Hasta policías fueron víctimas de red de auteros y Diprove; los ‘encubiertos’ ya están tras la pista de corruptos

Crisis en la Policía por placa clonada. Diprove bajo la mira. Recuperan 1,1% de carros. Hallan 70 de 6.000 autos robados. Control interno contra la corrupción. El 24 de febrero se conoció que Diprove y otras entidades policiales estaban en la mira del control interno con el cual la Policía pretende erradicar la corrupción. En el país, se roban unos 6 mil vehículos por año y Diprove recupera entre 50 y 70, según propietarios de carros robados. Las bandas operan en la zona Sur y el Centro.

La Razón – Miguel A. Melendres – La Paz

Hasta policías fueron víctimas de la red de auteros y Diprove



imageCamioneta clonada. Empiezan las investigaciones. El 5 de mayo se descubre una camioneta Dakota, marca Dodge.

Testimonio. Uniformados cuentan cómo ladrones y camaradas los estafaron

Al menos seis policías de alto rango fueron víctimas del robo de sus vehículos o autopartes en la ciudad de La Paz, por auteros que habrían actuado en coordinación con funcionarios de la ex Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove).

“En media hora, de mi auto desaparecieron el volante, el cerebro, el flujómetro y otros accesorios. Fui a dar parte del robo a Diprove, allí me exigieron mis papeles, antes de la denuncia, y mi número de teléfono celular”, contó uno de los uniformados que, como los demás policías entrevistados, no quiso que se publique su nombre por razones de seguridad.

Dos días más tarde, añadió, los auteros le llamaron para pedirle $us 2.000 con el compromiso de devolverle sus autopartes. “¿Quién les dio mi número, sino los mismos de Diprove?”, preguntó.

El último miércoles, de manera sorpresiva, la Diprove fue intervenida, debido a que se conoció el caso de clonación de placa de un vehículo, que el Gobierno sospecha perteneció al ex comandante de la Policía general Ciro Farfán. Por esa causa, el mismo día, Jorge Santiesteban sucedió a Farfán. Este diario conoció la denuncia de un coronel con anterioridad, por lo que empezó a indagar.

Relación. Otro jefe policial contó que fue víctima de robo de accesorios de su vehículo y, pese a que uno de los sospechosos fue detenido junto al carro en el que se transportaba, después de ocho meses de investigación, la Fiscalía y Diprove quisieron devolverle el vehículo.

“La investigación llegó a determinar que un Subaru Forester era una de las tres movilidades en las que se transportaban los delincuentes de la banda de los Mamani-Cortez que todo el mundo los conoce. ¿Por qué actúan con tanta parcialidad?”, se quejó.

Un tercero, en entrevista con La Razón, tras ser consultado sobre su caso, se tomó  la cabeza con las manos porque no quería acordarse de lo que pasó hace un año atrás. Indicó que estuvo a punto de perder la vida por tratar de evitar la sustracción de su carro y, luego, por la peligrosa amenaza de los delincuentes que hasta le llegaron a disparar cuando estaba cerca de uno de sus hijos.

Se conoció del caso de otro oficial que tuvo que negociar la devolución de autopartes de su vehículo con un reo, en la cárcel de San Pedro. “He visto 80 casos en Diprove y no entiendo cómo apenas cuatro de esos casos llegan a una investigación fiscal”, indicó.

Las víctimas coinciden, según las fuentes consultadas, en que la relación de Diprove con auteros llegó a tal punto que si se organizaba un operativo para aprehender a los delincuentes, éstos eran los primeros en saberlo.

Robo. Un coronel confesó que de tanta impotencia que sentía, llegó a salir por varias noches buscando a los ladrones, armado y dispuesto a disparar su revólver si llegaba a encontrar a uno.

Según el presidente de la Asociación de Propietarios, Víctimas de Vehículos Robados, Ángel Gemio Mendoza, cada año son sustraídos alrededor de 6.000 carros en el país, de los que entre 50 y 70 son recuperados por Diprove.

El 8 de mayo, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, afirmó que funcionarios de Diprove están vinculados con una red que no sólo clona documentos de vehículos, sino que también está relacionada con trámites para carros robados y de contrabando.

