Guido Náyar Parada
Al otro día de la mayor derrota electoral que Evo Morales ha recibido, donde los votos nulos y blancos suman más del 60% y los validos han sido repartidos indiscriminadamente entre todos los candidatos al Poder Judicial, que el partido de Gobierno el MAS en un intrincando proceso de selección había logrado fraudulentamente imponer una sola lista y en su afán de darle visos de legitimidad montó una estratagema que termino en su propio cadalso.
Los administradores de justicia en Bolivia eran nombrados después de un proceso de selección que la Constitución del Estado anterior mandaba a la cámara respectiva, presentados los informe donde se valoraba con un puntaje los méritos y capacidades profesionales, se procedía al voto. Esto fue lo que motivó al partido de gobierno el MAS, aprovechar el desprestigio que el mismo desarrollo contra el sistema imperante, con un slogan simple pero oportunista, engañó por un momento a millones de bolivianos, de que voten unos cuantos representantes del pueblo, a que el pueblo vote por ellos, todo una revolución en su propuesta y una clara manipulación en su implementación.
Ir a las urnas para elegir a nada menos que la mayoría de los administradores de justicia y los cargos que conforman las instancias superiores de la judicatura. Esa fue la teoría que el Gobierno comenzó a vender, en millonarias campañas mediáticas en todo el territorio nacional. El objetivo tomar el control total del Poder Judicial con el voto del pueblo, que daría la legitimidad necesaria para que nadie osara cuestionar el cambio y el Poder imperante en el país. La Estrategia fue diseñada con mucho cuidado, siempre echando el mal a las administraciones anteriores, se fue direccionando todo su desarrollo. El primero era resaltar que el voto decidía todo, pero en realidad el derecho a elegir había sido secuestrado, riesgo que fue calculado y por ende negado al pueblo boliviano, cuando se impuso un procedimiento con condiciones dirigidas a favorecer exclusivamente a sus candidatos, el filtro fue otra vez una comisión del congreso, donde imponiendo su mayoría dirigieron todos los pasos y decisiones a confeccionar una lista final a medida de lo planificado, todo este desarrollo fue tumultuoso lleno de errores y con claras muestras de discriminación hacia los postulantes que no gozaban del apoyo oficialista, esto fue levantando la sospecha de muchos ciudadanos litigantes en el mundo del derecho.
Lista única, partido único fue el resultado de la votación del Congreso, festejo y más campañas en los medios masivos, intervenciones dentro del territorio nacional como a fuera de las fronteras. La novedad corrió como un reguero de pólvora, en Bolivia hacen historia por primera vez se eligen a los jueces, Telesur junto con los miembros de la Unasur no se cansaban de ponderar el paso histórico en la democracia latinoamericana, toda quedaba poco ante tal hazaña.
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En lo interno la situación era otra, el vice que piensa que puede impunemente engañar a todos, repetía permanentemente por el medio de comunicación que se le atravesaba, que los magistrados que resultaren elegidos, no le deberían nada a ningún político, solo estarían al servicio del pueblo ¿Será que piensan que el pueblo boliviano les cree por un momento esta sarta de mentiras? Hoy, ¿A quién responde la totalidad de miembros del Ministerio Público y todos los del Poder Judicial que fueron nombrados a dedo por Evo Morales? Cuyo instrumento como todos saben, fue la ley corta que le confirió poderes extraordinarios para llenar las vacancias en los cargos antes señalados ¿Y qué han hecho estos personajes ilegales e ilegítimos, con los derechos de miles de ciudadanos y las libertades que juraron defender y proteger? Por eso, si no hay legitimidad no hay cargo, pues la legalidad ha desaparecido en estos últimos 6 años de la vida de los bolivianos.
¿Acaso hemos perdido la memoria? ¿No fue el MAS con su jefe Evo que una vez tomado el poder se dieron la tarea de decapitar cada una de las instancias de la judicatura? Algunas veces con juicios inventados, con sentencias amañadas, usando su mayoría parlamentaria para defenestrar, con presiones que obligaron a renunciar a connotados juristas, perseguir al resto con todo tipo de abusos, sin olvidar sus aliados del momento.
