Desviaciones peligrosas

image

Dejar pasar estos episodios daría vía libre a un proyecto autoritario sobre la base del miedo, la delación y el hostigamiento.

Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Apologistas

  2. El Día: Con los alimentos no se juega

  3. El Día: En busca de otro mundo

  4. El Día: Bolítica

  5. El Día: Más coca y más cocaleros

  6. El Día: El fantasma de la inflación

  7. Los Tiempos: DESVIACIONES PELIGROSAS

  8. El Deber: Bloqueo de carreteras

  9. Cambio: Se impuso el diálogo

  10. La Prensa: ¿Fin o principio de las negociaciones?

  11. El Diario: ¿Aún habrá espacios para los partidos políticos?

  12. El Mundo: Poco convincentes

  13. Clarín, Argentina: Un hombre que nunca pierde los modales, pero se enoja




El Día: Apologistas

Hasta diatribas hay, entre tanta crítica, contra el Gobierno del pluridesastre que hoy impera en el país. Pero también leo, y se publican, apologías sin sentido, salidas de la pluma de intelectuales de izquierda, que magnifican lo nada que su líder neoindígena, como se pudiera decir neofascista, ha hecho para levantarnos. La inclusión, no intrusión, del indio en la política nacional era inevitable, parte de un proceso histórico que ya superaba el anacronismo racista que caracterizó a esta sociedad. No fue resultado de las dotes extraordinarias del falso mesías, que, a medida que pasa el tiempo, se descubre como un simple, ruin, pasapelotas, sin desprestigiar a los muchachos que se ocupan de tan decente labor.

Los adláteres de la izquierda nacional recurren incluso a Marx, para justificar los desmanes que se cometen en nombre de la pobreza. Para ello deben sacrificar a los obreros y su sindicato, la Central Obrera Boliviana, que de la noche a la mañana se convirtió en reaccionario, siendo los únicos representantes del progreso y la revolución los nuevos ricos cocaleros, que acumulan un mínimo porcentaje en relación a los réditos que terminan en financieras y bancos del capital internacional, reinvertido en el viejo drama que recordaba Galeano de la nueva clase y los artículos suntuarios. Para lo demás son inservibles, para fomentar educación, para crear infraestructura, y menos, mucho menos porque no hay mayor depredador que ellos, para proteger el medio ambiente.

No comprendo el razonamiento de mis colegas en defender lo indefendible. ¿Luchar contra el capitalismo, lucrando a costa de él, y fortaleciéndolo? Acá no existe ideología sino tráfico, peculado, hurto, violación; sin asomo de decoro, ni para nombrar honestidad, los jerarcas de esta mixtura informe y pestilente han perdido vergüenza, peroran como frailes en púlpito y preparan suntuosa huida ya que vieron que no podrán quedarse. Inventan mares y ballenas blancas, mienten con números y dineros que nadie a excepción de los amos ve.

Habrá que pedir a Paquita la del barrio que les dedique una canción, peor que aquella de rata de dos patas, porque éstos ni ratas son, escatólogos ambulantes que el Quijote haría trizas con su adarga. ¿Qué no les faltan recursos para salir del paso, una y otra vez? Bueno, tantos son, que juntando todo saldrá algo, algún pensamiento, una jugarreta, una coartada que insufle oxígeno -casi siempre parece el último- para que continúen a flote. Pero hablamos de economía, no de manipulaciones, y la plata es implacable, no permite que la mentira se extienda lejos de sus límites. Cuando se peca, castiga.

Echan los dedos al eterno recurso del mar, tanta agua donde ninguno se irá a bañar, y, ya previsible con la documentación de infamia con que contamos, los “reos confesos”, bien de terno y sonrientes, se alían con el papanatas para hacer campaña de paroxismo, patriotismo no, en orden de recuperar el mar (su orgullo quedó irrescatable), y se fotografían, de empanadas todos en un gobierno ambiguo, mientras en las noticias salen como los “ex”, ex presidentes en verdad son, pero activos lameculos.
 

Ir al Indice

El Día: Con los alimentos no se juega

Que Cochabamba fue el “granero de Bolivia”, lo aprendimos en el colegio. Que su producción de maíz, trigo, frutas, verduras, leche, etc., alcanzaba para sí y para el mercado boliviano, también. Lo triste lo estudiamos luego: cómo la Reforma Agraria de los ’50, queriendo democratizar el acceso a la tierra en Bolivia, tuvo un éxito político —dotando tierras ajenas— pero un pésimo resultado económico.

La confiscación de haciendas para acabar con el “latifundio” destrozó el sistema de producción cochabambino, convirtiendo un verdadero vergel, en muchísimos “minifundios” improductivos. Hoy, Cochabamba no es más la célebre productora de antes. Cedió su sitial a Santa Cruz, que le sacó ventaja en casi todo el espectro agroalimentario. Que Santa Cruz lidere la producción de arroz, maíz, trigo, soya, girasol, frejol, etc., vaya y pase, pero que sea ¡el primer productor de papa del país! dice muy bien del modo de producción cruceño. No sólo los lugareños o los extranjeros que trajeron tecnología producen y triunfan en Santa Cruz, sino también los exitosos migrantes de todo el país que labran la tierra cruceña y que ayudaron a convertirlo en el proveedor natural de alimentos para Bolivia. Sin embargo, hay negros nubarrones en el horizonte.

