CRIMEN. En la Gobernación temen que el caso quede en la impunidad. Aún hay dudas de que el asesinato de Rony Suárez haya sido por robo. El secretario de Autonomía, Mauricio Paz ve “poca transparencia en la investigación. Se teme que los acusados aparezcan muertos y que después se implique en el hecho al gobernador para desestabilizarlo políticamente”.
POMPEYA. Ésta es la calle José del Castillo, donde el sábado murió de cuatro disparos Rony Armando Suárez Sattori
Guider Arancibia. Trinidad, El Deber
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Los fiscales que investigan el asesinato de Rony Armando Suárez, hermano del gobernador beniano, Ernesto Suárez, están gestionando la entrega voluntaria de los dos supuestos autores del crimen, Alexander R.Z.R (Rino) y Luis Alberto A.C. (Peta), que continúan prófugos desde el sábado 18, día en que ocurrió el hecho en el barrio Pompeya, de Trinidad.
Así lo manifestó la fiscal Silvana Rojas, que señaló que a través del familiar de uno de los acusados se está gestionando la entrega de éste, aunque no precisó de quién. “Sabemos que estas negociaciones son complejas y que la investigación es dificultuosa, pero estamos en buen camino”, expresó.
Para Rojas, existen numerosas denuncias por robo agravado contra ambos sujetos, pero que sólo Rino ha sido procesado.
Mientras tanto, en la Gobernación aún hay dudas de que el asesinato de Rony Suárez haya sido por robo. El secretario de Autonomía, Mauricio Paz, indicó que hay temor que el caso quede impune y sin esclarecer. “Vemos poca transparencia en la investigación. Se teme que los acusados aparezcan muertos y que después se implique en el hecho al gobernador para desestabilizarlo políticamente”, dijo.
Por otro lado, a pedido de la Fiscalía, la fuerza antidrogas practicará un aspirado a la vagoneta donde viajaba Rony Suárez.
Hay varios testigos
“Yo escuché disparos, salí a la calle y vi a un hombre herido que estaba tendido. Una jovencita pedía auxilio, decía que era su hermano”, contó una vecina del barrio Pompeya. Otra mujer, que trabaja en una empresa, contó que esa noche vio a tres hombres y a la muchacha, incluso indicó que había un guardaespaldas de uno de éstos, apodado Negro, pero que no hizo nada para detener a los asesinos.
Otros creen que los autores del crimen huyeron en avioneta y que la mujer que acompañaba a Suárez no regresó más a la casa del barrio Pompeya donde alquilaba una habitación.