El Nobel que Mujica no ganó

Antonio Mercader*

mercader ¿José Mujica pudo ganar el Premio Nobel de la Paz 2013? Sí, según fuentes de gobierno confirmadas por una investigación del semanario Búsqueda que lo ubicó entre los 10 finalistas. Empero, una carta de la escritora Mercedes Vigil puso eso en duda y sugirió que todo fue "un embuste propagandístico" y una "treta publicitaria". En respuesta, Búsqueda ofreció pruebas de que Mujica fue un candidato con posibilidades de ganar.

Si las tuvo, fue sobre todo por el apoyo de la fundación dirigida por Mijaíl Gorbachov, el ex -presidente de la URSS. Conviene recordar pasajes de la carta que Gorbachov le envió al comité Nobel elogiando a Mujica para calibrar la magnitud de los errores del líder ruso que son frecuentes entre quienes alaban desde el exterior al presidente uruguayo sin conocer su trayectoria.



Gorbachov presentó a Mujica como alguien que "desde su juventud fue un campeón de los ideales de justicia". Explicó que "los gobiernos autoritarios de los 60 y los 70 impidieron la posibilidad de cambios sociales", razón por la cual Mujica "se unió a las filas de los guerrilleros". Así de simple. Gorbachov omitió decir que en 1973, cuando se quebró la democracia en Uruguay -país destacado en Latinoamérica por sus políticas sociales-, Mujica y los suyos llevaban una década tirando tiros.

Tras evocar el largo pasaje de Mujica por la prisión, la carta dice que quedó libre en 1985 "convencido de que la fuerza de las ideas, del humanismo y la paz es el único camino". Añade que entonces creó "el Movimiento de Participación Popular, un partido basado en la ética" que "quería reconciliar" a los uruguayos. Es sabido que no fue tan así, que Mujica tardó 10 años en integrarse al Parlamento –lapso en el cual participó en episodios turbios como su apoyo a los etarras en el malón del Filtro– y que el MPP no se lució demasiado como promotor de la ética, la paz y la reconciliación.

Aparte de esa carta, colaboradores de Mujica redactaron un escrito justificando su candidatura al Nobel en donde dijeron que la guerrilla tupamara fue "exitosa". ¿En qué? Porque aparte del tendal de muertos que causó y de la turbulencia que sacó a los militares de los cuarteles ni siquiera pudo enfrentar a los golpistas pues en 1973 la guerrilla estaba destruida y casi todos sus miembros estaban presos. Un fracaso.

En esta apología de Mujica hay otras distorsiones. Una de las más chocantes es la que lo compara con Mandela y Gandhi. Mandela se alzó en armas en un país en donde los negros (80% de la población) carecían de derechos civiles, vivían en guetos sin recibir educación, tenían prohibido ejercer ciertas profesiones, estaban segregados de los blancos y sufrían periódicas matanzas en un Estado racista y totalitario. Nada parecido al Uruguay de los 60 en donde Mujica se hizo guerrillero.

En cuanto a Gandhi, la comparación es risible porque en nada se asemeja Mujica a aquel fino abogado y político indio (más bien derechista) que practicó la resistencia pacífica contra el colonialismo inglés y que, anoréxico y abstemio como era, hizo de sus extensos ayunos un instrumento eficaz para lograr la independencia de la India.

Es probable que ni siquiera el propio Mujica, hoy convertido en presidente por el voto popular, haya llegado a creer en las fantasías que se escribieron sobre él ni en sus reales chances de convertirse en Premio Nobel de la Paz.

*Abogado, periodista y publicista

El País – Montevideo