Al igual que la entusiasta ala redistribuidora de tierras de la Reforma Agraria, que no tuvo mejor idea que fragmentar las propiedades agrarias medianas y grandes para otorgarla a los trabajadores de las haciendas productivas, o repartirla entre las comunidades, este mismo peligro se cierne hoy sobre el “nuevo granero boliviano”, como le escuchara decir al ex viceministro de Tierras y especialista en Derecho Agrario, Dr. Luis Fernando Asturizaga.

La actividad agropecuaria extensiva en Santa Cruz evitó la fragmentación de la tierra “reconociendo y valorando la iniciativa y la inversión privada y —algo fundamental— estableciendo la propiedad individual y los medios modernos de producción, como la maquinaria y la tecnología”, dice el experto. Empero, las señales que se perciben —la forzada dotación de tierras y el avasallamiento— amenazan la producción a escala y su orientación industrial-comercial.

Y es que, desde la Reforma Agraria, las políticas estatales para el agro fracasaron. Hoy también se enajena tierras por “no cumplir la función económica y social”, se las cede a comunidades, se les da maquinaria, pero al final del día el “comunitarismo” y la falta de orientación al mercado lo echan a perder todo.

No sólo falla el plan de dotación —como a la TCO de Alto Parapetí, con 15.000 hectáreas confiscadas para 500 familias de las que sólo hay 30 viviendo en malas condiciones— sino que la tónica redistributive parecería haber cambiado de “la tierra es de quien la trabaja” a “la tierra es de quien la avasalla”.

Y no sólo es el cruceño o el extranjero, el afectado. Un exitoso migrante potosino, don Tomás Juchani, sufre hoy el avasallamiento de su propiedad por “4 Cañadas”. Impotente, vio cómo 200 personas quemaron uno de sus campamentos para convertirlo en una “canchita de fútbol”, para su relax. El INRA no los desaloja, y lo mismo pasa con otros propietarios.

Si los errores redistributivos se repiten o se impone la lógica de la fuerza, puede repetirse lo de Cochabamba. Y si el abastecimiento de alimentos corre riesgo, las autoridades deberían actuar, por su propio bien. Ya se sabe lo que pasa en las calles cuando los alimentos faltan, o cuando éstos suben de precio.

Gary Rodríguez es economista y gerente general del IBCE

 

Ir al Indice

El Día: En busca de otro mundo

L     as crónicas del espacio señalan que el primer hombre que conquistó el espacio, el cosmonauta ruso Yuri Gagarin, al circunvalar el planeta expresó su sorpresa con estas palabras: “Estoy viendo la Tierra, tiene un hermoso color azul”. Enseguida, embargado de emoción, dijo: “Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos”. Fue un 12 de abril de 1961. Eran tiempos en que el mundo estaba en una Guerra Fría. Las armas estaban en apronte y la paz era algo que se antojaba como una delgada lámina de cristal. La confrontación ideológica entre capitalismo y socialismo había dividido al mundo en dos partes, amenazadas ambas por la hecatombe nuclear.

Quizás por ello, las palabras del cosmonauta ruso tuvieron trascendencia. No sabemos si fue una coincidencia, pero en la misma fecha, un 12 de abril, pero de 1981, se lanzó el primer Transbordador Espacial en Estados Unidos, por lo que la fecha del primer viaje al cosmos se convirtió en una celebración internacional: La noche de Yuri, que convoca  a más de 34 países con más de 75 eventos individuales, entre ellos los de Los Ángeles, Estocolmo, Antártida, Tel Aviv, Tokio y la Estación Espacial Internacional. Los seguidores de esta celebración tratan de estimular el surgimiento de una comunidad global comprometida con el futuro de la exploración espacial, con liderazgos responsables en este campo. Un intento de salvar al Planeta Tierra de la destrucción.

La tragedia desencadenada por la central nuclear de Fukushima, en Japón, luego del violento y destructor terremoto que alcanzó la escala 9 de Richter, y el posterior tsunami (maremoto) que sembró la muerte y la desolación, puso de relieve el grave peligro de la energía radioactiva cuando ésta no es controlada. La contaminación del aire, el agua, la tierra y las personas supone un grave daño a la salud y a la vida en el planeta. Y que conste que los armamentistas celebrarían una nueva guerra mundial nuclear, aunque esta mate a medio mundo. Son los armamentistas los que estimulan las guerras y los conflictos en todos los confines de la tierra. Este afán destructivo es un riesgo real.

Es inevitable mencionar la paranoica acumulación del capital, que hace pobre a la tierra y a la mayoría de los hombres, aunque hace ricos a unos pocos. La boyante industria sin conciencia ecológica contamina mares, ríos, aire y suelos. Los que hacen de la sociedad del dinero su ideal, olvidan la fragilidad del ecosistema terrestre. Todos los astronautas después de Gagarin observaron la Tierra desde el espacio y la llamaron Planeta Azul. El dominante color azul se debe a los océanos y gases de la atmósfera, componentes externos a la corteza terrestre, que son justamente donde se dan las condiciones para que se desarrolle y mantenga la vida, condiciones que son únicas en todo el sistema solar.

