre los lugares donde fueron sepultados muchos desaparecidos durante la dictadura, pero condicionó su confesión una negociación para reducir su sentencia de 30 años de cárcel porque "nada es gratis".
Es decir, quien en pleno ejercicio del arbitrario como ilegal poder que ostentaba mandaba a los bolivianos a caminar por las calles de nuestras ciudades "con el testamento bajo el brazo" y que los golpistas iban a ser "taxativos" para asesinar a quienes se oponían a la dictadura, hoy amenaza nuestra democracia porque exhibe, sin pudor, que camina con el chantaje bajo el brazo.
Este chantaje a la democracia boliviana ha sido repudiado por el gobierno nacional, políticos, ciudadanos de a pie y dirigentes de los sectores sociales, porque Arce Gómez, quien fue recluido en la cárcel de máxima de seguridad de Chonchocoro el 9 de julio del año pasado, no es una persona anciana y enferma, sino que se trata de un siniestro personaje que pese a su edad (71 años) continúa torturando a sus víctimas, no revela dónde ordenó sepultar a los asesinados por la dictadura, ya que si alguien conoce hasta los mínimos detalles de esos crímenes es él, porque "no era un pelele", porque "mandaba" y era "el primero en saber" el cruel destino que correrían los bolivianos asesinados por la dictadura garciamecista.
Arce Gómez, junto al ex dictador García Meza, es el fiel representante de un régimen genocida y narcotraficante, que proscribió las actividades políticas y sindicales, cerró las universidades y estableció la censura de prensa.
Es el responsable de las más graves violaciones a los derechos humanos, apresamientos ilegales, exilio, tortura, desaparición y asesinato de cientos de personas. En enero de 1981 fueron victimados en La Paz ocho dirigentes del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), uno de los partidos que formaba la alianza de la UDP; sólo sobrevivió Gloria Ardaya.
Tras ser expulsado a Estados Unidos por el gobierno de Jaime Paz Zamora, en 1989, la justicia estadounidense lo condenó a 15 años de cárcel por delitos de narcotráfico. Arce Gómez fue clasificado como el reo 41663-004 de la prisión Coleman Low FCI en Florida (Miami), pena que cumplió en septiembre de 2007.
Arce Gómez fue entrenado en la tristemen­te célebre Escuela de las Américas, fundada en Panamá por el Ejército de Estados Unidos. En realidad ese centro fue una escuela de dictadores y torturadores al servicio de la Casa Blanca.
Según apunta el periodista Richard Sánchez, una de las primeras medidas de Arce Gómez como ministro de García Meza fue incluir a los paramilitares en las planillas de pago del Ministerio del Interior. Des­pués reunió a las cinco principales familias del narcotráfico y les ofreció completa libertad a cambio del pago quincenal de 75 mil dólares cada una.
Además, estableció un ‘impuesto’ de 40 dólares por cada tambor de hoja de coca ven­dido a los traficantes e implantó el control total de las transacciones desde el mismo ministerio, en lo que se llamó la "narcodictadura".
También contaba con un nego­cio de taxis aéreos, formado por una flota de 12 avionetas, que le brindaba el transporte para la dro­ga y los millones de dólares que ne­gociaba con narcotraficantes de la talla de Roberto Suárez, el ‘Rey de la Cocaína’, fallecido posteriormente.
En ese contexto, si algunos bolivianos se habían conmovido por la apariencia avejentada del ex dictador, al que la televisión lo mostró —cuando fue encarcelado en Chonchocoro— como a un anciano que apenas caminaba ayudado por un bastón o en silla de ruedas, que padece varias enfermedades (próstata, diabetes y que tuvo derrame cerebral), el chantaje para que la justicia reduzca su condena para confesar en qué lugar se encuentran sepultados los restos de Quiroga Santa Cruz —y de decenas de víctimas de su dictadura— es una muestra de que sigue siendo un personaje malvado, siniestro y soberbio que todavía tortura a sus víctimas.
No otra cosa significa que no conforme con haber ordenado el asesinato de cientos de bolivianos, a 30 años del golpe aún se niegue a revelar dónde se encuentran sus víctimas y prolongue indefinidamente el sufrimiento de las familias que perdieron a sus seres queridos.
