Así retomó Adolfo Chávez las instalaciones de la Cidob

Las instalaciones de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob) ayer se convirtió en el escenario ruidoso de los enfrentamientos que se registraron entre indígenas, por la toma de la Casa Grande de este sector.

Palos, piedras, cohetes y bombas molotov fueron los instrumentos que se utilizaron en los duros enfrentamientos. Al final de la gresca, la presidente de la Cidob paralela afín al Gobierno, Melva Hurtado, ingresó a las instalaciones de la Cidob, acompañada de un grupo de alrededor de 30 ayoreos para volver a ser posesionada en su cargo. Sin embargo, lo que más llama la atención es que también tuvo el resguardo de por lo menos 200 jóvenes que cubrían sus rostros, para no ser reconocidos, ya que según se mencionó serían pagados y venían desde el Plan Tres Mil.

Al amanecer, entraron varios indígenas de base de los pueblos guaraní, guarayo, mojeño y yuracaré, otra vez a la Cidob, aprovechando que este grupo había realizado una fiesta la noche antes. Los dirigentes evacuaron primero a los ayoreos ancianitos que dormían en los rincones del lugar y posteriormente ingresaron a las oficinas de las instalaciones, donde se encontró latas de cerveza y tarros de clefa. En una de las oficinas se encontraba descansando Melva Hurtado, a quien los indígenas no reconocieron y solo le pidieron que se retirara del lugar. No corrió con esta misma suerte el dirigente Pedro Vare, ya que fue colocado en un cepo.</p>



Fuente: Red Uno

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