Sin embargo, parece que nos empecinamos en ignorar lo esencial. Y lo esencial es proteger el mundo, defenderlo de las políticas económicas destructivas, preservar la vida. Aún es posible un mundo mejor, aunque muchos ya han perdido las esperanzas. Pero debe animarnos el grito de optimismo y temeridad del primer hombre que viajó al espacio –al menos en la historia que conocemos- cuando dijo: “¡Poyejalí! (¡Vámonos!)”, al comenzar el despegue de la nave Vostok 1. El destino parece señalar que seamos o no de este mundo, siempre estaremos buscando otro, por los tiempos de los tiempos, quizá porque ese es el origen de nuestra existencia. Nuestra semilla.
 

Ir al Indice

El Día: Bolítica

"Se debe identificar a los policías que agredieron a periodistas y maestros rurales durante los enfrentamientos en la Apacheta. Estos incidentes constituyen un atentado contra los derechos humanos y la libertad de expresión".

Rolando Villena
Defensor Del pueblo


Se dice que: El ministro de Gobierno anunció una investigación sobre los abusos policiales en las marchas de la COB y poco después se anunció el retiro del comandante regional de la Policía de El Alto, Félix Molina.


"Se enviará una queja documentada de las organizaciones nacionales al Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas y a la OEA. Fue la peor agresión y vulneración a la libertad de expresión y acceso a la información".

Antonio Vargas
Fiscal de la asociación de periodistas de la paz

Ir al Indice

El Día: Más coca y más cocaleros

Al presidente Morales no le ha debido caer tan mal la propuesta de sus compañeros del trópico cochabambino, aunque de boca para afuera, él dice estar preocupado por el aumento de los sembradíos de coca ilegales, cuya producción se destina al narcotráfico. Los cocaleros de la zona de San Gabriel le han pedido dos catos en vez de uno y que también se incremente el número de afiliados a las federaciones que agrupan a los cultivadores del Chapare. Seguramente el jefazo se relame por decirles que sí, especialmente cuando se trata del reclutamiento de más compañeros, sobre todo después de que sus aliados trabajadores y de otros sectores sociales le están resultando muy protestones y bloqueadores. Amalaya todos sean cocaleros en el país.

No protestan, no se quejan, no bloquean. Todos tranquilitos. Les está yendo demasiado bien y eso no deja de quitarle el sueño al presidente, quien les ha pedido respetar nomás el cato, de una extensión de 40 metros por 40. Además de que le hacen mala fama, el narcotráfico está generando demasiado circulante en el país y eso genera inflación.

Tanta plata y tan poco en qué invertir, obliga al Gobierno a hacer compras estrafalarias como un satélite y gastar en viajes. Así la inflación se va a la China.
 

Ir al Indice

El Día: El fantasma de la inflación

El Gobierno ha estado cruzando los dedos para que la zafra cañera resulte mejor de lo esperado y hasta se adelantó a anunciar que este año habrá suficiente azúcar para abastecer el mercado interno. Desde los ingenios acaban de informar que la molienda se retrasará casi un mes porque la sequía ha afectado severamente a los cañaverales y es casi seguro que se repita la historia de escasez, largas filas e importación de azúcar vía aérea. Inmediatamente, la ministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, anunció que durante el 2011 se mantendrá el veto a las exportaciones, pese a que el presidente Morales había prometido lo contrario.

Con el maíz, un producto clave del que dependen los precios de muchos comestibles como el pollo y la carne de res, la situación podría resultar peor todavía. De acuerdo a los cálculos, el déficit en la producción de maíz podría superar las 250 mil toneladas, cifra que si bien es inferior a la que se registró el año pasado, no alcanzará para frenar la escalada inflacionaria de esta cadena alimenticia, cuyo indicador más claro es el quintal de maíz que no baja de los cien bolivianos y que ha colocado el kilo de pollo a 18, más del doble de lo que se pagaba hace un año.

Cientos de funcionarios de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), están recorriendo los campos de cultivo de Santa Cruz para hacer compras masivas de todo lo que puedan acopiar. Prometen precios superiores a los del mercado aunque los productores desconfían, pues el pago es a largo plazo y los descuentos les dejan la sensación de que todo es un “cuento del tío”. Más o menos como la promesa de convertir a Emapa en una institución promotora de la expansión agrícola o como aquellos créditos con cero intereses de los que habló el presidente Morales.

El Gobierno tal vez pensó que con algunas arengas y más promesas incumplidas se iba a cambiar la historia de la producción de alimentos en el país, atacada sin piedad durante los cinco últimos años por una política suicida. Los resultados de semejante acto de barbarie económica, se han registrado en febrero de 2011, con la mayor caída de las exportaciones no tradicionales (soya y derivados principalmente) de los últimos cuatro años, lo que equivale a 60 millones de dólares menos que el 2010 y 92 millones por debajo del 2008.

