Mientras el gobierno se ocupa de temas tan trascendentales como la supuesta presencia de un OVNI en la Chiquitania y de especular que se trató de un “avión espía del imperialismo”, Bolivia acaba de ser confirmada por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) en la “lista gris” de las naciones que no realizan esfuerzos suficientes en la lucha contra el lavado de narco-dólares y el blanqueo de fondos para el terrorismo.
El Estado Plurinacional comparte con Cuba el dudoso honor de estar entre los países que tienen “deficiencias estratégicas” en el tema, de acuerdo a los términos empleados por el organismo internacional que se reunió estos días en París.
De esta manera, fracasan las gestiones realizadas en la capital francesa por el ministro de hacienda, Luis Arce Catacora, quien acudió con la misión de demostrar lo indemostrable: que el régimen cocalero de Evo Morales sí hace lo necesario para enfrentar al narco-lavado.
El Gobierno Volador No Identificado (GOVNI) prefiere planear la construcción de un nuevo Palacio para Su Majestad, Evo I, antes que poner en marcha los mecanismos que borren una mancha en la imagen internacional del país (¿incluirá el Versalles de Morales una pista para aeronaves extraterrestres o sólo un conveniente helipuerto para huir de las manifestaciones populares?).
Flexibilizar los DDHH
De yapa, el Jefazo acaba de pedir que “se flexibilicen los derechos humanos para el entrenamiento de soldados”, con lo cual el Alto Comisionado de DDHH de las Naciones Unidas ya debe haber activado sus mecanismos de alarma.
Por lo visto, poco le importa al primer mandatario que los abusos contra los conscriptos deriven frecuentemente en torturas y, en algunos casos, en la muerte, como sucediera el 7 de febrero de 2011 con el subteniente Gróver Poma, en la Escuela de Cóndores.
En realidad, ni los derechos humanos de civiles ni militares parecen ser importantes para el presidente que “le mete nomás”…