Con quién se puede trabajar y con quién es mejor no meterse

José Brechner

BRECHNER El Banco Mundial emitió su último informe, a junio de 2011, acerca de los mejores y peores países para hacer negocios. El reporte se edita anualmente con el título de “Doing Business” (Haciendo Negocios).

Utilizando 10 parámetros de investigación los expertos extraen los resultados, que son más sorpresivos de lo que muchos imaginan.



Aquellos que viven en países que son considerados un peligro mortal para las inversiones, usualmente no son valorados con la misma lente por los habitantes de esos lugares. En los latinoamericanos la miopía es atroz.

En comparación con los habitantes de los países desarrollados, poquísimos latinoamericanos lograron acumular un capital, que casi obligatoriamente tuvo que hacerse con coimas, evasión impositiva y triquiñuelas, pues así funciona el sistema.

Su posición les permite vivir como un europeo o norteamericano de clase media-acomodada con mucho menos de lo que se gana en el primer mundo, y su principal ventaja (que no es poca), es que gozan de mayor espacio para socializar debido a que tienen servidumbre que les ayuda en las labores hogareñas. Disfrutan de mayor soporte social pues pasan más tiempo con la familia y los amigos, asunto que es vital para una buena salud mental y emocional.

No obstante, en el primer mundo, aquellos que perciben ganancias que les permiten tener empleados de servicio doméstico y gozan de mayor tiempo libre, también disfrutan de una vida social más intensa y sin duda más elegante.

El bienestar psicosocial de los latinoamericanos, aparentemente supera al económico, pero sin dinero no se puede vivir y, lo acumulado puede perderse de un sablazo por las arbitrariedades de los gobiernos, que cambian las reglas del juego financiero a capricho.

El futuro de los latinoamericanos es siempre incierto. No tienen acceso a institutos de enseñanza de alta calidad. Hay carencia de seguridad física, económica y jurídica. Las trabas burocráticas son tortuosas, los conflictos sociales son permanentes, la falta de libertad es cada día mayor.

Los 10 parámetros que contempla el Banco Mundial para definir la seguridad de las inversiones son:

1. Facilidad para iniciar un negocio: El campeón en esta categoría es 1) Nueva Zelanda, seguida por 2) Australia y 3) Canadá.

2. Negociación de permisos de construcción: 1) Hong Kong; China 2) Nueva Zelanda; 3) Singapur.

3. Obtención de electricidad: 1) Islandia; 2) Alemania; 3) Taiwán.

4. Registro de propiedad: 1) Arabia Saudí; 2) Georgia; 3) Nueva Zelanda.

5. Obtención de crédito: 1) Reino Unido; 2) Malasia; 3) Sudáfrica.

6. Protección a los inversionistas: 1) Nueva Zelanda; 2) Singapur; 3) Hong Kong, China.

(Colombia ocupa el quinto lugar bajo este parámetro).

7. Pago de impuestos: 1) Maldivas; 2) Qatar; 3) Hong Kong, China.

8. Comercio entre fronteras: 1) Singapur; 2) Hong Kong, China; 3) Estonia.

9. Cumplimiento de contratos: 1) Luxemburgo; 2) Corea; 3) Islandia.

10. Resolución de Insolvencia: 1) Japón; 2) Singapur; 3) Canadá.

El ranking acumulado de los mejores países para hacer negocios es: 1) Singapur; 2) Hong Kong, China; 3) Nueva Zelanda; 4) Estados Unidos; 5) Dinamarca; 6) Noruega; 7) Reino Unido; 8) Corea; 9) Islandia; 10) Irlanda.

Los latinoamericanos están ausentes en los primeros 40 puestos. Empiezan a aparecer con Chile en el 39; Perú 41; Colombia 42; Puerto Rico 43. México está en el 53; Panamá 61; Uruguay 90; Guatemala 97; Paraguay 102; República Dominicana 108; El Salvador 112; Argentina 113; Nicaragua 118; Costa Rica 121; Brasil 126; Honduras 128; Ecuador 130; Bolivia 153; Haití 174; Venezuela, como ya es habitual desde que Chávez tomó el poder, es el último en todo y le toca el puesto 177.

En el estudio se analizaron 183 países. El último puesto lo ocupa Chad.

La situación latinoamericana es tan desastrosa que países como Namibia (78), Zambia (84), Mongolia (86), figuran antes que Brasil y Argentina. El gigante brasilero no es más que un complicado socio del Tercer Mundo, donde hacer negocios no es nada fácil y la mayoría de su población vive en la miseria.

La indigencia que caracteriza a las naciones latinoamericanas, además de las razones socioculturales que han hecho que se queden en el atraso, se reduce a una constante: donde hay socialismo o estatismo hay mayor pobreza, burocracia y falta de libertad.