Lo que ocurre ahora con el gran temor del Gobierno a incrementar los salarios más allá del 10 por ciento, responde al hecho de haberle visto la cara al monstruo que él mismo engendró. Los precios de los alimentos en Bolivia han subido un 18,5 por ciento en los últimos doce meses y obviamente, las consecuencias podrían ser aún más nefastas con un aumento salarial que naturalmente producirá un incremento de la demanda. Lo más triste de todo es que ni siquiera hay suficiente comida en el país para abastecer los requerimientos actuales.

El ministro de Economía, Luis Arce Catacora, acaba de afirmar que la inflación es buena para frenar el contrabando, insólita declaración que deja bien claro cuál es el fantasma al que le teme el Gobierno. No se trata de las manifestaciones de la COB ni los bloqueos, pues de eso sabe mucho este régimen, que ha demostrado suficiente talento para reprimir y abalanzarse contra las barricadas de los trabajadores.

Ojalá que las virtudes de la inflación de las que habla el ministro tengan eco en la población, de lo contrario, la gente comenzará a preocuparse por lo que ya vaticinó el vicepresidente García Linera, es decir el fantasmagórico periodo de la UDP.
 

Lo que ocurre ahora con el gran temor del Gobierno a incrementar los salarios más allá del 10 por ciento, responde al hecho de haberle visto la cara al monstruo que él mismo engendró. Los precios de los alimentos en Bolivia han subido un 18,5% en los últimos doce meses y obviamente, las consecuencias podrían ser aún más nefastas con un aumento salarial que naturalmente producirá un incremento de la demanda.

Ir al Indice

Los Tiempos: DESVIACIONES PELIGROSAS

Dejar pasar estos episodios daría vía libre a un proyecto autoritario sobre la base del miedo, la delación y el hostigamiento.

Los principios democráticos y de defensa de los derechos humanos han sido burdamente violentados la semana pasada. Primero, efectivos de la Policía retuvieron irregularmente al periodista gráfico del periódico Página Siete de La Paz cuando realizaba la cobertura del desbloqueo en Apacheta, el viernes 15 de abril. Además, un policía le propinó "un culatazo en las costillas y le sustrajo las dos memorias de su máquina fotográfica", según denuncia hecha por los ejecutivos y trabajadores de ese matutino.

Al día siguiente, el ministro de Gobierno condecoró a los efectivos de la disuelta Unidad  Táctica de Resolución de Crisis (Utarc) de la Policía por su actuación en la operación de desarticulación de un grupo presuntamente terrorista encabezado por Eduardo Rózsa, en abril de 2008, en las instalaciones de un hotel de Santa Cruz. En la operación se habría ejecutado a tres miembros de ese grupo, incluido su responsable, pues hasta ahora, las investigaciones del caso no han podido determinar si hubo o no resistencia.

Sin embargo, a criterio del Ministro de Gobierno -y expresidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia- en la operación (en la que participaron 22 miembros de la Utarc frente a cinco presuntos terroristas) se realizó "actos de heroísmo" que "no tienen que avergonzarlos dado que defendieron a la patria y su unidad, en resguardo de intereses extraños que pretendían desintegrarla".

No está demás recordar, por un lado, que la Utarc tuvo su "bautizo de fuego" en los violentos episodios de El Porvenir en Pando y fue disuelta luego de participar, también con violencia, en una operación que realizaron en Ascensión de Guarayos. Por el otro, quien formaba parte de esta unidad, el Cap. Walter Andrade, que se "infiltró" en el grupo de Rózsa y apareció en varias fotografías junto a ellos, también estuvo vinculado al caso de El Porvenir y en el atentado a una canal de Unitel en Yacuiba.

Por donde se los analice, ambos episodios emiten un mensaje de amedrentamiento que nos remiten a recordar no los desmanes que en gestiones pasadas se cometieron, sino a las dictaduras militares que asolaron al país hasta principios de los 80. Además, se lo hace cuando hay un divorcio entre el Gobierno y la mayoría de los sectores sociales.

En esa línea, corresponde preguntar si los hechos que se reseñan responden a que adquieren fuerza, dentro del Gobierno y el MAS, corrientes que tratarían de suplir la ineficiencia en el manejo estatal con el uso de la represión indiscriminada.

Es de esperar que el Primer Mandatario del Estado, que permanentemente hace referencia a haber sido víctima -por juicios- del acoso "neoliberal", comprenda que el camino del amedrentamiento y la violencia al que parecería que quieren arrastrarle algunas corrientes dentro del MAS no es el aconsejable, ni para su proyecto, ni para su gestión. Es conveniente que autoridades como el Defensor del Pueblo y quienes dentro y fuera del Gobierno militan en la defensa de los derechos humanos, no dejemos pasar este tipo de episodios porque, como enseñan muchas experiencias en nuestra región, no hacerlo puede significar impunidad y vía libre para la construcción de un proyecto autoritario sobre la base del miedo, la delación y el hostigamiento.

Ir al Indice

El Deber: Bloqueo de carreteras

Un ojo de la cara, y tal vez algo más que eso -quizás los dos-, nos cuesta a los bolivianos un camino, una carretera. De segunda o de tercera categoría todas las que tenemos en servicio a lo largo y a lo ancho del territorio nacional, no pueden ser mejores por lo estrechas, por el estado de deterioro en que se encuentran en varios tramos por falta de mantenimiento, por la carencia de señales y otras omisiones notorias en grados realmente ostensibles. Dejadas las malas carreteras en uso, de la mano de Dios, como suele decirse en buen romance.

