Traficantes van hasta colegios a vender droga a los alumnos

La droga en Bolivia. Los escolares prefieren la marihuana y la pasta base de cocaína. Los distribuidores tienen gente de inteligencia.

Traficantes van hasta colegios a vender droga a los alumnos

Delito. Jóvenes afirman que acceden a estupefacientes más baratos que otros. Un estudio del CELIN revela que la edad de inicio de consumo es entre los 14 y 15 años.



Página Siete / La Paz

“Son jóvenes igual que nosotros y vienen hasta aquí para darnos (la droga). Tienen cuidado para que no les pase nada, pero se van al frente nomás o esperan a una cuadra o dos”, cuenta Jorge L., de 17 años, estudiante de un colegio céntrico de la ciudad de La Paz, quien compra marihuana para revenderla y consumirla.

Como él, colegiales y universitarios prefieren adquirir marihuana y pasta base de cocaína porque son las drogas más baratas y porque los distribuidores llegan hasta sus establecimientos educativos para venderles.

Esta situación es confirmada por los datos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) que indican que los vendedores de droga como marihuana, pasta base y clorhidrato (cocaína pura) merodean colegios, universidades y lugares preferidos por jóvenes.

En La Paz hay al menos 15 lugares donde se ubican los distribuidores y abarcan desde la plaza Alonso de Mendoza hasta la calle 21 de Calacoto, en la zona Sur. Sin embargo, los escolares prefieren no ir a esos sitios y esperan que el traficante les lleve el narcótico.

“Si vamos a esos lugares conocidos, nos pueden reconocer y da miedo que ya nos vean como drogadictos. Es mejor comprar de aquí nomás porque la gente que vende viene hasta aquí para hacer su negocio y aquí ya los conocemos”, afirma Raúl T., de 15 años de edad, quien asegura que sólo revende la droga y que no la consume.

Un ex jefe de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN) contó a Página Siete que basta que un colegial o universitario se contacte con un distribuidor para que la cadena de comercialización de la droga se amplíe a otros estudiantes.

Agrega que los distribuidores llegan a los estudiantes, muchas veces, a través de jóvenes quienes tienen más empatía con los potenciales compradores por la edad e intereses comunes.

“Mi amigo, por ejemplo, me contactó con uno que vende pasta base y él venía hasta aquí a vendernos. Yo compro para venderla después en mi zona”, explica David, un universitario de 18 años.

De hecho, son los adolescentes quienes acceden a la droga a través de sus amigos, aseguró el ex jefe policial. Un estudio realizado por el Centro Latinoamericano de Investigación Científica (CELIN) indica que la edad media de inicio del consumo está entre los 14 y 15 años.

El acceso a la marihuana es más fácil por el bajo costo. Un sobre, con algo más de un gramo, cuesta entre cinco y diez bolivianos.

La pasta base también se oferta en sobres, que tienen menos de un gramo de droga, y se comercian, cada uno, entre cinco y diez bolivianos.

“Conozco el clorhidrato (de cocaína), pero no se compra mucho porque es caro, aunque dicen que es mucho mejor”, señala Jorge L.

Los vendedores les enseñan palabras claves para acceder a la droga. Una “papa” o un “chuño” significa que la persona tiene sobres de droga para vender. Mientras que los comercializadores compran “bolas”, que son bolsas que contienen 50 gramos de droga. “De esa bolsa sacan 200 sobres para vender a los estudiantes. Entonces ganan más al raleo”, manifestó el oficial.

El consumo

La Paz. Según un estudio del CELIN, de 2010, la edad media de inicio del consumo de marihuana era a los 18 años en la sede de Gobierno. En el caso de la pasta base de cocaína era, también, desde los 18 años.

2011. El año pasado, la edad media de inicio en el consumo de drogas legales, como el alcohol y el tabaco, o ilegales como la cocaína o marihuana, es entre 14 y 15 años. Factores como la presión de grupos son influyentes para que los adolescentes consuman droga.