Los anteriores administradores de justicia fueron derrocados, los que no se sometieron y se pusieron a sus órdenes, junto con los representantes del Estado y la sociedad, MAS el Poder Ejecutivo formara la tríada fundamentan de la ilegalidad y el abuso en el país. Este sin lugar a duda fue el sostén para impulsar las acciones contra todos los bolivianos que pensaban diferente e implementar las mayores atrocidades que hasta hoy continúan impunes, con el fin de imponer el régimen y su proyecto totalitario, solo para que valga la pena recordar, la falta de tribunal constitucional por los procesos que llevo Evo adelante a través de movimientos sociales, que muchas normas que no resistían un control de constitucionalidad hasta hoy se siguen aplicando, toda una inmoralidad ilegal.
Para complementar este dolor de cabeza, aumentemos los millones que se han gastado en este solo ítem “toma del Poder Judicial” y partamos de los cien millones de bolivianos que el Ejecutivo le transfirió al tribunal electoral, los 1.000 a los empleados públicos, los aviones para la Fuerza Aérea y los otros armamentos al Ejercito, los más de cien millones en publicidad y actos que han llevado adelante el Gobierno en todo el país ¿Cuántos millones crees que se gastaron hasta ayer, con todo el aparato político del MAS en el control y fraude? Para que el pueblo le diga fuerte y claro que su proceso no tiene legitimidad, sin apoyo popular.
Claro que el Gobierno quiere que todo continúe sin ninguna postergación según su plan, lo cierto que en democracia la urnas dictan sentencia definitivas inapelables y de cumplimiento obligatorio, Evo quería legitimidad para sus jueces ya nombrados por él, al ser incluidos en la lista y presentados ante el país. ¿Cómo asumir un cargo donde el mandatario ha negado su confianza definitivamente, si asumen ilegítimamente el cargo? ¿Qué sentido tuvo el proceso electoral? Y por tanto, todo ha sido una malversación de fondos públicos y nada MAS, el creer que pueden seguir con la Policía por delante y los Militares por atrás, atropellando todo a su paso, llegó a su fin y cualquier protesta tiene la legitimidad de millones de votos que respaldan defender la democracia, que no solo es escuchar la voz del pueblo sino cumplirla inmediatamente.
Evo cumple no solo es un slogan, sino uno de los ejes del gobierno, el negarse a cumplir o escuchar el retumbante mandato de la voluntad ciudadana, es sinónimo de un golpe de Estado e imponer a sus candidatos rechazados en la judicatura sería el epitafio a su poca legitimidad que por hoy todavía goza.
Seguro que no renunciarán a las maniobras alta peruanas que tanto agradan a varios en el Ejecutivo, en estos días, mientras se recuentan oficialmente las actas en Bolivia, seremos testigos de nuevas historias, no por nada hoy el vocero del Gobierno señaló que van esperar el resultado final ¿Están ganado tiempo? Mientras algunos medios compiten por presentar a los perdedores y desconocidos rechazados, esas son las reglas de toda democracia, tener la mayor cantidad de votos, mientras más, mayor legitimidad y compromiso ciudadano, lo otro simple comentario, conocían de ante mano las reglas y las consecuencias, ellos y los del gobierno en términos institucionales y políticos.
Ayer fue una victoria para los que votaron con el corazón y verdadero compromiso con Bolivia, una derrota para los que querían imponer sus reglas y personas para consolidar un régimen totalitario, no es ni será una victoria de la diestra o la siniestra, ni tenemos nuevos jueces, ni que la oposición festeje desmedidamente, ni que el oficialismo ponga la irrefutable cara de la derrota. Fue un transparente y real ejercicio democrático, lleno de sentimientos, mirando el presente, comprometido con el futuro, donde los mensajes y señales son auténticas y deben cumplirse ya.