Sin embargo, y al final de cuentas, unas contadas carreteras tenemos en no irreprochable servicio en nuestro extenso territorio. Y el problema, tanto como el de lo escasas y estrechas que son, es la situación de bloqueo a que aparecen sometidas hasta por el más insignificante quítame estas pajas.

Exagerando un poco la nota -no tanto sin embargo-  hasta puede decirse que las carreteras en Bolivia fueron abiertas no para acercar, para unir a las comunidades, a los pueblos, para ciertamente posibilitar las transacciones y estimular los legítimos intercambios sociales y comerciales y tener expedito el acceso al elusivo y costoso progreso. Hay razones más que sobradas para aceptar que nuestras carreteras fueron abiertas para ser bloqueadas, unas veces porque sí y otras por qué no.

En tiempos no muy lejanos, cuando a falta de carreteras solo había caminitos de tierra abiertos al paso del carretón, del caballo o de la mula, los usuarios sabían que tardarían días completos, hasta semanas para llegar a destino. Pero eran conscientes de que llegarían en los plazos previstos, tal vez con diferencias de horas y nada más. Hoy con las carreteras pavimentadas que hacen posibles velocidades sorprendentes, de pronto el viajero se topa con que están bloqueadas por grupos que las monopolizan para sustentar sus pendencias, que pueden ser legítimas o ilegítimas, mas por las cuales –las pendencias, es claro- no tiene porqué pagar el pato un vecindario que, casi por lo general, es lastimado en sus intereses legítimos. También sufren las consecuencias sectores como los transportistas y productores que detrás de una barricada levantada en medio de la ruta, ven esfumarse ganancias y cosechas. Y hasta colocado en riesgo de muerte, cosa lógica de suponer, pues en una carretera bloqueada intempestiva o más bien impunemente, cuántos varados  no se hallan en procura de un auxilio médico inmediato.

Hoy por hoy las carreteras del país, son más instrumentos formidables y despiadados de presión que un servicio vital para el pueblo con cuya suerte y destino se juega sin piedad.

Ir al Indice

Cambio: Se impuso el diálogo

El pasado 7 de abril, la Central Obrera Boliviana (COB) decretó un paro nacional indefinido y movilizado, lo que dio inicio a jornadas de extrema protesta en las que trabajadores de cuatro sectores afiliados (maestros, salubristas, mineros y de la Caja Nacional de Salud) convulsionaron La Paz bajo el argumento de que el 10% de incremento salarial "era insuficiente".

Pero a la luz de los acuerdos alcanzados ¿fue necesaria tanta violencia en las marchas lideradas por los dirigentes de la central sindical?, ¿el uso indiscriminado de dinamitas, petardos y otros objetos contundentes durante las movilizaciones, bajo el rótulo de reivindicación salarial, fue legítimo?, ¿no será que en el balance general del conflicto la imagen de la COB quedó deteriorada, no sólo ante sus afiliados que no participaron del paro indefinido sino ante el pueblo?

Los hechos señalan que el camino que eligieron los dirigentes cobistas más radicalizados no fue el correcto, porque las 36 horas adicionales de negociaciones con las autoridades de gobierno demostraron que los ocho puntos de la agenda ya habían sido superados entre el 9 y 10 de abril durante el primer encuentro en la Vicepresidencia del Estado Plurinacional y con presencia del presidente Evo Morales. Veamos por qué.

Haciendo un esfuerzo extraordinario, el gobierno nacional otorgará un incremento salarial adicional de 1% —al 10% decretado— para los sectores de Salud y Educación con recursos provenientes del Tesoro General de la Nación (TGN). Además, se conformará una comisión entre el Gobierno y la COB que buscará recursos que se destinarán a incrementar otro punto porcentual adicional (1%) a los referidos sectores. Ambos se inscribirían en el reformulado del Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2011.

Sin embargo, para llegar a este acuerdo ¿no era preferible que la COB apueste al diálogo y no a la convulsión social para hacer escuchar sus demandas? Desde el inicio del conflicto, la democracia nos señalaba una sóla vía para resolver las diferencias entre el Gobierno y la central sindical, ese camino era el diálogo. Por eso, creemos que la COB equivocó el camino, permitió que se impusieran las posiciones políticas radicales que tenían en el reclamo salarial el argumento para desestabilizar a un  gobierno legalmente constituido.

Los trabajadores de base saben que ningún otro gobierno en la historia reciente de nuestra democracia otorgó un tratamiento salarial más favorable que el encabezado por el presidente Evo Morales Ayma. Las cifras señalan que en los últimos cinco años, el salario mínimo nacional subió de 440 bolivianos (62 dólares) a 814 bolivianos (116 dólares); un incremento del 66% frente a una inflación acumulada del 41%, es decir, los trabajadores se beneficiaron con un aumento real del poder adquisitivo de sus salarios en un 25%.

