Obama autoriza ataques limitados en Irak para frenar a los insurgentes suníes


La intervención aérea busca proteger al personal norteamericano e impedir un genocidio de minorías religiosas

Obama, en su comparecencia este jueves. / SAUL LOEB (AFP)

El presidente Barack Obama autorizó en la noche de jueves ataques aéreos de Estados Unidos en Irak para proteger al personal norteamericano en este país e impedir un genocidio de las minorías religiosas perseguidas por los yihadistas del Estado Islámico (EI).



La decisión, anunciada en una declaración solemne desde la Casa Blanca, supone el regreso de las fuerzas armadas de EE UU a una guerra a la que Obama se opuso cuando empezó en 2003 y que dio por concluida en 2011 con la retirada completa de las tropas nortamericanas. 

Además de autorizar la intervención, que sería la primera de EE UU desde el ataque de EE UU y otros aliados de la OTAN en Libia, en 2011, Obama aprobó el lanzamiento desde aviones militares de ayuda humanitaria para miembros de la minoría yazidí sitiados por los yihadistas. Los primeros vuelos, que terminaron sin incidencias, incluyeron tres aviones de transporte —un C-17 y un C-130— escoltados por dos cazas F/A-18, según un comunicado del Pentágono. Lanzaron 72 paquetes con agua potable y paquetes de comida.

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El objetivo de la intervención armada será frenar el avance de los insurgentes suníes, que amenazan la capital del Kurdistán iraquí, Erbil, y que han desplazado a decenas de miles yazidíes. El presidente dijo que los ataques sería «limitados» y los ordenará «si son necesarios».

La misión, que excluye el envío de tropas terrestres, es doble. De un lado, proteger al personal norteamericano en Erbil. Del otro, evitar un genocidio contra los yazidíes, una confesión que mezcla zoroastrismo, cristianismo e islam. Entre 10.000 y 40.000 miembros de esta minoría han huido de sus residencias esta semana y se han refugiado en el Monte Sinjar, en el noroeste de Irak, donde se encuentran atrapados sin agua ni comida. Unos cuarenta niños han muerto, según Unicef.

«Cuando tenemos capacidades únicas para impedir una matanza, creo que los Estados Unidos de América no pueden mirar hacia otro lado. Podemos actuar, de forma cuidadosa y responsable, para prevenir un acto potencial de genocidio», dijo Obama.

«A principios de esta semana, un iraquí en la región gritó al mundo: ‘Nadie viene a ayudarnos'», añadió en otro momento. «Pues bien, hoy América viene a ayudar».

Una fuente de la Administración Obama dijo en una conferencia telefónica que la intervención cumple con la ley internacional porque si tiene lugar será a petición del Gobierno iraquí. En el caso de la protección de ciudadanos norteamericanos, el presidente puede ampararse en sus poderes constitucionales. La misma fuente dijo que la Casa Blanca informará al Congreso cuando se lancen los ataques, de acuerdo con la Resolución de Poderes de Guerra.

Obama se había resistido hasta ahora a intervenir en Irak. En las últimas semanas había enviado centenares de militares para asesorar a las fuerzas iraquíes, localizar posibles objetivos de ataques aéreos y proteger la embajada de EE UU y otras instalaciones norteamericanas en el país.

Pero el presidente supeditaba los ataques aéreos —con aviones convencionales o aviones no tripulados— a un cambio en el Gobierno de Irak y posiblemente a un relevo del primer ministro, el chií Nuri al-Maliki, al que la Casa Blanca atribuye parte de la responsabilidad del conflicto por sus políticas sectarias contra los suníes.

Por si solas, las fuerzas iraquíes han sido incapaces de frenar al EI. Ahora contarán, aunque se de manera puntual, con el respaldo de las fuerzas armadas más poderosas del planeta.

Irak ha traumatizado a EE UU durante la última década. Dividió al país y terminó sin victoria. Más de cuatro mil muertos norteamericanos y centanares de miles de millones gastados dejaron a EE UU sin ningún apetito para involucrarse en nuevas aventuras bélicas.

«Como comandante en jefe, no permitiré que Estados Unidos se vea arrastrado a luchar en otra guerra en Irak», prometió Obama. «No hay una solución americana a la crisis general en Irak. La única solución duradera es una reconciliación entre las comunidades iraquíes y unas fuerzas iraquíes más fuertes».

Cronología militar de Obama en Irak

JOAN FAUS – Washington

Febrero de 2009

Cuando llevaba un mes y medio como presidente, Obama anunció que la misión de combate de Estados Unidos en Irak terminaría en agosto de 2010 y que todas las tropas saldrían del país en diciembre de 2011, siguiendo la hoja de ruta establecida por su predecesor, George W. Bush. Las 142.000 tropas que había en ese momento se reducirían entonces a unas 50.000 que asesorían a las fuerzas iraquíes, y protegerían al personal e instalaciones estadounidenses.

Agosto de 2010

Se cumplen los planes de Obama y a mediados de agosto EE UU reduce el número de soldados a alrededor de 50.000.

Octubre de 2011

El Gobierno estadounidense no llega a un acuerdo con el iraquí para mantener algunas tropas en el país más allá de 2011 a cambio de garantizarles cierto grado de inmunidad. Obama confirma que todos los soldados estadounidenses abandonarán Irak a finales de año.

Diciembre de 2011

Todos los soldados de EE UU abandonan Irak tras ocho años de intervención que se cobró alrededor de 4.500 vidas estadounidenses y costó cerca de 1.000 billones de dólares. EE UU mantiene únicamente un pequeño dispositivo de seguridad en su embajada en Bagdad, la sede diplomática más grande de EE UU en el mundo.

16 de Junio de 2014

Ante el rápido avance de las milicias yihadistas suníes del Estado Islámico, la Administración Obama envía 275 militares a proteger su embajada en Bagdad.

19 de junio de 2014

El presidente anuncia el despliegue de 300 asesores militares a Irak que ayudarán a las fuerzas iraquíes a hacer frente a la ofensiva yihadista. En ese momento Obama descarta una intervención aérea inmediata. El Pentágono no cierra la puerta a esa posibilidad en caso de ser necesaria y establece dos centros de operaciones, uno en Bagdad y otro en Erbil.

27 de junio de 2014

El Pentágono anuncia que algunos de los drones y aviones convencionales que sobrevuelan Irak con fines de inteligencia están armados para proteger la embajada en Bagdad. El número de vuelos diarios aumenta de unos 30 a 40.

30 de junio de 2014

Obama autoriza el envío al país árabe de 200 soldados adicionales para incrementar la seguridad de la Embajada estadounidense en Bagdad, de su personal y del aeropuerto de la capital iraquí ante la ofensiva de los yihadistas del Estado Islámico.

23 julio de 2014

El Gobierno estadounidense anuncia el envío de otros 20 asesores militares a Irak, lo que eleva a alrededor de 800 el número de nuevo personal militar estadounidense desplegado en el país que se suman a los aproximadamente 200 militares que ya protegían la Embajada en los últimos años. En paralelo, el Pentágono amplía hasta 50 los vuelos diarios de inteligencia para analizar las posiciones de las fuerzas del Estado Islámico.

7 de agosto de 2014

Obama autoriza ataques aéreos de Estados Unidos en Irak para proteger al personal estadounidense en ese país e impedir un genocidio de las minorías religiosas perseguidas por los yihadistas del Estado Islámico.

Fuente: elpais.com