Caso Bolívar dejó ver el machismo; rasgos patriarcales persisten en Bolivia

Desde que diez señoritas se atrevieron a romper con la tradición del Colegio Nacional Bolívar, que por casi un siglo impartió educación sólo a varones, se destapó el machismo enraizado en una sociedad que conserva sus rasgos patriarcales.

image El único estudiante varón que se quedó junto a sus nuevas compañeras, el 9 de febrero. – José Rocha Los Tiempos

¿Qué paso por la mente de las diez señoritas para animarse a ir en contra de la tradición del Bolívar? Sus madres, que las acompañaron en todo este duro proceso, contaron que sólo buscaban “la mejor educación”. Esa que, según ellas, tuvieron sus hermanos que salieron del Bolívar.



“Sí, hemos hecho fila desde el primer día pero nunca nos han querido anotar. Una mamá se animó a hacer una lista y los padres de los chicos se la rompieron”, contó Angélica, quien luchó sin doblegarse para inscribir a su hija en el Bolívar.

Remarcó que de una de sus motivaciones para que su hija se gradúe del Bolívar fue que aprenda a convivir con los chicos, “cuando están sólo entre mujeres o varones se vuelven mezquinos”, dijo.

Caso emblemático

Para la directora del Instituto de Formación Integral Femenina (IFFI), Cecilia Estrada, el conflicto del colegio Bolívar “es un caso emblemático que muestra la necesidad de trabajar de manera más profunda por una mentalidad más tolerante. Pero también sacó a relucir problemas latentes de la educación: infraestructura deficiente, cuestionamientos a la calidad educativa que acentúa sus rasgos conservadores”.

Según el sociólogo e investigador de la Universidad Mayor de San Simón Fernando Salazar (quien no repara en declararse un bolivarista), detrás del problema del colegio están intactos los problemas estructurales de la educación y el conflicto no es más que “un Caballo de Troya para meternos la nueva ley educativa Avelino Siñani-Elizardo Pérez. Fue un tema nacional, cuando hay peores problemas de discriminación e ilegalidades en otros colegios”.

Machismo brutal

La directora de la Oficina Jurídica de la Mujer, Julieta Montaño, remarcó que el problema del Bolívar “ha destapado un tema presente de manera subterránea en la sociedad. Ha sido una de las expresiones más brutales del machismo, pero que no es una excepción, tal vez por la brutalidad, porque está disfrazado como políticamente correcto en la mentalidad de muchos”.

“La sociedad boliviana siempre se ha sabido, en secreto, discriminadora y estructurada jerárquicamente sobre la base de categorías sociales; pero no es hasta muy reciente que estos temas se hacen públicos”, subrayó el último informe del Proyecto de Opinión Pública de América Latina y la Organización Ciudadanía.

¿Hay un legado?

El problema del colegio Bolívar ha demostrado que “una cosa es que la ley diga que los colegios tienen que ser mixtos; y otra que se aplique en la realidad. Aún hay varios colegios solo para varones y para mujeres”, apuntó Cecilia Estrada.

La activista por los derechos de la mujer remarcó: “Hay una responsabilidad compartida entre la Dirección de Educación (ex Seduca), los profesores, porque hay un abordaje insuficiente de la problemática de género”.

Según el sociólogo Salazar, “el terrible legado de este conflicto es que si mañana alguien se opone a la nueva curricula, puede ser perseguido y sancionado obviamente por discriminar la historia indígena”.  Para Montaño, de la Oficina Jurídica, el conflicto “nos ha mostrado que es tan fuerte el machismo que problemas más graves de la educación como calidad educativa, infraestructura y reglamentos no se los discute ni se los cuestiona”.

Al final, las opiniones coinciden en la necesidad de que los actores estatales que intervinieron en el conflicto del Bolívar ahora de verdad se ocupen de la educación y cumplan con sus competencias, pero además, que se dé inicio a investigaciones sobre el estilo de educación que aún se imparte en colegios.

Dos bandos en Facebook

El colegio Bolívar, que nació hace 98 años como un referente de la educación ideal para los varones, se convirtió ahora en el blanco de las críticas más duras por el acto discriminatorio a las 10 señoritas. Este hecho dio lugar al surgimiento de dos grupos en redes sociales como Facebook: el primero en respaldo a las adolescentes con el muro “Apoyo a las Alumnas del Colegio Bolívar”, y el segundo en contra con el rótulo de “Colegio Bolívar de Cochabamba”.

El debate en las redes sociales contó con una diversidad de argumentos desde los enmarcados en el respeto y otros que exacerbaban el conflicto con sugerencias como el cambio de nombre del colegio a “liceo”.  En menos de cinco días de existencia, el muro de “Apoyo a las Alumnas” logró 612 adherentes y el de “Colegio Bolívar” se mantuvo en 412, porque decidió rechazar  a  participantes.

AUTORIDADES Y DEFENSORAS OPINAN SOBRE EL BOLÍVAR

“Desterrando la discriminación”

Edwin Claros, Defensor del Pueblo

Tenemos que trabajar bastante. No basta con tener una ley. Más que la imposición de la ley y de sanciones, hay que hacer un proceso de sensibilización.

