Tamara Falcó hizo esperar a la prensa una hora. Pero valió la pena. Enfundada en un espectacular vestido de cuero de Burberry Prorsum, la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó presentó este martes su primer programa de televisión, «We Love Tamara», un «reality» que ella misma prefiere llamar «personality show». «Es que la gente asocia el término "reality" a un programa en el que vemos a alguien lavarse los dientes o cosas así, y este no es el caso», aclara Falcó.
Y tiene razón. «We Love Tamara», que estrena Cosmopolitan Televisión el jueves 12 de septiembre, confirma que Tamara está a un millón de años luz de «Gran Hermano». Un tarde de paracaidismo con la princesa Scilla Ruffo di Calabria, una velada en compañía de su madre y el diseñador Giorgio Armani durante la Semana de la Alta Costura de París, una cena con Alaska y Mario Vaquerizo en la terraza del Círculo de Bellas Artes o una conversación íntima con el diseñador Christian Lacroix son algunos de los momentos que nos oferecerá la hija del marqués de Griñón.
«Me hacía ilusión contar mi vida con mi propia voz. No es una crítica a cómo la han contado hasta ahora en la prensa rosa, nada que ver. Estoy encantada de cómo han contado mi vida. Estoy muy agradecida a la prensa. Como ya sabéis, el «¡Hola!» es nuestro álbum familiar, pero como dice el lema del programa, "ahora mi vida la cuento yo"», explica.
Las dos Tamaras
Y, ¿qué tiene que contarnos? «Pues, estudié periodismo y no sabía cómo encajar eso. Y este proyecto es perfecto para empezar en la televisión. Era mi sueño. Es que que los niños quieren ser futbolistas y las niñas, actrices», dice. Eso sí, no dice ni «mu» sobre su vida amorosa porque hace años que no tiene una relación. «Es que por ahora ni Dios quiere casarse conmigo. Pero ya llegará, ya llegará…». Aunque eso no significa que vaya a meterse a monja. «Soy Tamara la que se va de fiesta, pero también la religiosa. Soy esas dos. Hay que hacer un buen balance. Además, como recordaréis, el primer milagro que hizo Jesús fue convertir el agua en vino», añade entre risas.
La sola mención de la religión despierta una avalancha de preguntas. Y ella responde sin pudor. ¿Le gusta el nuevo Papa? «Sí». ¿Qué opina del caso «Vatileaks»? «No conozco tanto el Vaticano. Pero no tengo nada en contra de Benedicto XVI» ¿Cuántas veces va a misa? «Todos los días a las ocho de la mañana, antes de desayunar» ¿Habla con Dios? «Sí». Y la lista continúa.
Todo ésto nos hace preguntar: ¿estaremos ante una nueva y mejorada Paris Hilton? «La dos somos mediáticas. Pero cada una tiene su personalidad. Punto y aparte». Es que Tamara Falcó Preysler solo hay una. ¡Amén!
Fuente: www.abc.es