Investigadores estadounidenses se dieron a la tarea de analizar esta problemática que tiene décadas afectando la relación entre hombres y mujeres; esta fue la conclusión a la que llegaron….
Sin duda el que los hombres no le «atinen» a inodoro y dejen restos de orina sobre la base, donde se sientan las mujeres para también hacer sus necesidades, ha sido un complico que sin duda ha causado múltiples problemas a lo largo de la historia de la humanidad, mismo que ha afectado de forma determinante la relación entre ambos sexos.
Las mujeres, con justa razón, mencionan que es injusto que los varones no cuiden la forma de hacer pipí y que sean ellas las que tengan que limpiar; mientras que para muchos hombres este «detalle» se les hace insignificante, y muchos otros nunca a prendieron a controlar su evacuación.
Ante tal situación, que parecía no tener respuesta, un equipo de científicos estadounidenses decidió hacer un estudio de la dinámica de fluidos de la salpicadura de la orina, para encontrar consejos de higiene que pudieran poner fin a este problema. Así lo publica BBC Mundo.
Usando cámaras de alta velocidad, el equipo filmó chorros de líquido al chocar con paredes de baños y estudiaron el rociado resultante. La salpicadura era menor cuando los chorros venían de cerca y con un «ángulo de ataque» estrecho, explicó el equipo de la Universidad Brigham Young, en Provo, Utah.
«La gente me pregunta, ¿hablas en serio? Les digo que sí, que esto puede parecer chiste de preadolescente, pero también es un problema real», señala Tadd Truscott uno de los físicos que dirige la investigación.
El equipo disparó agua coloreada en varios «inodoros» con la velocidad y la presión de la orina humana normal.
La salpicadura se vio intensificada por un fenómeno conocido como inestabilidad de Plateau-Rayleigh, por el cual una corriente descendente de líquido se rompe en gotitas.
«El chorro de orina masculina se rompe a unos 15-18 centímetros de la salida de la uretra», explica Hurd. «Así que para el momento en que llega al urinario, ya está en forma de gotas. Y estas gotitas son las responsables de la formación de salpicaduras en sus pantalones de color caqui».
Es así que la recomendación científica para evitar salpicaduras es estar lo más cerca posible del inodoro: «Cuanto más cerca esté, mejor. Si usted impacta el chorro contra la taza, es mucho menos caótico».
Además, agregan que el ángulo de ataque es indispensable: «lo más importante para reducir las salpicaduras es alterar el 'ángulo de ataque'». Apuntar directamente a una pared vertical de urinario o al agua del inodoro provoca un «contragolpe».
«Reducir el ángulo realmente ayuda», señala Hurd. Para un urinario normal, la «mejor práctica» significa estar de pie, ligeramente hacia un lado, y apuntar con un bajo ángulo de impacto. «De esta forma, te aprovechas de las dos técnicas de reducción de salpicaduras», explica Hurd.
Gracias a este análisis, los físicos lograron dar las siguientes recomendaciones:
- Esté tan cerca como sea posible: un chorro ininterrumpido es mejor que gotitas.
- Inclinación del chorro: apunte hacia los lados o hacia abajo, en lugar de directamente hacia el agua del inodoro o la pared.
- Coloque papel higiénico en la taza del inodoro para suavizar el impacto.
- Utilice recubrimientos hidrófilos para inodoros.
- Siéntese en lugar de quedarse de pie.
Información BBC Mundo.
Fuente: de10.mx