Marihuana. Esta droga fue de mayor consumo y crecimiento en todo el país durante el año 2011. La mayor parte de los consumidores se concentraba en Santa Cruz (5,6%); El Alto (5,5%) y La Paz (4,6%).

Norma. Según la Ley 1008, las personas que son encontradas con una cantidad mayor a los cinco gramos de cualquier sustancia controlada, son consideradas como “microtraficantes”, pero si la cantidad es menor se la califica como consumidora.

Pena. De acuerdo con la normativa boliviana, las sanciones penales varían para los microtraficantes de droga. El Ministerio Público realiza una investigación y si la justicia considera como delito mayor les espera una pena de al menos diez años, mientras que para un consumidor la ley señala su arresto por ocho horas en celdas policiales.

Registran 16 casos de microtráfico sólo en enero

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La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) atendió en enero 16 casos de microtráfico en la ciudad de La Paz en los cuales se secuestró un total de cinco kilos de pasta base de cocaína.

De acuerdo con informes brindados por la jefatura departamental de la fuerza antidroga, en los 16 casos atendidos, la Policía aprehendió a igual número de personas que portaban la droga y luego arrestó a otras 57 quienes estuvieron en celdas ocho horas por motivos de investigación.

Además, la FELCN se incautó de 13 gramos de clorhidrato de cocaína (droga pura), 2. 834 gramos de marihuana, seis unidades de flunitrazepan (psicotrópico), 4,700 miligramos de thinner y 11 pipas rústicas.

En febrero también hubo operativos. Uno de los casos relevantes se registró la noche del martes pasado cuando la FELCN hizo una serie de operativos en calles céntricas de La Paz.

Un hombre, de aproximadamente 45 años de edad, fue aprehendido luego de ser sorprendido con clorhidrato de cocaína. Según las investigaciones preliminares, la droga era comercializada a jóvenes que caminaban por El Prado y otras zonas.

Un reporte policial indica que el detenido vendía cada sobre de clorhidrato de cocaína a 50 bolivianos y que estaba dedicado al ilícito desde hace al menos cinco meses. La FELCN anunció la ejecución de operativos en las siguientes semanas en diferentes zonas paceñas donde se tiene información de que existen distribuidores de droga.

Vecinos de las cercanías de la plaza Riosinho, junto a la calle Jaén, denunciaron que en este lugar pululan los vendedores de estupefacientes, incluso en el día, los que tienen como víctimas a estudiantes. “La Policía sabe de esta situación pero se hace de la vista gorda”, dijo uno de los parroquianos. Página Siete / La Paz

Los distribuidores tienen gente de inteligencia

Página Siete / La Paz.- Los distribuidores de droga que son parte, en muchas ocasiones, de clanes familiares, cuentan con personas que realizan trabajos de inteligencia para resguardar su negocio y no ser sorprendidos por la Policía.

Los efectivos antidroga son conocidos por los distribuidores como “perros”. “Cuando estamos en operativos o haciendo trabajo de reconocimiento hay gente que por su lado nos investiga y se percata que no somos policías, de lo contrario dan la alerta”, explicó a Página Siete un ex jefe policial de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN).

Lugares como la plaza Alonso de Mendoza, alrededor de la Terminal de Buses, la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), la calle 21 de Calacoto son sitios donde los distribuidores saben que la Policía puede aparecer en cualquier momento.

“Es por eso que el trabajo policial debe ser fino y no permitir que reconozcan al personal en el trabajo de investigación que se realiza”, explicó el ex policía.

En uno de los casos atendidos recientemente una pareja fue sorprendida en flagrancia cuando vendía una bolsa de cocaína a una tercera persona. No se percataron de la presencia policial.

“Vimos a la mujer entregarle el paquete y recibir el dinero. Ocurrió en la calle Colón, cerca de la Alcaldía. Intervenimos de inmediato y al revisar a la pareja no tenía ni un sobre de droga. Minutos después nos dimos cuenta de que el menor de nueve años que iba con ellos guardaba papel higiénico en su pantalón donde escondía la cocaína”, contó.