Menonitas: Entre sus tradiciones y la modernidad

La principal actividad de subsistencia de los menonitas es la agricultura, siembran soya, maíz, trigo y sorgo entre otros productos.La principal actividad de subsistencia de los menonitas es la agricultura, siembran soya, maíz, trigo y sorgo entre otros productos.

Asentados en diferentes provincias del departamento, lejos del ruido la ciudad, y lejos de los avances tecnológicos, viven dedicados a su familia, a su trabajo de agricultores y a su religión, son reconocidos por sus cabellos rubios y ojos azules y su vestimenta peculiar con overol y sombrero, los menonitas son un pueblo de emigrantes de diferentes países, que llegaron a Bolivia en busca de oportunidades hace más de 6 décadas.Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), actualmente Santa Cruz alberga a 15.666 ciudadanos menonitas que están asentados en 13 provincias del todo el departamento, quienes se dedican a la agricultura y a la cría de ganado vacuno.

Los menonitas son descendientes del movimiento anbaptista del siglo XVI que encabezó su líder Menmo Simons que vivió entre 1496 y 1561 de donde deriva el nombre de mononitas. Menmo era un sacerdote católico nacido en Frissia, hoy Holanda; en 1536 rompe relaciones con la Iglesia Católica y comienza su prédica reformista inculcando a sus seguidores un auténtico seguimiento y sujeción a Cristo y la Biblia para evitar caer en errores en los que, según él, había caído la Iglesia católica de su tiempo.



Las primeras colonias menonitas llegaron a Bolivia el año 1957 procedentes de México, Canadá, Bélize, Estados Unidos y Paraguay a invitación del entonces presidente de la República, Victor Paz Estenssoro, para que se dediquen a la agricultura en los llanos orientales.La actividad principal de subsistencia de los menonitas es la agricultura, ya que se dedican a la siembra de la soya, maíz, trigo, sorgo entre otros productos. Según el pueblo menono, se trabaja para lacomunidad y los frutos de esa labor se reparten entre todos los miembros, por lo que nunca le falta a nadie ni alimento ni vestido. Está prohibido acumular riquezas. Cualquier excedente de producción se debe utilizar siempre para producir más y los sobrantes de esa producción, si no se consumen en la comunidad, son vendidos al exterior.

Los menonos tienen costumbres y creencias poco usuales e intrigantes para el mundo moderno. Durante más de cuatro siglos, los menonitas se han movido de un país a otro en busca de un lugar donde nadie pudiera cuestionar su modo de vida, especialmente en lo que se refiere a la educación de sus hijosNORMAS DE LAS COLONIASDependiendo  de sus normas propias de cada colonia, cada una tiene sus prohibiciones para su desarrollo como tal, aunque todas tienen algunas reglas comunes como la de no desarrollar trabajos para terceros fuera de su colonia y la de no casarse con habitantes de otra raza que no sea la suya propia.Para el menonita, su vida transcurre dentro de un contexto fuertemente influenciado por tres temas; la familia, el trabajo, y la espiritualidad.En cuanto a la educación, tienen un solo nivel de 5 a 12 años donde aprenden a leer, escribir y realizar operaciones aritméticas básicas en su idiomaAl ingresar a una colonia menonita se tiene la sensación de entrar a un espacio y en un tiempo que no coincide con el actual.Son comunidades esencialmente agrícolas, cerradas en sus costumbres, que rechazan la modernidad como un peligro de contaminación con el pecador mundo circundante. El culto divino y la lectura de la Biblia como único vehículo cultural son pilares de la vida cotidiana, alejada de la civilización y de las tentaciones de Satanás.Están regidas por “ley del menón”, lo que significa que no pueden acudir a espectáculos públicos como el cine y el teatro, ni pueden cantar ni bailar fuera de la iglesia. Tampoco pueden practicar deportesporque se los considera una manifestación de violencia. Evitar el progreso es una de las características de los menonitas. Sin teléfono, ni televisión, ni internet, se mantienen desconectados del mundo, porque son consideradas una “fuente de tentaciones”.En la mayoría de las comunidades no está permitido el uso de la electricidad, el teléfono y los automóviles y mucho menos internet y se trasladan en antiguos carruajes tirados por caballos y las compras en los almacenes-tienda, las realiza el hombre, mientras la mujer se limita a esperar en el carruaje.GLOBALIZADOSPese a sus prohibiciones, los menonitas se han visto forzados a modernizarse para competir en la producción y para llevar comodidad a sus mismos hogares. Muchos colonos ya conducen vehículos, utilizan celulares y hasta han modificado sus prendas de vestir.Sin embargo, según Peter Groening, uno de los ministros de la colonia Nueva Esperanza de San José de Chiquitos, los menonos no han escuchado hablar de personajes como Michael Jackson, Madonna, Messi o Maradona. Ni siquiera los más jóvenes, pero reconoció que la mayoría ya utiliza celular y han modernizado con maquinaria sus propiedades donde cultivan la tierra. “La música también está prohibida, aturde el espíritu, lo mismo que el alcohol. Es más peligroso en los jóvenes, que sienten curiosidad por todo. A veces hemos tenido problemas con drogas. Eso es mucho más grave”, dijo.Según los datos del Instituto Nacional de Reforme Agraria (INRA), Actualmente habitan más de 60 colonias agrícolas y ganaderas caracterizadas por la sobreexplotación de la tierra y un hermetismo a toda prueba.

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  •  Según la Conferencia Mundial Menonita, sus fieles se encuentran en más de 60 países.Las colonias están dirigidas por obispos, que constituye la máxima autoridad. Hay uno por cada colonia, su función es cuidar de que los menonitas vayan “por el camino angosto”. Sus cargos son vitalicios. Son elegidos tras muchos días de oración, esperando a que el Espíritu Santo ilumine la decisión. Solo son elegibles los hombres bautizados, casados y con hijos que hayan demostrado cualidades especiales como padres.Normalmente, solo los hombres son capaces de hablar en español en las colonias. Lo aprenden al hacer negocios con los bolivianos.En Santa Cruz, los 15.666 ciudadanos menonitas están asentados en 13 de las 15 provincias del departamento.

Muchos menonos buscan vivir con limitaciones

Muchos menonitas no sólo ven razonables todas estas limitaciones, sino que intentan buscarlas. Un alto porcentaje de los que residen en Bolivia proceden de colonias extranjeras donde las costumbres se han relajado.Es el caso de Isaac Banman y de su esposa, Susana. Hoy viven en Durango, una colonia de unos 3.000 habitantes ubicada en Charagua, provincia Cordillera. “Llegamos de una colonia de Paraguay. Muchos tienen allí camionetas y motos. Algunos se emborrachan. A veces, se matan en accidentes. Nos trasladamos a Bolivia para criar a nuestros hijos porque aquí todavía todo está muy pobre y atrasado. Es mejor así”, dijoJacob Teichroeb dirigía una de las tres mayores queserías de la colonia Pinondi de Charagua. Su padre, el dueño del negocio, estaba planeando instalar una maquinaria nueva para producir queso mozzarella. El proyecto se vio frustrado. “Los ministros vinieron diciendo que sería malo para la religión”, explica Jacob, de 32 años. “Son muy cerrados. Los ministros piensan que todo lo nuevo es malo, y no dejan libertad a la gente. Mi padre tuvo que abandonar sus intenciones. Si no, lo hubieran expulsado. El progreso es un monstruo a ojos de los viejos”, agregó.Al margen de escándalos, los menonitas luchan por mantener sus rutinas y conservar su aislamiento.

Fuente: La Estrella del Oriente