Seis cárceles cierran puertas a reos

Los internos de las cárceles en Bolivia radicalizaron su protesta por el hacinamiento y el aumento del prediario. El Defensor intenta mediar, pero los internos no quieren más gente.

image Sucre. Reos tanto varones y mujeres de la cárcel de San Roque en huelga de hambre por mejores pre diarios y contra el hacinamiento, el 24 de febrero pasado. Foto: AFKA

Los internos de las cárceles radicalizaron su protesta por el hacinamiento y el aumento del prediario, ya son cinco los penales en Cochabamba, además de la prisión de San Pedro de la ciudad de La Paz, que han prohibido el ingreso de nuevos detenidos y la salida de internos a sus audiencias.



El Defensor del Pueblo, Edwin Claros, intenta mediar pero lamenta la poca voluntad de las autoridades para atender las demandas de los reclusos.

Para cubrir el aumento del prediario de 5,50 bolivianos a 15 la Dirección Nacional de Régimen Penitenciario requiere de al menos nueve millones de dólares, lo que significa el triple del presupuesto actual. Los internos denunciaron que es inviable vivir con 5,50 bolivianos en los penales, que además se pagan con dos meses de retraso.

En tanto, el representante de los presos de la cárcel de San Pedro de (La Paz), Dante Escobar, afirmó, "no hay dónde meterlos (a los presos). Que se los lleven a sus casas, a sus jardines, al Ministerio de Gobierno o a las iglesias".

La protesta comenzó el martes cuando los detenidos se parapetaron en la puerta del penal de San Pedro de La Paz para impedir el ingreso de más detenidos y continuaba el miércoles, dijo Escobar.

En el penal de El Abra, los presos quemaron llantas, y pintaron pancartas pidiendo la renuncia del ministro de Gobierno, Sacha Llorenti y del Director Nacional de Régimen Penitenciario.

Los detenidos acceden a una sopa de tres bolivianos y un desayuno de dos. Muchos optan por hacer una olla común o depender de la ayuda de los familiares.

LAS CIFRAS DEL HACINAMIENTO

El 74 por ciento de los internos recluidos en San Sebastián son detenidos preventivos. Sólo un 26 por ciento purga una condena de primera instancia o ejecutoriada.

Según los juzgados de ejecución penal, que supervisan el cumplimiento de condenas, desde la promulgación de la Ley 007/10, para endurecer los requisitos para la libertad condicional, el hacinamiento se ha incrementado. Se estima que la capacidad de los penales ha sido rebasada en un 400 por ciento. A ello se añade la asimetría de los ingresos y salidas: Por cada cinco liberados al día hay 15 nuevos detenidos.

En San Sebastián, la cárcel más llena del departamento hay 615 detenidos a pesar de que la infraestructura está diseñada para un máximo de 300 personas.

En El Abra, la cárcel de máxima seguridad, hay 380 detenidos y el 70 por ciento de ellos viven con sus familias. En San Antonio existen 358, en San Sebastián mujeres 200, en San Pedro de Sacaba 198 y en la carceleta de Arani 18.

Se estima que en el departamento hay unos 2 mil detenidos y la situación es comparable al hacinamiento de las cárceles antes de la aplicación del nuevo Código de Procedimiento Penal, hace más de una década.

Los Tiempos