Además, como nunca había ocurrido antes, los asalariados de base deberían conocer que la inversión pública fue fijado en 21.000 millones de bolivianos (3.000 millones de dólares). Dicho de otro modo, seis veces más del promedio alcanzado durante los gobiernos neoliberales. No obstante, una posición indiscutiblemente política no quiso entender que no se puede crear riqueza sin inversión y que sin riqueza no es posible mejorar la calidad de vida a la que tienen derecho todos los bolivianos, no sólo los asalariados.

Es que los iniciales acuerdos sobre los otros siete puntos de la agenda que negociaron el Gobierno y la COB prácticamente fueron ratificados y sólo se ajustaron algunos detalles. Entonces, ¿fue necesaria tanta violencia e intolerancia? ¿acaso el diálogo no ofrecía el mejor escenario para resolver el conflicto como finalmente ocurrió?

En ese contexto, los dirigentes de la central sindical deberían reflexionar sobre la defensa de los intereses de los trabajadores que, al final de cuentas, no son sino los mismos de los sectores secularmente marginados…, del pueblo.


En los últimos cinco años, el salario mínimo nacional subió de Bs 440 a Bs 814, un incremento del 66% frente a una inflación acumulada del 41%, es decir, los trabajadores se beneficiaron con un aumento real del 25%.

Ir al Indice

La Prensa: ¿Fin o principio de las negociaciones?

En términos estratégicos, el MAS ha cedido parte del control de la gestión del Estado. No es posible minimizar el impacto que ha tenido esta movilización.

Con la suscripción del Acuerdo COB-Gobierno, se ha trazado una serie de compromisos entre la representación del Órgano Ejecutivo, formada por los titulares de las carteras de Trabajo, Presidencia, Autonomías y Desarrollo Productivo, además de los viceministros de Coordinación Gubernamental y de Coordinación con los Movimientos Sociales, y los líderes de las organizaciones sociales, aclarándose simplemente que, en la reunión de 36 horas que llevó a este acontecimiento, no participó el Presidente del Estado Plurinacional. Con estas resoluciones, se ha logrado declarar un cuarto intermedio, hasta el 1 de mayo de 2011, en lo que significó la huelga general indefinida, las movilizaciones y los bloqueos que detuvieron y afectaron el normal vivir en diversas ciudades del país. En el aniversario de los trabajadores, queda la expectativa del cumplimiento de los puntos objeto del acuerdo. En el supuesto de que no se efectivice lo pactado, en las formas y alcances vertidos en papel, las acciones de la Central Obrera Boliviana, magisterio y demás sectores se reactivarán y esta vez con consecuencias inciertas para gobernantes y gobernados.

¿Ha concluido el conflicto? Definitivamente no. No sólo por el hecho de que el incremento salarial es insuficiente y que éste no incluye a la totalidad de los afectados

?al respecto, varios delegados departamentales del magisterio han dado a conocer su descontento y disconformidad con el incremento de hasta el 12 por ciento, llegándose a señalar incluso que, a partir de hoy, podrían iniciarse bloqueos de carreteras?, sino que las obligaciones a las que se ha sujetado el Gobierno conllevan un costo político muy elevado. No por nada los sectores que comandaron las negociaciones sienten que han ?ganado una victoria? en contra del partido de turno.

La formación de comisiones entre el Gobierno y la COB, destinadas a buscar recursos conducentes a lograr mayores incrementos al salario de los trabajadores, recuperar las empresas capitalizadas y/o privatizadas en gestiones anteriores, analizar la incorporación de proyectos e iniciativas productivas, reestructurar integralmente la Caja Nacional de Salud y otros, conlleva que el Movimiento Al Socialismo, a partir de la fecha, se vea obligado a cogobernar el país de la mano de estas organizaciones. En términos estratégicos, el MAS ha cedido parte del control de la gestión del Estado. No es posible minimizar el impacto que ha tenido esta movilización en la administración de la cosa pública.

Desde el 1 de mayo se prevé la nacionalización de diversas empresas privatizadas. ¿Minera Colquiri, administrada por Pan American Silver Corporation? ¿Sinchi Wayra, empresa filial de Glencore? ¿Servicio de Aeropuertos de Bolivia (SABSA)? Quién sabe. Lo único cierto es que si el Gobierno obra conforme se ha comprometido con la COB, afectará la imagen del país frente a los inversionistas nacionales y extranjeros. Queda claro que, conforme ha expresado más de una vez el Primer Mandatario, ?Bolivia requiere de socios, no patrones?. Sin embargo, cualquier socio requiere un mínimo de seguridad jurídica para desembolsar recursos. Una nacionalización, en los términos vertidos por los movimientos sociales, ahuyentará recursos que son imprescindibles para el desarrollo y rentabilidad de las principales empresas públicas.

Por otra parte, si bien la reestructuración de la Caja Nacional de Salud es necesaria, una mala ejecución de esta medida podría derivar en la apertura de una caja de Pandora. Recordemos que el Estado tiene el deber constitucional de proteger la vida y la salud, así como garantizar el acceso al sistema de seguridad social. Si no se planifica, administra y controla este tema con responsabilidad, miles de familias bolivianas pueden verse privadas en el ejercicio de los más sagrados derechos fundamentales.