Arce Gómez también carga sobre sus hombros el secuestro, tortura y asesinato del padre Luis Espinal Camps, en marzo de 1980, cuatro meses antes del golpe, y existen fuertes indicios de que fue él quien, en junio de ese mismo año, ordenó el atentado que segó la vida de importantes dirigentes de la UDP, del que Jaime Paz Zamora salvó milagrosamente su vida.
Y ante el chantaje del ‘ministro de la cocaína’, lo que corresponde es que las autoridades jurisdiccionales inicien las acciones legales correspondientes para abrir un nuevo juicio por obstruir la justicia y otros delitos, como su intención de canjear información para hallar a los desaparecidos a cambio de la reducción de su condena.
No conforme con haber ordenado el asesinato de cientos de bolivianos, a 30 años del golpe, Arce Gómez aún se niega a revelar dónde se encuentran sus víctimas y prolonga indefinidamente el sufrimiento de las familias que perdieron a sus seres queridos.
La Prensa: Mensajes en la ONU
En el país, cuando el presidente Morales exponía en la ONU, se vivía una escasez de gas natural que afecta a todas las actividades económicas?
El presidente Evo Morales hizo importantes anuncios en la Asamblea General de las Naciones Unidas y en las entrevistas llegó a revelar que no ha descartado la posibilidad de volverse a postular como candidato en las elecciones de 2014.
Con una visión demasiado optimista sobre lo que está ocurriendo en Bolivia, el Presidente recomendó a todos los países del mundo que sigan el modelo económico boliviano, que consistiría esencialmente en no obedecer las recomendaciones del FMI y del Banco Mundial.
Pero su recomendación específica a los países que aspiren a progresar fue que nacionalicen la explotación de los recursos naturales porque, en su criterio, es la mejor manera de salir de la pobreza.
Quizá el Mandatario boliviano eligió un poco mal la oportunidad para decir estas cosas. Cuando él hablaba en Nueva York resonaba todavía en los medios de comunicación y en la opinión de las personas la crisis que vive Cuba debido a la estatización de su economía y los esfuerzos que está haciendo la administración de Raúl Castro para volver a una economía privada.
En el país, entretanto, cuando el presidente Morales estaba haciendo su exposición en la ONU, se estaba viviendo una grave escasez de gas natural que afecta a todas las actividades económicas pero se refleja en primer lugar en una insuficiente producción de cemento, lo que frena al sector de la construcción.
El desempeño de la economía boliviana en este momento no es muy envidiable, sobre todo porque el crecimiento previsto para este año, de 4,5 por ciento, será inferior al promedio de Sudamérica, que se calcula en 5,3 por ciento. En comparación con los países vecinos la figura es más difícil, pues Perú, Argentina, Brasil y Paraguay tendrán tasas de crecimiento superiores a 8 por ciento, mientras que Chile, país golpeado por el feroz terremoto de febrero, llegará a 7 por ciento.
Por lo demás, un informe divulgado en días recientes por la CEPAL dijo que, en la lucha contra la pobreza y el cumplimiento de las Metas del Milenio, Bolivia está con cifras rezagadas respecto de toda la región, pero sobre todo frente a las cifras de Chile y Brasil, que son los que tuvieron mejor desempeño.
Sería bueno que los asesores del presidente Evo Morales le advirtieran sobre estas cosas, a fin de que él no realice visitas al exterior para ufanarse de logros que, según todas las cifras, no son tales. Ignorar esos datos, de parte de un mandatario, es mostrar que no tiene conocimiento preciso de los indicadores, lo que es una falla de quienes tienen la tarea de asesorarlo.
En cuanto a su anuncio sobre la posibilidad de volverse a postular para el cargo presidencial en las próximas elecciones, pese al compromiso adquirido en 2008 de renunciar a postularse a la reelección para una nueva gestión presidencial, el Mandatario boliviano dijo a medios de comunicación norteamericanos que nada está descartado y que en su momento, en 2014, tomará las decisiones que respondan al sentimiento de los bolivianos.
La economía será, probablemente, la que decida todo eso. Y habrá que esperar que la democracia no sufra cuando se tenga que decidir la eventual postulación del Mandatario a una re-reelección.
