Extraños pactos

AGLCEPB El escenario político nacional parece estar mutando. Al alejamiento radical de la alianza oficialista, por parte de un amplio arco de movimientos sociales que incluye a los indígenas del oriente (CIDOB), del occidente (CONAMAQ) y a los trabajadores (COB), se suma el acercamiento al gobierno del ala patrimonialista o mercantilista del empresariado, ejemplificada en la participación de un organismo patronal (CEPB) en la denominada “Cumbre Social” de Cochabamba.

Mientras los restos de la oposición regional se arriman a los indígenas, el presidente de YPFB ofrece a las petroleras condiciones de inversión aún más jugosas que las vigentes durante la capitalización “neoliberal”.

¿Qué está pasando?



Para el periodista de El Deber, Pablo Ortiz, el acuerdo multipartidario que dio la victoria a Moisés Torrez en Sucre se parece demasiado a la “megacoalición”, mientras que el pacto entre el MAS y el MNR en Beni se asemejaría al “Acuerdo Patriótico”.

En todo esto ve síntomas de un retorno a la “democracia pactada”.

Se esté de acuerdo o no con esta conclusión, lo cierto es que el mapa político boliviano se transforma profundamente.

Mientras buena parte de las bases sociales que llevaron a Evo Morales al poder pasan a ser parte de una nueva oposición, hay sectores antes hostigados por el gobierno central que ahora se muestran dispuestos al más franco colaboracionismo.

La vieja polarización oriente-occidente, blancos-kharas o campo-ciudad parece dejar paso a otra dicotomía, con eje en el enfrentamiento entre la rosca burocrático-cocalera (con incrustaciones de “empresarios amigos”) y una extensa amalgama de sectores populares y de clase media, que ya no aceptan un proyecto político agotado y excluyente.

El 2012, habrá que pensar la política nacional más allá de los esquemas ideológicos tradicionales…

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