A todo esto, al ciudadano común, víctima de los conflictos que acechan su entorno, imposibilitado de cambiar el curso de las aguas, le queda preguntarse ¿quo vadis Bolivia?

Ir al Indice

El Diario: ¿Aún habrá espacios para los partidos políticos?

En muchos círculos se habla de la posibilidad de que se abran espacios para los partidos políticos -para los que fueron y para los posibles de nueva creación-; el rumor viene a cuento debido a que, con la imposición del MAS y su prédica contra todo lo que no lo represente o implique actuar como lo hacen sus militantes, quienes sienten sólo a las “izquierdas” no creen en esa posibilidad.

Los partidos políticos que han existido en nuestro país hasta hace pocos años, en los que, por obra y gracia de ellos mismos, han periclitado, tendrían derecho a resucitar o revivir y ponerse en parangón con el partido oficial en su vigencia y sobre todo, serían coadyuvantes a lo que seguiría siendo un partido como es Unidad Nacional o también, lo que implica el partido del ex – alcalde paceño Movimiento Sin Miedo que muy poco se hace notar.

Los movimientos político-partidistas han tenido casi siempre vida muy circunstancial. Cabría recordar lo ocurrido en los años 60 con la aparición de corrientes de “izquierda” y “derecha” (sin que ellos mismos sepan en qué sector están; pero que, para tener vigencia, figuraban como “de izquierda” que, en el fondo tienen la misma estructura y los mismos yerros y fallas que los de derecha).

La verdad es que, en nuestro país como en casi todos los del mundo, bajo el principio de la vigencia democrática, bien se puede sostener que la política partidista se puede parangonar con el agua que, por sucia que sea, lava. En la política son los militantes, partiendo de sus dirigentes los que determinan la política practicada, especialmente cuando se ejerce poder, la política, por limpia que sea en sus programas, principios y expresiones de sus dirigentes, se desgasta y aun así pretende ser instrumento de solución para los problemas nacionales, aunque sin llegar a sus objetivos. Las experiencias al respecto son múltiples y tan sólo bastaría ver lo ocurrido con el liberalismo que periclitó el año 1920 y luego los Republicanos que, por igual, fracasaron estrepitosamente y lo mismo con el MNR nacido en 1941, que luego de “tres sexenios” dejó de existir.

El MAS, partido del presidente Evo Morales, con las ideas socialistas que planea imponer en el país, con seguridad que no aceptará la presencia de nuevas corrientes partidistas teniendo en cuenta, además, que a los residuos existentes o a fuerzas débiles como son UN, Convergencia Nacional y Movimiento Sin Miedo, a duras penas los soporta y hace lo posible por contradecir todo lo que dicen y hacen. Por otro lado, es preciso tener en cuenta que los partidos políticos en Bolivia -incluido el MAS en los últimos años y para su propia militancia- han decepcionado, han dejado poco peso porque sus pasajes por el poder del Estado han sido poco o nada constructivos y han tenido la característica, por igual, de haber sobrevivido siempre con miras a “volver al poder” sin tomar en cuenta que, cuando estuvieron en él, sus dirigentes no hicieron lo debido tan sólo con la aplicación de honestidad y sentido de responsabilidad. ¿Será posible el retorno de la política partidista con los antecedentes que han dejado muchos de los partidos y con lo que aún están sembrando los que hoy estarían vigentes? El tiempo, enterrador de viejas doctrinas y posiciones y vivificador de lo nuevo que pudiese haber, dirá su sentencia en los próximos meses o años.

Ir al Indice

El Mundo: Poco convincentes

A pesar del acuerdo logrado con los dirigentes de los trabajadores, el Gobierno no consigue dejar en claro la situación, para poner en marcha el país que ha estado parado pro varios días, debido a paros de los trabajadores y los bloqueos de carreteras en distintos lugares.

El haberse autonombrado representante de las mayorías, gobierno de los trabajadores y otros títulos, ha dado lugar a que los mismos hagan sus exigencias de tal manera que puedan ser escuchados, lo lamentable es que existen los ejemplos de casos en que se cumplen los pedidos, aún a costa de perder seriedad e inclusive de la dignidad del país, como es el caso de la sobreproducción de hojas de coca.

Un desacierto del Gobierno ha dado lugar a una estampida de precios en el mercado que no pudo ser frenada a pesar del retroceso, con el tema del gasolinerazo que inauguró el año con tensiones que aún no terminan. Recordemos que en aquella oportunidad, para compensar los efectos del famoso decreto, se había decidido mejorar los salarios de cuatro sectores privilegiados que posiblemente a criterio del Gobierno, eran los únicos que merecían algún reconocimiento.

A raíz del conflicto generalizado, el beneficio llegó a todos los sectores, imponiendo en este caso a los empresarios la necesidad de generar un aumento para sus trabajadores, el mismo que como ya se ha anunciado será cumplido con mucha dificultad e inclusive con despidos.

No obstante de que el arreglo anuncia de una manera un poco confusa, la elevación de un punto más para dos de los sectores nombrados, con relación a los demás, es precisamente uno de esos sectores el que ha manifestado su oposición y el propósito de continuar con las demostraciones, en busca de un beneficio que los dirigentes de los trabajadores no han podido conseguir para todos.