El Diario: Posiciones racistas y libertad de expresión
En la historia de los pueblos, la libertad de expresión ha sido la base de las demás libertades y de los derechos humanos; quienes han soslayado el cumplimiento de estos principios, más temprano que tarde han reconocido haber equivocado los caminos porque, en determinado momento, el cercenar esa libertad les ha coartado a ellos mismos este gran beneficio y derecho de la humanidad.
Con criterio muy populista y con miras a -dice el Gobierno- condenar “toda forma de racismo”, se trata, mediante un proyecto de ley, en su Artículo 16, coartar la libertad de pensamiento y con él la de expresión porque nadie podría utilizar siquiera sobrenombres o motes -muchas veces dichos en mofa, en chiste o que son parte de la personalidad- sin que sea interpretado como racismo o como un atentado.
El racismo en Bolivia, si se lo ha utilizado en diferentes épocas de la historia colonial y republicana, fue práctica de pocos, no costumbre o sistema de vida utilizada por toda la colectividad, ya que el país está conformado por indígenas, blancos, blancoides, negros, criollos, cholos, mestizos y posiciones de diversa clase social y económica.
Normalmente, en la mayoría de los casos, quienes llegan a determinada posición económica, automáticamente creen haber “subido de clase” y son los propios descendientes quienes reniegan y rechazan a los que estaban antes en su anterior posición. ¿Quién o quiénes han hecho problemas por estas situaciones? El ejemplo más patético es el de jóvenes del agro que acuden a prestar servicios en el cuartel o se incorporan a la Policía, tan sólo por vestir el uniforme, rechazan, en su mayoría, hasta a sus progenitores o se avergüenzan de ellos. ¿Quién o cuándo hubo reclamos al respecto?
El problema racial y de sentido clasista es cuestión de educación, no es en modo alguno problema de rechazo o promoción de uno u otro grupo. El que durante la Colonia algunos súbditos españoles hayan hecho escarnio de los pobladores que encontraron en el “nuevo mundo”, no quiere decir que era por sentimientos generalizados, como rezan muchos textos históricos, como los escritos de Fray Bartolomé de las Casas; lo mismo ocurrió en quienes llegaron a la condición de mestizaje.
En todo caso, hablar de racismo tan sólo con miras a coartar la libertad de expresión que proviene de la libertad de pensamiento, es simple pretexto para controlar, directa o indirectamente, labores de los medios de comunicación y de quienes actúan en condición de reporteros, redactores, periodistas, editorialistas, comentaristas, escritores de artículos y análisis porque no se acepta críticas de ninguna clase, especialmente cuando se teme que la comunicación social pueda influir en la opinión pública.
Complejos de superioridad o inferioridad determinan que la libertad de expresión es contraria a la igualdad, la hermandad y la solidaridad que deben primar en todo pueblo, dado el hecho de que todos somos iguales y que el racismo es, simplemente, producto de complejos e ignorancia que finca sus razones en la política partidista y trata de endilgar situaciones racistas a quienes no comulgan con las corrientes políticas de grupos que, se dice, cuentan con mayorías étnicas en sus filas aunque no estén inscritas partidariamente, pero que hayan votado en procesos electorales.
El Mundo: "Desafío"
Mientras las instituciones vinculadas a la prensa continúan en su campaña de protesta contra el proyecto de Ley contra la discriminación, que les atribuye la acusación de ser los encargados de difundir mensajes racistas que se presentan dentro de la sociedad y que lo hacen por encargo de los propietarios de los medios. Una explicación clara del camino por el cual van las decisiones gubernamentales ha sido la afirmación del Presidente del Estado Plurinacional que se siente discriminado en su condición de indígena, por el afronorteamericano que encabeza el gobierno de los Estados Unidos.
Pero las cosas no sólo se desarrollan a nivel internacional, la mayor prueba del racismo que se presenta en la actualidad es el anuncio de la reelección de Presidente Morales para el próximo período, porque sería el único apto para ello; en tal oportunidad, los ciudadanos que no voten por el candidato que se auto designa como indígena originario, serán acusados de racismo y tendrán que someterse a la severidad de la Ley.
Tampoco los medios de comunicación estarán libres de sanciones, si quieren evitar la clausura o alguna otra medida establecida por la Ley de marras, no podrán realizar propaganda en favor de candidatos blancos y pero aún si ellos tiene alguna relación con las tendencias neoliberales u otras con las que la Ley antirracismo es incompatible.