La ley es el instrumento más adecuado, pero hay que trabajar más profundamente para que de a poco vayamos desterrando la discriminación.  Ha llegado el momento de que se adecuen los reglamentos de las unidades educativas a la Constitución Política del Estado.  Hay que aprovechar este espacio para que de a poco se vaya dejando este tipo de prácticas.

“Es una sorpresa negativa”

María Isabel Caero, presidenta del Concejo 

Yo en verdad pensé que se había superado este tema; que ya no había estos resabios tan recalcitrantes, machistas.  Esta es una sorpresa negativa, porque más allá de las justificaciones administrativas de los padres de familia, detrás está nomás la concepción de que la mujer es un ser inferior y que puede contaminar a los hombres, pero además, puede hacer que se baje la calidad educativa.

Es una concepción patriarcal de que todavía el hombre es el más importante en la sociedad. Lamentablemente es una posición intransigente.

“Fue una expresión de machismo”

Julieta Montaño, Oficina Jurídica de la Mujer

Ha destapado un tema que yo creo que está presente de manera subterránea en la sociedad. Ha sido una de las expresiones más brutales del machismo, pero que no es una excepción –tal vez excepción por la brutalidad– porque está disfrazado como políticamente correcto en la mentalidad de muchos y de muchas.

Todavía, el aceptar la igualdad entre hombres y mujeres es una tarea pendiente en lo familiar y social. Nos ha hecho ver que no importa edad, clase social, género. Han tenido actitudes discriminatorias.

Estamos preocupadas

Cecilia Estrada, Instituto IFFI

Hemos estado muy preocupadas y participando de las diferentes gestiones que se han hecho para hacer prevalecer el derecho de las mujeres a ingresar a este colegio, porque la actitud de los padres y estudiantes nos parecía absolutamente inaceptable.

Es una señal preocupante de la persistencia de una visión muy machista, que considera que las mujeres iban a desprestigiar al colegio, con argumentos conservadores y muy machistas. Ha sido insólita la reacción de los padres. Una cosa es que la ley diga que los colegios son mixtos y otra cosa es que se aplique.

EL ANÁLISIS

Bolívar, un Caballo de Troya, ¿sí o no?

Fernando Salazar, Sociólogo, investigador (IESE-UMSS)

Las autoridades y ONG han tomado el conflicto del Bolívar como un tema mediático donde ellos eran los seguros ganadores: ahí no había nada que cuestionar, todas las leyes y toda la sociedad estaba a su favor.

Ahora a nadie le interesa analizar las causas, porque ya han sacado su ganancia política gratis, barata y fácil.

Los temas estructurales van hacia un serio cuestionamiento de la transición de la Ley Avelino Siñani, que tiene muchas connotaciones: una propuesta política de ideologizar a la sociedad bajo preceptos socialistas.

Se va a crear militancia socialista. No se está enseñando qué es el socialismo, sino directamente van a crear militancia y eso es un gran peligro. Se va a reescribir la historia indígena frente a una historia criolla mestiza.

Ése es el problema estructural y el Caballo de Troya para meternos en esa sociedad es lío del colegio Bolívar. Fue un tema nacional, cuando hay peores problemas de discriminación e ilegalidades en otros colegios.

Hay colegios privados que realizaron un incremento ilegal del 40 por ciento de las pensiones y ¿quién dijo algo? Otros que no reciben a niños con discapacidad o madres solteras. Religiosos y pastores que instruyeron no inscribir a familias íntegras: ¿No es eso discriminación?

El Gobierno sí o sí necesita introducir la nueva curricula. Pero cuál es el contenido; saben que la sociedad va a reaccionar, porque en un momento determinado también existe el derecho de saber y elegir el tipo de educación para los hijos.

¿Cuánto de imposición estatal va a venir? Hay una incertidumbre. Cuál va a ser el margen de libertad. El Gobierno necesita imponer esto por la fuerza. Olvidarnos del consenso; ahora son políticas de fuerza. En este caso necesitan mostrar que son eficientes con la ley.

Entonces, si yo mañana me opongo a la curricula, viene la persecución, por oponerme a la enseñanza oficial y por discriminar la historia.

La tradición bolivarista aspiraba a ser una academia militar. Son valores muy marcados: corte de pelo y el primer año eres sarna; hay una relación de subordinación. Pero ahora el tema central es la calidad educativa.

LA LEY Y SUS DEFINICIONES

1. Discriminación.- Es toda forma de distinción, exclusión, restricción o preferencia fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género, origen, cultura, idioma, religión, ideología, estado civil, filiación política, discapacidad y otras que busquen menoscabar el ejercicio de derechos.

2. Racismo.- Es toda teoría tendente a la valoración de unas diferencias biológicas-culturales, reales o imaginarias, en provecho de un grupo y en perjuicio de otro.

Fuente: Ley 045 Contra el Racismo y Discriminación

Por Katiuska Vásquez – Los Tiempos