Muchos se benefician del lucrativo negocio de la coca

Según un testigo, los de Umopar se están haciendo millonarios al extorsionar a los cocaleros. En Yapacaní hacen controles para evitar el ingreso de la hoja

La población de Yapacaní y comunidades aledañas experimentan un movimiento febril de día y de noche por las actividades legales e ilegales. Foto: AGAPITO PACO



BERTHY VACA JUSTINIANO – [email protected]

Los agentes de Umopar tienen mala fama en Yapacaní y sus poblaciones. Muchas personas les tienen temor por los presuntos abusos y otras los tildan de corruptos porque, según afirmaron, se están enriqueciendo haciéndose los de la vista gorda con el tráfico de la hoja de coca ilegal que ingresa a territorio cruceño desde Chapare (Cochabamba) directamente a la fabricación de cocaína en la floresta de Nuevo Horizonte, San Germán y comunidades divididas en sindicatos agrarios.

“Las instituciones de Yapacaní han determinado formar una comisión permanente en el kilómetro 50 de la ruta a Cochabamba para hacer un control estricto del ingreso de la hoja de la coca, porque finalmente la selva de nuestro municipio es tomada por el narcotráfico con la coca ilegal que viene de Chapare. Nosotros nos hemos dado tareas para controlar personalmente. Umopar pilla cuando hay denuncias y comete maltratos a mujeres y a niños, algunas veces sin motivo”, manifestó Eusebio Carrasco, dirigente del control social del municipio.


La ‘danza’ de las Noah

Las vagonetas Toyota Noah, con capacidad para transportar ocho pasajeros, y otras similares, proliferan por miles en Chapare y en Yapacaní. Su aforo y su potente motor de entre 2.000 y 4.000 cilindradas las torna eficaces para acarrear hasta 21 taques de coca en cada viaje, sobre todo por las noches. “Desde las siete de la noche las Noah entran en escena. Llegan desde Chapare llenas de coca e ingresan por los senderos a fabricar la droga. La hoja de coca es sumamente rentable para los cocaleros, pues madura cada 90 días, por lo que cosechan cuatro veces al año”, dijo Eusebio Carrasco, autoridad de Yapacaní.

“Tenemos la información de que a Yapacaní la coca ilegal entra por cantidades. Dentro de la Felcn está la corrupción, no son todos los policías, pero sí la mayoría. Si no dejaran ingresar la materia prima no habría narcotráfico. Si no hay harina no hay pan”, ejemplificó el dirigente vecinal Willy Ventura.

Para Paulina, una comerciante de Nuevo Horizonte, los policías de Umopar son ‘corruptos, sacaplatas y secuestradores’.

“Agarran gente que está trabajando (en la droga) y la sueltan previo pago de $us 3.000 o $us 4.000. Se están volviendo millonarios. A los cocaleros los dejan pasar por Bulo Bulo y luego les dan alcance y los mantienen secuestrados hasta que familiares consiguen el dinero que exigen. El otro día cobraron $us 6.000 a dos personas que traían 21 taques de coca en una vagoneta y seis kilos de cocaína. Vienen cuando los soplones los llaman. Los de Umopar les pagan hasta $us 500 por avisar del negocio”, reveló la mujer.

Franz Selles, director nacional de Umopar, negó la acusación y explicó que los comercializadores de la coca ilegal se dan modos para traficar la hoja por rutas alternas al puesto de control de Bulo Bulo.

Sobre los presuntos abusos y extorsiones, Selles dijo que sus policías evitan cometer desmanes porque se puede caer el proceso penal cuando hay personas aprehendidas y porque en algunos casos pareciera que estos ciudadanos tienen acceso a ciertas instancias de poder para interceder por ellos.

Según el informe 2012 de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito en Bolivia, la producción de coca en el trópico de Cochabamba llegó a 22.400 toneladas, de las que 21.234 fueron desviadas al mercado ilegal

ANÁLISIS

El tema de la droga juega distintos roles en Yapacaní y en San Juan
Álvaro Puente – Pedagogo

Yapacaní es zona de alta producción de cocaína, lo sabemos por las decenas de fábricas encontradas desde la frontera con Cochabamba hasta el río Yapacaní. Es terrible, incluso en chiste la gente dice que todos los bloqueos son porque necesitan que aterrice una avioneta en la carretera. Exagerado o no así van las cosas.

Es una zona donde la producción de droga se ha vuelto una actividad normal de la sociedad y la consecuencia lógica es que se opongan a un cuartel de control. No solo se oponen, han hecho salir escapando varias veces a las patrullas que han ido por allá. Ellos dicen que Umopar va a interrumpir el desarrollo. ¿Qué es interrumpir el desarrollo? Es disminuir los ingresos económicos que tienen ahora si hay un control a la hoja de coca. Creo que la postura es clara.

No tienen nada en común con la colonia japonesa, con gente de alto rendimiento en producción agrícola, que ha logrado niveles interesantes de desarrollo personal y familiar en la actividad normalmente lícita. Entonces a ellos les molesta la producción de droga, en cambio los colonos, a los que ahora llaman interculturales, están en alta proporción dedicados al manejo de la cocaína. El tema de la droga juega distintos roles en ambas poblaciones

La hoja sagrada

La producción nacional
La Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito informó de que en 2012 la producción de coca en Bolivia llegó a 45.000 toneladas. 22.200 (49%) se produjeron en Yungas y 22.400 (51%), en el trópico cochabambino.

ACULLICO, CON LA YUNGUEÑA
En el municipio de Yapacaní se evidenció que los comerciantes solo venden para acullicar la hoja de Yungas, pese a la alta producción de Chapare.

Desdeña el voto de Yapacaní
Autoridades del municipio señalaron que el ministro de Gobierno, Carlos Romero, les dijo que no le interesaba el voto de Yapacaní en abierto desafío por haberse opuesto al cuartel.

Pocas obras
Según autoridades, el partido de Gobierno solo está edificando una cancha, un módulo escolar y un coliseo en Yapacaní.

Fuente: eldeber.com.bo