A media que el cerco se cierra, nos damos cuenta de las connotaciones de una Ley que en principio parecía un instrumento inocente, destinado a evitar que se dé maltrato a las personas por ser mujeres, ser niños o tener la piel algo morena, como sucede con la mayor parte de los mestizos que pueblan el planeta, ya que si existen, han de ser muy pocos los pueblos que pueden asegurar que son originarios y que su raza no ha tenido ninguna alteración a través de los tiempos.
Recordemos que varios siglos antes de que los españoles hubieran llegado al nuevo continente como lo llamaron, ya habían recibido la visita de los moros, por lo que si vale el término, tampoco ellos eran a originarios.
En cuanto a los pobladores de nuestro continente, podemos asegurar que ellos fueron sólo producto de la llegada de los mongoles que cruzaron el estrecho de Bering, sino también los escandinavos que cruzaron el Atlántico por Groenlandia o los pueblos del Sur del Asia que cruzaron las islas de la Polinesia hasta llegar a lo que hoy son las costas de Chile y Perú.
Y si avanzamos un poco, también los pobladores del imperio de Tiahuanaco, cuyo fin se desconoce, fueron las antepasados de los Aimaras que en el siglo XIV fueron sometidos por los Incas que impusieron, por la fuerza, un imperio tanto o más autoritario que el que establecieron los europeos con la colonia.
Viendo la forma en que transcurrió el tiempo y los cambios que se experimentaron en la vida de los pobladores del planeta, sería más importante pensar en la importancia que tiene ver a nuestros semejantes como iguales, sin pensar en que eso tiene que suceder por una Ley impuesta por el poder del MAS, sino por todos aquellos discursos que vinimos escuchando, no sólo de la Iglesia sino de todas aquellas personas racionales que tiene las certeza de asegurar que la felicidad llegará a la humanidad cuando todos los seres humanos sean libres, iguales y se traten como hermanos, y eso no sale de una Ley, sino del seno de la familia y de las aulas de la escuela, a donde todos deberían tener el derecho de llegar.
Opinión: La política y las leyes del mercado
Los precios de bienes y servicios, en las economías de mercado, se forman en la dinámica de la oferta y la demanda. Cuando aumentan los compradores y los productores no pueden responder a ese desafío, suben. En caso contrario, es decir, un crecimiento rápido de la estructura productiva o una disminución, de carácter estructural, de los ingresos de la gente, bajan los precios. En economías fuertemente estatizadas o centralmente planificadas, en la proyección preponderante de concepciones políticas, los precios pueden ser momentáneamente regulados desde niveles estatales de decisión.
Hasta aquí, tanto en ámbito mundial como nacional, ha sido y es difícil, establecer precios mediante decisiones políticas. Un proyecto extenso y de proyecciones históricas profundas que se dio, al este de Europa, ha desaparecido como por arte de magia. La causa determinante de ese acontecimiento sorprendente ha sido de naturaleza económica. En la lógica de las decisiones tomadas por el Partido Comunista, se olvidó la importancia del mercado. En tal descuido, consciente o inconsciente, se sacrificó al ser humano como actor fundamental de la historia y de sus componentes objetivos y subjetivos.
Más allá de las concepciones metafísicas, el mercado no es sino la totalidad de habitantes de un determinado país, departamento o ciudad. Aquí en Cochabamba, el mercado somos todos nosotros, cada día salimos de nuestras casas a vender o comprar algo. Siendo nosotros el mercado, es de ahí de donde surgen las necesidades y al mismo tiempo las capacidades productivas de los grupos y de las personas. Para que esas cualidades humanas se manifiesten en su plenitud y productivamente, se requiere un orden racional, equitativo, libre. Las imposiciones políticas anulan esa proyección humana y consecuentemente generan caídas y desperdicios de diferente magnitud. Este aspecto de la economía tiene dimensiones filosóficas, por lo que debe ser estudiado y resuelto con mucho cuidado.
