El general golpista

Luis José Semprum

Semprum Cuando todos hablan de golpe, desde voceros del Alto Gobierno hasta connotados líderes opositores, quiero también sumarme a esa onda, para denunciar que, en efecto, hay un general conspirando.

Se trata de alguien que está desestabilizando seriamente al oficialismo y creando un clima de zozobra e ingobernabilidad. Este elemento golpista cobra cada día más fuerza y los efectos nocivos de su conspiración son devastadores.



No obedece órdenes del oficialismo, ni de la oposición, ni siquiera del "Alto Mando". Es absolutamente autónomo, irreverente y audaz. Sus tentáculos abarcan hasta los rincones más alejados del territorio nacional.

A pesar de que el Gobierno y el G2 cubano lo tienen perfectamente ubicado, no tienen la menor intención de detenerlo, al parecer por razones ideológicas, aunque es su más acérrimo enemigo.

En los bajos fondos se le conoce como "el negro", aunque también lo apodan "el permuta" o "el paralelo".

La estrategia del "negro" es muy sencilla: consiste cotizarse todos los días más caro, y de esa forma incrementar automáticamente el precio de todos los productos y generar mayor escasez.

Muchos ya se atreven a decir públicamente que, de seguir con ese comportamiento, el "negro" causará un estallido social, lo cual a su vez provocará una crisis militar.

Hay una forma de contener al general golpista, la cual requiere primero, liberar a Venezuela del dominio cubano; segundo, dejar de regalar nuestros recursos a los países del ALBA; y tercero, abandonar los dogmas trasnochados del socialismo del siglo XXI.

Como Maduro seguramente no va a tomar ninguna de estas medidas, también por razones ideológicas, lo más indicado es pedirle que se vaya, porque después de todo él tiene doble nacionalidad y no puede ser presidente. De lo contrario, el general golpista logrará su cometido dentro de muy poco tiempo.

El Universal – Caracas