Estudio. El director del Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas (Celin), Franklin Alcaraz, dijo a Erbol que la cifra de los acullicadores (masticadores de coca) en Bolivia se redujo al 14 por ciento hasta 2010 y estimó que continúa en descenso el consumo legal de la hoja verde por factores de transculturalización o migración de campo a ciudad.
Productores de coca en una jornada de acullico en defensa de la hoja en la ciudad de La Paz en enero de 2011. Foto archivo La Razón.
Cuando este medio preguntó si aumentó en gran medida los masticadores de coca en el país, Alcaraz respondió enfático: “No”. De acuerdo a los estudios de Celin, la disminución se registra desde 1950 a la fecha de manera constante.
“En 1950, acullicaba el 33% de la población boliviana en general y hasta hace dos años, Celin encontró que sólo el 14% de la población boliviana mayor de 12 años acullicaba la hoja de coca”, afirmó Alcaraz.
Indicó que la cifra de los acullicadores se reduce cada vez más en el país porque los hijos de los consumidores consuetudinarios ya no siguen los pasos de sus progenitores y ni los mismos padres de familia que consumen sistemáticamente quisieran que sus herederos sigan con la costumbre.
“Por la migración de campo a ciudad, la transculturalización (y otros factores) hacen que disminuya el consumo, los hijos de acullicadores ya no consumen, es más, cuando se pregunta a los acullicadores si quisieran que sus hijos sean acullicadores también, ellos dicen que no, eso quiere decir, que tarde o temprano esta costumbre va ir desapareciendo”, estimó.
Añadió que tomando en cuenta solamente la producción de la hoja de coca de los Yungas, que se usa para fines tradicionales, era necesario hasta 2000 sólo ocho mil hectáreas de cultivos de coca para satisfacer la demanda legal de la hoja verde.
“Con ocho mil hectáreas se satisface absolutamente todo uso lícito de la hoja de coca en el país, incluyendo el contrabando que se va al norte chileno y norte argentino”, apuntó.
Fuente: Erbol, El Diario