Urenda: “El MAS destruye al país y pararlo es obligación moral de Santa Cruz”


URENDA El ideólogo de las autonomías dice que es importante que ingresen nuevos líderes al escenario político sin cuestionamientos con el pasado, con un buen nivel y con mucha capacidad propositiva. Por su peso, Santa Cruz tiene una responsabilidad ante el país.

Su perfil

Estudió Derecho en la Universidad Gabriel René Moreno de Santa Cruz e hizo un Máster en Derecho en la Universidad de Harvard, EEUU.

Sus cargos públicos • Fue el ideólogo del proceso autonómico departamental, proyectista del referéndum por autonomías y asesor honorario externo de la Prefectura.



Lúcido, visionario y seguro había aparecido el ideólogo de las autonomías en su campaña hacia la Gobernación cruceña, pero los resultados no lo favorecieron. Ahora, después de ocho meses tras del fragor político, decidimos entrevistarlo al llegar a los 200 años de la liberación de Santa Cruz. Fue entonces que cuestionó los actuales liderazgos cruceños sin propuestas, sin respuestas y con muchas sumisiones al Gobierno central, que inciden en la postergación de un sueño autonómico que enamoró a Santa Cruz y que subió hasta los Andes y, finalmente, que el desafío de Santa Cruz debe ser detener el proyecto totalitario del Movimiento Al Socialismo que “está destruyendo a Bolivia”.

¿Cómo llega Santa Cruz a los 200 años en lo económico, social y político?

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En lo económico llegamos menos pobres que las otras regiones de Bolivia, pero en niveles inferiores de la media latinoamericana y con una tendencia negativa hacia el futuro por cuanto en los últimos años Santa Cruz ha sido el penúltimo departamento de Bolivia en crecimiento económico. Lo de la “locomotora” es hoy por hoy una mentira.

En lo social seguimos con índices intolerables de pobreza y de desigualdades sociales y ello constituye una bomba de tiempo que hay que desarticular, generando mucha más inversión pública dirigida a aliviar la pobreza. La generación de obras de infraestructura dirigida a incrementar la producción y la riqueza (como el proyecto Rositas) y el incremento sustancial en los rubros de educación y salud son tareas perentorias de este departamento.

En lo político llegamos desequilibrados con relación a nuestro eventual desarrollo económico y humano. El deterioro general de los partidos políticos llamados “tradicionales” que hizo aguas en el país, ha influido enormemente en el deterioro de la clase política cruceña, ya que esa mala experiencia ha hecho que la actividad política no sea atractiva para la mayoría de las mujeres y hombres con vocación de liderazgo y capacidad propositiva. Además, el montaje del caso de “terrorismo-separatismo” ha minado la moral de una buena parte de la clase dirigencial cruceña, que no supo instrumentalizar una defensa inteligente y desgraciadamente han acabado pagando con su libertad moros por cristianos. El control del partido de gobierno de dos tercios de la Asamblea Legislativa deja prácticamente sin ningún margen de acción a una oposición carente de buenas ideas. Todo aquello ha influido para que las autoridades y representantes departamentales, salvo honradas excepciones, carezcan en absoluto de estrategias propositivas conjuntas.

En el otro bando, el MAS ya no esconde su ímpetu absolutamente autoritario: controla todos los poderes del Estado y avanza en la restricción de derechos ciudadanos como la destitución de autoridades elegidas o en coartar la libertad de expresión so pretexto de “racismo”, y, para colmo, ya empezó a articular la reelección presidencial para gobernar hasta el año 2020. El MAS ha copado ya gran parte del territorio nacional y nada hará que por obra de magia eso se desvanezca. Y, desgraciadamente, el MAS, en su desenfrenado afán totalitario, revanchista y racista, va a acabar destruyéndose y de paso va a destruir a este país y es obligación moral de Santa Cruz no mirar de palco esa destrucción.

¿Cómo debería proyectarse Santa Cruz hacia adelante?

Debemos empezar diciéndonos la verdad. Santa Cruz necesita angustiosamente renovar su liderazgo. Eso es algo con lo que todos concuerdan pero muy pocos actúan y eso nos traerá graves consecuencias. Debemos buscar la unidad siempre y cuando ello no signifique perpetuar mediocridades o impunidades. Si seguimos con lo mismo vamos a seguir consiguiendo lo mismo. Es importante que ingrese al escenario político una nueva generación sin cuestionamientos con el pasado, con un buen nivel y con mucha capacidad propositiva. Santa Cruz tiene una responsabilidad enorme con el país dado su peso específico. Bolivia toda mira a Santa Cruz y aquí no se está haciendo nada importante por el país. Es un imperativo que la dirigencia cruceña se proyecte en base a capacidad propositiva, lúcida, sin agresiones. No me canso de decirlo, la única herramienta que tenemos los cruceños en la construcción de un mejor país es nuestra capacidad propositiva, sin complejos. Por eso tenemos que liberar las nuevas generaciones de políticos y apoyarlos. Lo que es bueno para nosotros debe ser bueno para toda Bolivia.

¿Y el proceso autonómico en qué queda después de haber sido incorporado en la Constitución Política del Estado?

Entre otras cosas, es perentorio que recompensemos la fe que puso la gente en el proceso autonómico antes que acabemos perdiéndolo todo en ese terreno ante un gobierno claramente centralista. Para encarar esa lucha hacia el futuro, no debemos mentirnos ni generar falsas expectativas a la población y debemos considerar una estrategia destinada a modificar, en la medida de lo posible, la madre del cordero: las competencias constitucionales. Se trata de proponer una alternativa que vaya al fondo, para no seguir haciendo, diciendo ni proponiendo tonteras.

El Día – Santa Cruz