Aseguran que no les queda rencor. Todavía no podemos creer lo que nuestros ojos vieron, pero no somos quienes para juzgar, aseguran los internos. Hoy habrá dos misas en el pabellón de mujeres y en el régimen abierto.
El control es más estricto para las personas que ingresan a ver a los reclusos del pabellón B. Fotos: Agapito Paco.
EL DEBER, Santa Cruz, Bolivia
En un comunicado hecho público, los reclusos sobrevivientes de la masacre del pabellón A de Chonchocorito decidieron perdonar a los del B, considerados los únicos responsables del ataque mortal registrado el 23 de agosto.
A 10 días de la tragedia que causó 36 personas muertas y un centenar de heridos, los del bloque A piden en su carta garantías y se consideran unos afortunados por estar con vida.
“Fue una masacre humana, ya que por más rabia, furia, deseo de venganza que se tenga no podemos aún creer lo que nuestros ojos vieron. Lloramos por las vidas que se fueron porque formaban parte de esta familia”. Los internos aseguran que fue más conmovedor ver morir a un niño de tres años a quien vieron nacer, crecer y correr por el patio, pero que sin tener culpa pereció porque esa noche se quedó a dormir junto a su padre.
Aseguran que la masacre desnudó falencias del sistema penitenciario y de la aplicación de la justicia desde el detenido preventivo hasta el sentenciado. “Sabemos que hay una justicia que no falla , que es la de Dios y tarde o temprano llega sin discriminación.
Perdonamos a nuestros compañeros del bloque B, quienes lamentablemente son los autores de esta masacre humana que marcará el resto de nuestras vidas. No tenemos rencor ni odio hacia ellos porque gracias a Dios los que estamos vivos reconocemos que Dios guardó nuestras vidas y no somos nadie para juzgarlos, pues somos cristianos evangélicos y bautizados y la Biblia dice que no te preocupes por vengarte porque mía es la venganza”.
Hoy habrá dos misas
Para la mañana de hoy se tiene fijada la celebración de dos misas en la cárcel de Palmasola, a cargo del arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti. El primer servicio se realizará, a las 9:00, en el coliseo del recinto de mujeres donde también reciben atención médica reclusos del pabellón A.
El segundo servicio será en régimen abierto para toda la población.
La oportunidad será aprovechada por los internos tanto de varones como de mujeres para hacer peticiones a las autoridades. Se conoció que pedirán la aplicación de nuevas normas que permitan la puesta en marcha de otro indulto general para la población penal a escala nacional.
Las internas dijeron que hoy se vestirán de blanco en el acto religioso, como una muestra de que en la cárcel se busca la paz y se pretende definitivamente dejar atrás el odio, el rencor, las heridas y las secuelas de la tragedia
Otros datos
Los pacientes en hospitales
Las autoridades informaron de que hay 24 reclusos en proceso de recuperación en diferentes centros médicos.
Solo dos en estado crítico
Dos pacientes que reciben atención médica en el hospital San Juan de Dios están grave y los demás, estables.
En la morgue del hospital
En la morgue del hospital San Juan de Dios hay 16 cuerpos que no han sido entregados a sus familiares. Se esperan los resultados de estudios de ADN.
Ingreso al penal se normaliza
Los familiares están visitando a los reclusos de forma normal. La gente que entra al pabellón B de Chonchocorito es sujeto a controles rigurosos.
Cabecillas se resisten al traslado a La Paz
Los 10 reclusos considerados los cabecillas de la tragedia, a través de su abogado, oficializaron la apelación ante las autoridades de la justicia en busca de revertir un fallo que ordena su traslado a la cárcel de Chonchocoro, de La Paz.
Su abogado, Eduardo Claros, argumentó que se debe considerar el hecho de que sus defendidos tienen familias, que ponen en riesgo la vida y que por razones de jurisdicción deben quedarse en Santa Cruz. Una de las salas penales debe definir la apelación máximo hasta el martes.
Los cabecillas son Luis Banegas Galdo, Alberto Oliva Dorado, Willam Oporto Miranda, Wálter Romero, Luis Tobías, Michel Pedraza, Jorge Soliz Rojas, Robert Ricardo Prado, Clíver Viera y José Carlos Galvis Arce.