“El Estado no puede ser un buen socio”

Phelps El Premio Nobel de Economía, Edmund Phelps, cuestionó la participación oficial en empresas privadas y los controles de precios para combatir la inflación.

Phelps se toma varios segundos antes de brindar sus respuestas en la entrevista con La Nación, realizada en el hotel Alvear. Quiere ser categórico, pero no descortés, al haber sido invitado como principal orador de un congreso internacional en Buenos Aires.

Por esa razón, cuestionó la reforzada participación del Gobierno en el directorio de empresas privadas y los controles de precios utilizados para tratar de frenar la inflación.



También afirmó que el fuerte crecimiento económico del país de los últimos años se debe solamente al boom de las materias primas.

Respecto de los países desarrollados, descartó un default en EE.UU., pero dijo que Grecia apelará a una "reestructuración con quita".

-Cuando recibió el Nobel, en 2006, pronosticó ante La Nación que a la Argentina le quedaban tres años de crecimiento alto. Pero ya pasaron cinco…

-Es verdad, continúa el boom. Eso se debe a que la Argentina es un caso especial al ser productor y exportador de las materias primas que registraron una tremenda suba en los precios en estos años, como la soja. Eso no fue acompañado por un shock de inversión, pero sí de exportaciones. Hay un beneficio potencialmente sustentable de esta condición. Y es verdad que en 2006 yo no pude imaginar este cuadro de precios tan altos y de tasas de interés tan bajas en el mundo por tanto tiempo. ¿Quién hubiera pensado que las tasas estarían alrededor del cero por ciento en ese momento?

-¿Entonces esta situación es sustentable?

-En el largo plazo este nivel de tasas no es sustentable y las expectativas de inflación son un poco más altas ahora a nivel internacional pero mucho más bajas que en el pasado. De todos modos, este cuadro claramente va a cambiar.

-¿Sigue pensando que los controles de precios no sirven para combatir la inflación?

-Es que hubo inflación más allá de estos controles. En general hay que dejar que el mercado actúe, aunque muchas veces se equivoque. No podemos cambiar el universo. Si los controles se mantienen por mucho tiempo, los productores siempre encuentran la manera de evadirlos. Sí hubiera funcionado que el Gobierno subsidiara a las empresas para que fomentaran más el empleo, pero lamentablemente no fueron asesorados por gente que apoye estas ideas.

-A la vez, el gasto primario y los agregados monetarios crecen al 30 por ciento anual…

-Hoy (por ayer) me explicaban eso, pero me decían que no hay déficit fiscal por el uso de los fondos del Banco Central y aquellos que pertenecían a los fondos de pensión. Hay algo malo en contabilizar esos fondos como gasto corriente, que permite tener superávit fiscal porque esas ganancias que le aportan al Gobierno por los bonos suben y bajan, no son una fuente estable. De todos modos, con esta suba de precios de las materias primas es razonable que el Gobierno se encuentre con una constante suba en los recursos públicos.

-A la vez el Gobierno no parece verse afectado en las encuestas por la suba de la inflación.

-Sí, es verdad; sería diferente si la gente entendiera que ésta es una muy mala manera de tomar recursos. La forma en que se tomaron los fondos de las AFJP fue como una cirugía de corazón abierto; encuentro terrible que de un día para el otro el Estado haya pasado a controlar una parte de la economía privada. El gobierno no tiene experiencia en hacerlo bien, así lo muestra la historia. Y tampoco en manejar cuestiones operativas cotidianas del sector privado, que no funcionan bien si están en manos del gobierno. Por ejemplo, ¿resistiría el gobierno un reclamo de aumento de salarios? Posiblemente no.

-O sea que usted no cree que el Gobierno sea un buen socio del sector privado. La pregunta es porque en las últimas semanas el Estado reclamó participación en los directorios de empresas en las que tenía algunas acciones…

-Con certeza puedo decir que no. De otro modo sería un insulto a 200 años de conocimiento económico.

-¿Teme por el alza de la inflación en los países emergentes?

-Con una adecuada política monetaria se puede frenar rápidamente, aunque hay cosas que esa estrategia no puede solucionar, como el aumento del desempleo.

-¿Qué opina de la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de no subir las tasas de interés y continuar con la recompra de bonos del Tesoro?

-Es una buena decisión que apoyo. Entiendo que la consecuencia colateral es que aumente el precio en dólares de muchos activos.

-¿La baja en la calificación de la deuda norteamericana puede anticipar un default de la deuda del gobierno federal?

-Yo esperaba una baja importante en la calificación de la deuda soberana, pero creo que es bastante improbable que haya un default. Sería un escenario desastroso que ahora no parece muy posible. Puede ser que la pelea política en Washington lleve a un cierre temporal del gobierno federal y eso produzca que el gobierno deje de pagar algún cupón puntual de intereses, pero nada más. De todos modos, es verdad que la sensación es que el gobierno no parece tener la capacidad de poder reducir el déficit fiscal en los próximos dos o tres años, como pretende.

-¿Y entre los gobiernos europeos puede pasar lo mismo pese al apoyo internacional?

-Habrá una reestructuración organizada, no un default, de la deuda griega, con una quita para los acreedores; eso es parte de la situación. Y aunque no soy un experto, creo que pasará algo parecido en Portugal e Irlanda.

Edmund Phelps

Premio Nobel de Economía en 2006.

Profesión: economista y profesor en la Universidad de Columbia.

Origen: Estados Unidos.

Recibió el Nobel por su análisis en política e investigación macroeconómica. Junto con Milton Friedman criticó la rigidez de la Curva de Phillips, que mostraba la relación entre desempleo e inflación.

"El consenso de Washington no terminó"

El economista norteamericano dijo que no hay ningún esquema superador pese a la crisis global.

-¿No cree que la comunidad financiera sigue haciendo negocios como si la crisis global no hubiera ocurrido nunca?

-Sé que parece que es así, pero a la vez yo no vi ninguna idea brillante respecto de qué hacer diferente en el sistema monetario internacional en los últimos años. Pueden hablar de un nuevo acuerdo de Bretton Woods, pero hasta ahora no observé nada concreto. China invirtió mucho dinero en bonos norteamericanos porque sentía que eran un activo muy seguro, y no me sorprendería que ahora diversifique sus inversiones, pero eso no refleja que haya un diseño horrible que sostenga el esquema del dólar. Por otro lado, esas grandes inversiones chinas fueron un regalo que fue mal usado por Estados Unidos, porque sólo se aprovechó para un boom de consumo.

-¿Cree que el Consenso de Washington terminó, como se dijo en estas semanas?

-No creo que haya terminado (piensa unos segundos); la gente piensa diferentes cosas sobre lo que fue el Consenso de Washington y lo asocian sólo a políticas de libre mercado que ahora, razonablemente, están siendo revisadas. Por lo tanto no me sorprendería que haya un aprendizaje, pero no observo nada revolucionario en esa revisión. Sí existe un entendimiento más profundo que antes de 2007 sobre las debilidades serias existentes en el capitalismo moderno de Estados Unidos y la pérdida de competitividad registrada en la última década.

La Nación – Buenos Aires