Dentro de la negociación, el Gobierno ha estado explicando, en varias oportunidades, las dificultades que representaría exceder los montos ofrecidos como mejora para los trabajadores del país y los riesgos que se corre. Lo lamentable de la situación es que los dos sectores mayormente favorecidos, junto a militares y policías, tal vez estos últimos por su tarea de represión a los reclamadores, son los de la salud y la educación que protestan sacrificando a quienes menos poder de decisión tienen, sobre las cosas que suceden, los enfermos que por lo general son personas mayores o mujeres embarazadas y los estudiantes que deberían dedicar su tiempo a estudiar, en lugar de esperar que sus mentores hagan sus demostraciones.

No nos oponemos a que los profesores demuestren su descontento, pero nos desagrada que lo hagan en desmedro de la educación de los niños y que luego intentarán compensar dejándolos sin el descanso que merecerían para evitar los efectos del invierno o por las fiestas de fin de año.

Imaginamos que el Gobierno ha extremado recursos para satisfacer a los huelguistas y evitar el riesgo que corrió en el pasado otro gobierno popular que por dar gusto a todos los paros y huelgas, terminó llegando a la famosa hiperinflación que solo favoreció a quienes tenían grandes capitales invertidos en maquinaria e infraestructura y que cerraron oportunamente sus empresas y se las llevaron del país, dejando a los trabajadores en la calle.

Estimamos que el acuerdo que además ha abordado otros siete puntos en favor de los trabajadores, merece la consideración necesaria para ponerse a trabajar en serio, dejando de lado la beligerancia, hasta que las condiciones permitan un mejor trato, como resultado de la labor productiva que esperamos pueda ser mejor planificada, para que rinda los frutos que todos esperamos.

La situación ha llegado a un momento crítico, se espera haber satisfecho medianamente las demandas y es hora de ponerse a trabajar, no estaría demás aprovechar el momento para hacer algunas oraciones en esta Semana Santa, para que sean fuerzas superiores las que apoyen esta empresa.

Ir al Indice

Opinión:

Ir al Indice

Clarín, Argentina: Un hombre que nunca pierde los modales, pero se enoja

Lo más difícil con un entrevistado experto ?experto en ser entrevistado? es ?sacarle el casete? y que diga algo nuevo. Así que uno rasca la misma cáscara para tratar de sacar alguna gotita diferente. Y siente que alcanzó algo cuando el entrevistado se enoja.

Vargas Llosa se enoja.

Con modales ?en un rato va a apelar a la ?buena crianza?? se enoja. Siempre es amable pero algo cambia cuando dice que no sabe cómo marcar hoy la diferencia entre la derecha y la izquierda y uno de los entrevistadores sugiere que la izquierda busca una plataforma de igualdad.

Porque este señor que se define como un liberal y no se despeina porque lo nombren como un hombre de derecha, no se va a dejar decir en la cara que él no busca la igualdad. ?¿Los liberales no queremos eso?? Lo que los liberales no queremos, subraya, es que se busque esa igualdad a través de subsidios ?que destruyen el funcionamiento del mercado e introducen un elemento de corrupción?.

La entrevista se hace en un piso alto del Hotel Sheraton y, desde acá, Buenos Aires es una ciudad con río: un extenso horizonte marrón que cada tanto cruza un avión. El lugar ?no es su habitación, es un lugar de trabajo? ostenta un lujo clásico. Cortinados, muebles de estilo, mucho mucho espacio.

Así debe ser siempre la vida del Premio Nobel pero no hay lujo que evite que esté cansado. Se le nota en el tono de irritación ?suave, digamos, fastidio? de la voz. En la cara se le nota. Pide agua con gas, toma de a tragos, no retacea el tiempo de charla ni se niega a posar para el fotógrafo aunque tiene una entrevista atrás de otra. Pero se le ve el cansancio.

?Mire Uruguay?, dice. ?Mujica hace política liberal?. El presidente uruguayo habla de privatizar, dice el escritor. ?¿Y cuál es la diferencia, en España, entre el Partido Popular y el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) en materia económica? Ninguna. Y ahí están los aviones españoles sobre Libia y es el PSOE el que lo ha acordado?.

Se enoja. No le gusta que le pregunten por Cristina Kirchner, casi reta a los entrevistadores por pedirle una respuesta que considera reñida con el buen gusto, las buenas formas. Que no van a creer que vino hasta acá para eso. Que no van a pensar que él es un provocador.

Se enoja. Temprano en la charla contó el alivio que fue alejarse del autoritarismo de su padre. Media hora después repasa sus convicciones y dice que siempre estuvo por la libertad, contra el autoritarismo. La misma palabra: ?autoritarismo?, dice, y la deja servida. ?¿Se separó del padre??, preguntan, argentinos al fin, los entrevistadores. Y ahí aparece el tonito: mi padre, dice, fue la figura que representó para mí el autoritarismo. ?Pero esos análisis psicoanalíticos están gastados?.

Desde que ganó el Nobel, quizás desde antes, tiene las orejas rojas de oír que es taaan buen escritor pero con ideas taaan feas. ¿Qué piensa él de eso? ?Estoy cansado de escucharlo?.

Ir al Indice