Santa Cruz. Una examiga ingresó a su casa y la agredió. La víctima terminó con 56 puntos de sutura y más de 10 cortes en el cuerpo
Perdió mucha sangre. La víctima apenas se podía mover porque tenía cortaduras en todo su cuerpo . Foto: Ángel Velasco
EL DEBER, Santa Cruz, Bolivia
Víctor Alai (25) y Laura López (23) dormían cuando los despertó el ruido de un vidrio rompiéndose. Era la ventana de su casa, por ella ingresaban cuatro personas: una amiga de ambos (con la cual habían discutido días antes) y tres hombres. Víctor se levantó y cuando salía del cuarto ya tenía encima a los tres hombres que empezaron a golpearlo. Laura gritaba en la cama cuando la agresora se abalanzó encima y con un bisturí empezó a cortarle el cuerpo.
Eran las 6:00 del sábado. Cuando el episodio terminó y los agresores salieron corriendo, Laura, bañada en sangre, veía que el músculo de su brazo estaba abierto y podía ver hasta el hueso, contó Víctor, quien en ese momento socorrió a su novia, que -según dijo- “no se podía mover porque cada movimiento abría más sus heridas”. Cuando llegaron al hospital San Juan de Diós él empezó a sentir los dolores por los golpes que recibió, se le hinchó y moreteó la cara y le dolía respirar.
La doctora estuvo una hora y media suturando los 10 cortes que Laura tenía en el cuerpo; tres en una pierna, dos en un brazo, uno en el otro, dos en la espalda y dos en el abdomen. Fueron 56 puntos, 30 de ellos por un corte que le recorre todo el ancho de la espalda.
“Esa mujer es una pandillera, ya estuvo en Palmasola, no quiero decir su nombre porque tememos represalias”, decía Víctor, quien acusó a la agresora de vender droga en la zona del Chiriguano, donde ellos alquilan la casa donde fueron atacados. “Ellas se conocen de antes, su amiga le tiene celos por alguna historia vieja”, agregó el hermano de la víctima. “Haremos la denuncia mañana porque ahora Laura está muy mal”, explicó Víctor, que recibió atención para descartar una hemorragia interna.