El ex comandante de la Policía general Ciro Farfán negó al día siguiente que en esa institución haya esa red e indicó que esas declaraciones eran especulaciones.

“Pero en la sociedad, no sabemos qué tipos de delincuencia existe. La delincuencia tiene mil formas de mimetizarse. Ése es mi punto de vista”, aclaró a La Razón, a principios de semana.

Horas antes de la intervención de Diprove, el entonces director de esa repartición coronel Jorge Águila dijo que “no se puede descartar ninguna información”, respecto a los clanes delincuenciales, y que “yo no podría afirmar ni negar que existan estas organizaciones al interior de la Policía”.

2 minutos y medio para robar

Un coronel víctima de auteros aseguró que los ladrones roban en sólo 2 minutos y medio. El técnico automotriz, Pedro Gutiérrez, confirmó a La Razón que el objetivo de los delincuentes es la apertura de la capota para cortar los cables de la batería para inhabilitar la alarma. Luego proceden a extraer las autopartes del vehículo.

Los ‘encubiertos’ ya están tras la pista de corruptos

Policía. El año pasado 173 efectivos fueron enviados a la justicia penal

image Pruebas. Investigadores verifican la camioneta que tiene la placa clonada y que terminó ‘tumbando’ a Ciro Farfán

El Deber, Christian Peña y Lillo H.

Los agentes encubiertos ya trabajan en el país. Así lo confirmó el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, que además informó de que la unidad de Control Interno de la Policía también empezó a funcionar, por lo cual pidió a la población no sorprenderse si en las siguientes semanas se hacen públicos más casos de corrupción de la institución del orden.

A decir del ministro, las investigaciones que se están ejecutando se las realiza, de momento, con personal de la repartición gubernamental que él dirige.

Sin embargo, policías de base y oficiales de diferentes rangos consideran que esta acción, una de las que el Gobierno implementó para ‘limpiar’ a la Policía de malos elementos y acabar con la corrupción, no llevará a un buen final, puesto que recordaron que algo similar se quiso hacer en narcóticos sin los resultados esperados.

Desmarcado de estas posiciones, el general en servicio pasivo de la Policía y ahora concejal cruceño, Freddy Soruco, califica como acertada la implementación de los ‘encubiertos’ en las tareas de control interno de la institución verde olivo, pero a la vez señala algunas acciones que deben acompañar estas iniciativas.

“Se debe imponer disciplina, tener mano dura al momento de sancionar, mejorar los salarios de los efectivos, crear las condiciones ideales para que realicen su trabajo y dotarles de los equipos mínimos para combatir el crimen”, indicó Soruco.

Para el también excomandante de la Policía cruceña, lo ocurrido con el general Ciro Farfán, retirado del mando máximo de los policías en el país por involucrarse en un caso de clonación de placas de vehículos, desprestigia aún más a la institución, aunque cree que detrás de esto hay una ‘mano negra’ que busca dañar a la Policía. “Hay muchos intereses en juego”, apuntó Soruco.

Por su parte el ex comandante policial cruceño Rolando Fernández, opinó que la situación por la que atraviesa la institución del orden, que en lo que va de este año ya registra más de 700 casos de policías procesados por diversas faltas y hechos irregulares, pasa por un problema de formación de los cadetes que ingresan a la institución.

“Hay que saber por qué existe tanta inconducta”, apuntó Fernández, que lamenta que los hechos que empañan a su institución ocurran de manera muy frecuente.

Datos estadísticos hechos públicos por la Policía señalan que el año pasado se ejecutaron más de mil procesos en contra de policías que cometieron faltas y delitos.

De este número de hechos, 173 están siendo investigados en la justicia ordinaria, lo que equivale a decir que durante la anterior gestión se tuvo al menos tres casos por semana en lo cuales se descubrió a uniformados  involucrados en hechos delictivos o de corrupción.

El presidente del Estado, Evo Morales, afirmó días atrás que al menos 38 efectivos de la institución del orden estaban presos en diferentes penales del país, involucrados en hechos delictivos o de corrupción. 

Uno de los últimos casos que más escándalo provocó fue la vinculación del general retirado de la Policía René Sanabria, preso en Estados Unidos sindicado de traficar droga a ese país y que fue detenido luego de un trabajo de seguimiento ejecutado por agentes de Chile y Panamá.

