80% de la coca va al narcotráfico

COCALERO Un reciente estudio del Centro Latinoamericano de Investigación Científica (Celin), revela que el abastecimiento del consumo tradicional de coca, el acullico, ya no necesitaría de 12.000 hectáreas de cultivos, sino de apenas 7.500 A 8.000 hectáreas.

La institución, que ha realizado más de treinta estudios sobre el tema coca-cocaína, indica que el mercado del acullico ha bajado a un millón de consumidores, habiendo perdido más de 100.000 “coqueadores” en la última década.

Esto explicaría por qué el régimen de Evo Morales ha postergado sistemáticamente la encuesta nacional sobre consumo de coca, que debería haberse llevado a cabo años atrás.



El informe del Celin también señala que el total de hectáreas cultivadas con coca en Bolivia sería de 35.000, sobrepasando la cifra de 31.000 dada hace algún tiempo por Naciones Unidas.

Se desprende del estudio la conclusión de que casi el 80% de la coca boliviana va destinada a la fabricación de cocaína, dato por demás significativo, sobre todo en presencia de un gobierno nacido de los sindicatos cocaleros del Chapare (zona donde el “desvío” de la coca hacia el narcotráfico llega al 95%).

Dicho de otra manera, el país tendría la friolera de 27.500 hectáreas destinadas a la producción de coca-para-cocaína.

Esta situación estructural genera tres grandes problemas:

1) Aislamiento internacional, como se está viendo por estos días con la militarización de fronteras del Brasil, los ejercicios antiaéreos de Paraguay y la preparación de otras medidas en Chile y Argentina.

2) Espiral de inseguridad ciudadana dentro de Bolivia, con una criminalidad violenta acicateada por el incremento del narcotráfico.

3) Autoritarismo gubernamental, al priorizar la defensa del interés cocalero por encima de los intereses nacionales.

Esta es la cruda realidad que el evismo intentó ocultar con propaganda seudo-indigenista, que hoy ya no convence a nadie…

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