Neocolonialismo evista

REGALITOS El presidente de la Subcentral del TIPNIS, Fernando Vargas, acaba de comparar a Evo Morales con los conquistadores españoles, por su pretensión de “colonizar a los indígenas con regalos”.

En las últimas semanas, el primer mandatario ha intensificado su campaña al interior del TIPNIS, distribuyendo prebendas en las comunidades como estrategia de división, de cara a la “consulta previa” (o póstuma) y con el cometido de desactivar la IX Marcha Indígena.

Claro que ya no se trata de los clásicos espejos y cuentas de vidrio del colonizador ibérico. Ahora se llega con motores fuera de borda para las lanchas, que son prestados a los comunarios en función a su buena conducta política.



Son las paradojas de un gobierno que habla de descolonización, pero que en la práctica incurre en modalidades del neocolonialismo. Y el del TIPNIS no es el único caso.

Porque también la expansión de la producción cocalera podría entrar en esa categoría, teniendo en cuenta que antes de la colonización el consumo de la “hoja milenaria” estaba restringido a la élite sacerdotal del Incario, siendo popularizada posteriormente por los encomenderos para facilitar la explotación laboral.

Sin contar esa otra neocolonización a cargo de diversos intereses externos, desde los cárteles del narcotráfico hasta la influencia de PDVSA, Irán, el chavismo y el lulismo.

Al hablar de descolonización, los funcionarios de gobierno tendrán que ver primero la viga en el ojo propio…

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