‘Quiero que le digan a mi esposa que la amo, que le mando un beso’, alcanzó a decir, con el último hálito, el subteniente Óscar Gironda Porres antes de expirar en brazos de un compañero.
Otra víctima: El médico Michael Joel Olivares Alba, se casó hace 15 días y tenía un bebé de 3 meses.
‘Que le digan que la amo’
La Paz, Bolivia, ABI.- Le mandó su amor incluso cuando la vida se le iba a borbollones por la herida de bala que recibió en la emboscada a una patrulla de la antinarcóticos Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) el fin de semana último en una zona conocida como Miraflores cerca de la población de Apolo, en el oeste de Bolivia, cerca de la frontera con Perú.
‘Quiero que le digan a mi esposa que la amo, que le mando un beso’, alcanzó a decir, con el último hálito, el subteniente Óscar Gironda Porres antes de expirar en brazos de un compañero que lo llevaba en andas en un intento de sacarlo del fuego cruzado a que fue sometida la patrulla de la FCT en Miraflores, en el eclipse del sábado último.
Como todo quien sigue la carrera de las armas, Gironda Porres sabía que todos los días oscilaba entre la vida y la muerte.
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El que no lo sabía era el médico Michael Olivares Alba que había recibido instrucción para sostener la vida a cualquier costa.
Menos que Gironda Porres, por su especialidad el marino Wily Yucra Mamani y más aún el policía Johnny Reynaldo Quispe Chura, sabía o al menos intuía que la parca podía emboscarlo en cualquier recodo del camino.
Oriundo de Cochabamba, Olivares Alba se incorporó a esa patrulla el 17 de octubre, 2 días antes de morir, según el viceministro de Gobierno, Jorge Pérez, torturado y rematado por encapuchados, lo más seguro, narcotraficantes.
‘Los habían golpeado salvajemente y, al parecer, han sido ejecutados con disparos de arma de fuego. Uno, al parecer, tiene un orificio de ingreso de arma de fuego en la sien derecha y, el otro, tiene un orificio al parecer de arma de fuego en el ángulo derecho de la nariz. Esto lo tendrá que determinar el médico forense, pero el estado, los golpes de los cuerpos en las cabezas, ¡Dios nos libre, una acción totalmente salvaje!’, relató el funcionario en un intento por graficar la ruindad de los ‘masacradores’.
Olivares Alba venía de contraer nupcias en junio último y, lo más probable, antes de partir a Apolo meció a su vástago de 3 meses de edad, balbuceó una fuente cercana a los deudos.
Formado en la Facultad de Medicina de la universidad pública de Cochabamba, Olivares Alba, de 32 años, se había titulado en 2010 como médico cirujano y como tal apoyaba en la Sanidad Operativa del cuartel antidroga en la central población de Chimoré, donde hizo su año de provincia, requisito ineludible de los galenos bolivianos para ejercer la profesión.
En virtud a un contrato laboral de 10 meses, se puso a la orden en los Servicios Médicos en Campamento para la FTC del Chapare. Su tarea se enfocada en la salud de los soldados erradicadores de plantaciones ilegales.
La Unidad Ejecutora de Lucha Integral Contra el Narcotráfico hubo contratado un seguro de vida para Olivares Alba.
Como ninguno de los 4 asesinados en la encerrona de Miraflores, el subteniente Eddy Triveño Corrales salvó la vida de milagro, pese a la saña que exhibieron los encapuchados.
‘Se encontraba con un disparo de arma de fuego en la boca, le habían metido el arma en la boca y le habían disparado y el disparo choco con la placa dental subió el proyectil hacia un costado de la nariz cerca del ojo, felizmente no llegó al ojo y por estas bendiciones de Dios no logró penetrar la bala al chocar con la placa dental, desvió hacia arriba y le faltó velocidad. Triveño ha sido trasladado y se encuentra internado en este momento en la ciudad de La Paz’, narró, con indisimulable impotencia, el viceministro Pérez.
Apenas recuperen la salud, el uniformado Jesús Ortega y el teniente coronel José Luis Mercado Flores podrán narrar el terror de Miraflores.
Apolo: médico se casó hace 15 días y tenía un bebé de 3 meses; policía deja huérfanos a dos niños
La Paz, Oxígeno.- El médico Michael Joel Olivares Alba, encontrado muerto el lunes después de un largo rastrillaje en Apolo, se había casado hace dos semanas y tenía un bebé de solo tres meses de vida.
El cadáver de Olivares llegó esta mañana a las 11.00 al aeropuerto de El Alto procedente de Apolo y hoy en la tarde continúa en autopsia, para luego ser trasladado por sus familiares a la ciudad de Cochabamba, según informó a Oxígeno el viceministro de Seguridad Ciudadana, Humberto Echalar.
El lunes, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó que olivares fue contratado por su despacho para trabajar en la FTC en Apolo.
El viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, informó que el médico estaba sin trabajo y que hace algunos meses fue contratado por el Gobierno.
“El médico estaba incursionando hace poco para apoyar en tareas de auxilio en la FTC, se casó hace 15 días, tiene un bebé de tres meses y (el fin de semana) le rompen la cabeza a golpes y lo ejecutan con un disparo a la altura de la nariz”, dijo Pérez.
Edwin Olivares, padre del médico, agregó que a los familiares nadie les avisó sobre estos sucesos, ni siquiera mediante una breve nota y que ellos se enteraron mediante los medios de comunicación, informa radio Erbol.
“El gobierno no nos pasó ni una nota. El jueves su esposa le llamó a él, cuando nos enteramos del problema en Apolo mediante la prensa, él ya no contestaba el celular. En principio se dijo que recibió un balazo y luego que fue arrojado de un precipicio. Ahora lo único que quiero es llevarme su cuerpo a Cochabamba, donde la familia lo espera”, declaró el padre.
Otro huérfano pregunta por su papá
El otro cadáver encontrado tras los rastrillajes es el del suboficial de la Armada, Willy Yucra Mamani, que en este momento también se encuentra en autopsia. “No se ha definido aún dónde será velado”, dijo Echalar.
Yucra Mamani dejó en la orfandad a un niño de cinco años y a otro de cuatro meses, según información de los familiares y el Gobierno. El cadáver de Yucra llegó esta mañana junto al de Olivares.
Verónica, cuñada de Yucra, dijo que el militar estaba destinado en Chapare y que recién fue ordenado por sus superiores para trasladarse a Apolo, norte del departamento de La Paz, para coadyuvar en tareas de erradicación de coca ilegal, dice Erbol.
“Recién el miércoles a las 05.00 partió a Apolo, él estaba en Chapare y el sábado ya había ocurrido todo esto. Pedimos justicia para mi cuñado, qué va ser de sus hijos, tiene dos hijos, uno de 4 meses y el otro de cinco años, que tanto ahora está preguntando por su papá”, afirmó.
El viceministro Jorge Pérez informó que ha sido sometido “a golpes salvajes en todo su cuerpo, en la cabeza y, encima, se conoce que fue ejecutado con un disparo en la sien derecho.
Los hechos de Apolo causaron la muerte del subteniente Oscar A. Gironda Porrez, policía Jhonny Reynaldo Quispe Chura, suboficial Willy Yucra Mamani y el médico Michael Joel Olivares.