Su caída arrastró a siete uniformados más, que presuntamente colaboraban con una red de narcos, dedicada a sacar el alcaloide a otros países.

Cuando la institución se ‘levantaba’ de este hecho, el caso donde se implica al general Ciro Farfán, excomandante nacional de la Policía, volvió a poner en evidencia una realidad que el Gobierno asevera quiere cambiar.

Farfán es procesado por un caso de clonación de placas de vehículos, mientras una vez más, la Policía intenta una ‘purga’ para eliminar a sus malos elementos.

Más detalles de esta realidad   

Comandantes. Los últimos dos jefes policiales que tuvo la institución del orden, Óscar Nina (2010) y Ciro Farfán (2011), han sido implicados en hechos donde se los vincula con bandas delictivas. Al primero lo implican en el caso Navia (familia de un coronel de la Policía acusado de lavar dinero del narcotráfico), además de cuestionar su accionar respecto a la detención del general retirado Sanabria.

Al segundo, se lo asocia con un grupo de clonadores de placas de vehículos.

Casos. En 2010 se conoció que efectivos policiales de diferentes grados y unidades, estaban involucrados en la desaparición del presunto narcotraficante William Rosales, además de ser sindicados de haber victimado a seis personas en la carretera Santa Cruz-Beni.

A finales de este mismo año ‘estalló’ un hecho en el que se acusó a un teniente de la Policía y a su padre, un coronel, de ser parte de una red dedicada al lavado de dinero procedente del narcotráfico. En este caso está detenido un súbdito colombiano, del que se afirma es nexo de un cártel de narcos internacional.

En 2011 lo ocurrido con el general retirado René Sanabria y el general Ciro Farfán, han vuelto a recordar hechos en los que los policías se cruzaron de bando, poniendo nuevamente en entredicho a la institución verde olivo, que cada año intenta un cambio de su estructura vista por los analistas como corrupta y poco eficiente.

Apuestas. Los diferentes comandantes que tuvo la Policía prometieron cambios, sin embargo, aún nadie lo logró. Prometieron purgas, investigación de fortunas y unidades de seguimiento: nada funcionó.

Institución sumida en una crisis

Rolando Villena  |  Defensor del Pueblo

Las medidas que ha estado asumiendo el Gobierno para eliminar la corrupción dentro de la Policía son acciones muy coyunturales, que se generan sin pensar en el contexto con lo que ha venido pasando en la institución del orden durante los últimos 20 años.

Si se piensan en planes a largo plazo, con análisis claros de lo que pasa al interior de esta institución, con seguridad que los cambios que se implementen servirán para transparentar lo que ocurre. Es necesario realizar una evaluación a fondo de lo que pasa en la Policía, conociendo los hechos que han marcado su funcionamiento.

Las quejas en contra de los policías son reiterativas, por lo que vemos que el tema es una cuestión estructural. Hay algunos hechos que lamentablemente se han convertido en vergonzosos, como lo ocurrido en Uncía, el caso Olorio, la organización donde está implicado el general Sanabria y que ameritan un trabajo imparcial, situación que en estos hechos no se ve.

La Policía está sumida en una crisis insostenible, de la cual solo se podrá salir si todos colaboramos. Cuando se hace un análisis de la situación actual de la institución del orden, se habla de los últimos 15 años, tiempo en el cual se realizaron 12 reformas de diferentes tipos, pero que ninguna a conseguido el cambio de estructura que se necesita.

Hay que ser profesionales y realizar un verdadero trabajo científico para identificar las causas reales de este problema. Deberíamos hacer una agenda común con el Ministerio de Gobierno, porque hasta el momento solamente se han implementado soluciones parches y medidas que son distractivas.

Al parecer la Policía no responde a los retos del nuevo Estado que estamos viviendo, porque todavía es la institución más violatoria de los derechos humanos, situación que hemos documentado, por las denuncias que llegan de manera permanente hasta nuestra institución.

Son necesarias acciones concretas, porque se está creando zozobra y más confusión entre la población, porque en realidad lo que está en entredicho son las tareas de seguridad ciudadana, un elemento que todavía los bolivianos no perciben como un hecho concreto que los colabore y auxilie.