Roland Kroos tuvo claro que sus dos niños tenían cualidades para dedicarse al fútbol profesionalmente. El Hansa Rostock le fichó en 2002 como entrenador de juveniles. ‘Vean jugar a Toni’, les dijo a los dirigentes de su nuevo club. Quedaron convencidos. Toda la familia se mudó para acompañar a padre e hijo en el inicio de una aventura que ha traído al hermano mayor hasta el Real Madrid.
Durante el último Mundial su calidad quedó reflejada. Fue el dueño del balón. Y es que Toni Kroos fue el futbolista que más pases dio durante la cita brasileña, demostrando su dominio del esférico. Además de ser el cerebro de Alemania, la campeona del Mundo.
Los siguientes cuatro años fueron clave en la formación deportiva del joven Toni Kroos (Greifswald, Alemania, 4 de enero de 1990). Con apenas 12 años comenzó a llamar la atención. En 2005 completó una temporada redonda jugando como sub 17. Un año más tarde firmó contrato con el Bayern Múnich. La prensa alemana ya veía en aquel jugador una carrera prometedora.
Tras un curso en el filial pasó a formar parte de la primera plantilla en 2007. Su debut en la Bundesliga llegó en septiembre, el segundo futbolista más joven en hacerlo en la historia del Bayern. Su participación no encontró la continuidad que habría deseado y en 2009 accede a jugar cedido en el Bayer Leverkusen por consejo de Jürgen Klinsmann, su entrenador entonces.
La primera campaña en el Leverkusen estuvo condicionada por una lesión. Fue en la segunda cuando supo aprovechar la baja de Renato Augusto para hacerse un sitio en el once titular y confirmar los mejores informes sobre su juego. El Bayern lo llamó de vuelta en 2010.
El padre de los Kroos estaba en lo cierto. Felix juega actualmente en el Werder Bremen. Toni acaba de redondear en el Mundial de Brasil una actuación brillante. Sigue cumpliendo etapas. El Madrid le llama para triunfar.
Fuente: MARCA.com