El presidente de Bolivia, Evo Morales, confirmó el viernes en La Paz sus viajes a Japón, los días 7 y 8 de diciembre, para encontrarse con el emperador Akihito y el primer ministro nipón, Naoto Kan, y también a México, sede de la Conferencia sobre Cambio Climático (COP 16), dos días más tarde.
Morales viajará a Tokio "a firmar convenios y acuerdos, entre ellos los de la geotérmica de Potosí" y de regreso "pasaré por Cancún a aportar a la lucha de los pueblos por el cambio climático y a recoger las propuestas de los movimientos sociales" de diversas regiones del mundo que ya se han instalado en ese balneario mexicano, donde entre el 9 y 12 de este mes se reunirán los líderes de 34 potencias industrializadas, afirmó durante una conferencia de prensa dictada en su residencia en La Paz.
Los viajes del mandatario boliviano quedaron en duda debido a la lenta recuperación que acusó tras una intervención quirúrgica en una de sus rodillas.
El trance de salud le obligó a excusarse de viajar a la ciudad argentina de Mar del Plata, sede de la Cumbre Iberoamericana que abre fuegos este viernes.
Morales advirtió hoy mismo que los movimientos sociales y populares del planeta verán la forma de contestar si las potencias industrializadas desconocen, en la COP 16, auspiciada por Naciones Unidas, el Protocolo de Kioto y las recomendaciones de la I Conferencia Mundial de Pueblos Sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, verificada en abril último en Bolivia, al tiempo de denunciar intentos por redactar un documento en la línea de Copenhague.
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La visita de Morales a Japón se registra en el momento más prominente de la relación bilateral y, por simple paradoja, encuentra a la Bolivia en vías de desarrollo y al industrializadísimo Japón en las veras opuestas de la reunión de Cancún, que debe pronunciarse sobre las observaciones al Protocolo de Kyoto, de 1997, y los extendidos reclamos a los países desarrollados para la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y en consecuencia de la temperatura del planeta.
Durante su permanencia en Japón, Morales realizará una visita protocolar al Emperador del Japón y también se verá con el Premier nipón.
Se trata de la segunda visita de Morales a Japón. La primera se registró en marzo de 2007.
Japón se ha convertido en el principal cooperante de Bolivia.
La relación boliviano japonesa data de 1899, cuando comenzó a fluir una corriente migratoria a Bolivia, donde han echado raíces alrededor de 13.000 descendientes de japoneses, principalmente en las tierras bajas del país andino amazónico.
Además de Francia, Brasil, Irán y Corea del Sur, Japón ha expresado interés en formar consorcio con Bolivia para desarrollar la industria en potencia del litio boliviano.
Por vía de su embajador en La Paz, Toshio Watanabe, Japón ofreció recientemente cooperación científica para que Bolivia desarrolle, por sí misma, su proyecto para producir, a escala industrial y con fines de exportación, carbonato de litio, entre 2013 y 2014.
En sus promisorios acopios del sudoeste andino, Bolivia posee la primera reserva de litio del mundo, estimada en 100 millones de toneladas, equivalente al 70% del total planetario.
ABI