INUNDACIONES EN EL ORIENTE BOLIVIANO. Investigadora de Fobomade asegura que son parte del megaproyecto IIRSA.
En febrero se paralizaron 11 de 24 turbinas en la represa San Antonio. Foto: Archivo.
ERBOL/ AGENCIAS y EL DEBER
Las represas brasileñas de Jirau y de Santo Antonio, que ya trabaja a plena capacidad, son una de las causas principales, junto al incremento de las lluvias, de las inundaciones ocurridas en febrero y marzo en Beni. Esa fue la denuncia que hicieron Patricia Molina, del Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade), y Abraham Cuéllar, exsenador del departamento de Pando.
Las dos represas, mencionadas por los investigadores que participaron de un foro en la UMSA, forman parte de un megaproyecto de Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), que contempla la construcción de dos represas más, una binacional, la de Riverao, y la de Cachuela Esperanza, en territorio boliviano.
Los entrevistados recordaron que el principio de toda represa es “ponerle una pared a un río”. El objetivo de IIRSA, según su portal web, es producir energía eléctrica para las metrópolis brasileñas y transformar el río Madera en una vía plenamente navegable, a fin de que Brasil pueda llegar más rápidamente con su producción a los puertos del Pacífico y, por consiguiente, a los mercados asiáticos.
Patricia Molina subrayó que todo el proyecto ha sido pensado para satisfacer las necesidades del país vecino.
En 2007, según Molina, las autoridades bolivianas tomaron conocimiento de un estudio de Brasil en el que se advertía que el funcionamiento de las represas iba a tener consecuencias negativas en el país. Por esa razón, la autoridad brasileña del medioambiente (Ibama) negó la licencia ambiental a las dos empresas que terminaron construyendo las represas
Denuncias
UNA BRASILEÑA Y UNA FRANCESA
Odebrecht, de Brasil, y Suez, de Francia, son las firmas que consiguieron la licencia de Ibama para construir las dos represas en Brasil.
QUERELLA ANTE LA CIDH
La investigadora de Fobomade confirmó que presentaron una querella ante la CIDH para revocar la licencia a las dos firmas.