Actualmente, aquí en nuestro país, se ha producido un aumento importante de la masa monetaria circulante, la gente tiene más dinero y consecuentemente compra mayor cantidad de bienes y servicios. Como consecuencia del atraso, ante esa presión, la oferta no puede reaccionar en dimensión equitativa, por lo que se están produciendo dos fenómenos preocupantes: en primer lugar, el aumento de precios y en segundo lugar, la exportación de nuestros ahorros para la compra en el extranjero de lo que aquí no podemos producir. En dichas circunstancias, quizá la vía de las regulaciones políticas, sea necesaria pero, debe ser adoptada con mucho cuidado para no agravar aún más la crisis. Casi siempre las disposiciones gubernamentales asustan a la población y generan reacciones contraproducentes. Sería positiva una acción conjunta entre Gobierno, empresa privada y entidades que representen a los consumidores. No debemos olvidar que la debacle de la UDP comenzó con estas manifestaciones. Claro que la diferencia de la economía actual, con la de aquel entonces, es inmensa.
Clarín, Argentina: Crítico dictamen universitario sobre el INDEC
El informe sobre el INDEC producido por Consejo Académico de Evaluación y Seguimiento (CAES), convocado por el propio Gobierno, establece con claridad los procedimientos con los que se ha distorsionado el Indice de Precios al Consumidor y reducido la calidad del trabajo del organismo.
En 2006, y como respuesta a un incremento de la inflación,el Gobierno intervino el INDEC, desplazó a funcionarios de primer nivel y comenzó a modificar los sistemas de evaluación del Indice de Precios al Consumidor. Lo que en un primer momento pudo ser interpretado como una forma ilegítima pero transitoria de frenar expectativas, se convirtió en una práctica que perdura hasta nuestros días.
Hasta ese momento, el índice oficial de precios minoristas evolucionaba en una franja con índices provinciales y estimaciones privadas. A partir de la intervención, los provinciales y privados siguieron avanzando al mismo ritmo, mientras el oficial, comenzó a registrar incrementos notoriamente inferiores.
Esta brecha fundamentó las denuncias realizadas sobre la manipulación de la estadística para que no reflejara la inflación real. De este modo se distorsionaba, también, los indicadores y contratos públicos y privados, que son ajustados por Precios al Consumidor, lo cual genera una incertidumbre generalizada sobre la situación real de variables claves de la economía. De hecho, ni el sector privado, ni los sindicatos ni tampoco el Estado toman en cuenta el Indice oficial en los ajustes que realizan, como sucede en salarios privados y públicos, precios, alquileres y otros. Por caso, el informe del CAES precisa que, entre marzo de 2007 y abril de 2010 el Indice de Precios al Consumidor aumentó un 28% mientras el salario nominal lo hizo un 80%.
Ante las crecientes manifestaciones de preocupación, el Gobierno creó, en julio de 2009, el CAES, formado por técnicos de cinco universidades nacionales. Desde que comenzó a funcionar, el Comité debió enfrentarse no sólo con la reticencia del INDEC a proporcionar la información necesaria para llevar a cabo la tarea de evaluación encomendada, sino también con actitudes irrespetuosas y agresivas como las que habitualmente toman funcionarios del Gobierno. Finalmente, el CAES emitió un informe en el que consigna una serie de procedimientos que afectan la calidad y la credibilidad del Indice cuestionado.
Entre ellas figuran una fuerte reducción en la cantidad y variedad de productos computados, tomar en cuenta precios informados por organismos públicos en lugar de los relevados en los comercios y una reducción en el número de locales en los cuales se relevan los precios.
El informe también señala que, desde el momento de la intervención el INDEC aumentó un 42% su personal, pero redujo el nivel de formación del mismo y produce menos información que antes, lo cual da cuenta de un un deterioro importante de la operatividad del organismo. Como parte de este cuadro, el CAES cuestiona, también, que el INDEC no haya dado participación a organismos e instituciones académicas en el diseño del Censo Nacional de Población que se realizará el próximo 27 de octubre y cuya preparación ha recibido críticas de especialistas en el tema.
El dictamen desautoriza los argumentos oficiales en defensa del INDEC y muestra la necesidad de restaurar el funcionamiento del organismo y la calidad de sus estadísticas.
El informe del CAES, convocado por el propio Gobierno, da cuenta de distorsiones en el cálculo del Indice de Precios al Consumidor y en el deterioro de la capacidad operativa del organismo. La manipulación de las estadísticas produce una creciente brecha entre indicadores públicos y privados y el del INDEC. Esto genera incertidumbre sobre el cálculo económico y refuerza la necesidad de restaurar el funcionamiento del organismo.