Cataluña acude a la urnas por su independencia


5,4 millones de catalanes votan este domingo, de forma simbólica, para conocer si quieren independizarse de España. El presidente Rajoy resta importancia al comicio

Artur Mas, principal impulsor de la independencia de Cataluña, sostiene su boleta antes de emitir su voto simbólico por la independencia catalana

El presidente catalán Artur Mas sostiene su boleta antes de emitir su voto simbólico por la independencia de Cataluña de España

Cataluña vota este domingo sobre su independencia de España en una consulta sin ningún valor legal, pero histórica para el nacionalismo, en un claro desafío del gobierno regional a la prohibición impuesta por Madrid.



Personas de todas las edades esperaban pacientemente frente a los colegios que, entre aplausos de los asistentes, abrieron con normalidad pese a la suspensión decretada por el Tribunal Constitucional español.

Convocados por el gobierno nacionalista de Artur Mas, 5,4 millones de habitantes de esta gran región del noreste de España estaban llamados a responder a una doble pregunta: «¿Quiere que Cataluña sea un Estado? En caso afirmativo, ¿quiere que este Estado sea independiente?«.

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Sin embargo para Mas, éste es sólo un paso en la consecución de una consulta con valor legal. «Nos merecemos el derecho a votar en un referéndum definitivo y esto es algo que debería entenderse en Madrid. Pero si no se entiende, nuestra voluntad es seguir con este proceso», lanzó tras depositar su papeleta en Barcelona.

Para conseguir una alta participación, el gobierno catalán permitió el voto a los mayores de 16 años y también a algunos ciudadanos extranjeros. Uno de ellos, Mariano Luchetti, argentino de 43 años casado con una catalana, votó por la independencia.

«Los catalanes no merecen este tratamiento por parte del gobierno central, si miramos el ejemplo de Escocia el tratamiento es completamente distinto«, dijo.

Jornada histórica 

La jornada marca un hito en la escalada de tensión entre Mas y el ejecutivo central de Mariano Rajoy. A diferencia del Reino Unido, que el 18 de septiembre permitió un referéndum en que los escoceses rechazaron la secesión, Rajoy consiguió suspender el escrutinio en dos ocasiones recurriendo al Tribunal Constitucional.

Amparándose en la libertad de expresión del pueblo catalán, Mas mantuvo su programa y llamó a votar sin miedo en este plebiscito que no tiene censo oficial ni comisión electoral y está organizado por casi 41.000 voluntarios.

Ante la permisividad final de Madrid, varias entidades contrarias a la independencia presentaron denuncias judiciales reclamando detener la votación.

En una de ellas, presentada por el partido centrista Unión Progreso y Democracia, que acusa a Mas de delitos de desobediencia, prevaricación y omisión del deber de perseguir delitos.

Por su parte la Fiscalía ordenó que se identifique a los responsables de la apertura de los colegios.

«Intentan meternos miedo pero yo estoy tranquila. No estamos haciendo nada malo, votar debería ser algo normal», dijo Mercè, una profesora de 64 años voluntaria en un centro del barrio de Gracia, en Barcelona.

Fuente: eldeber.com.bo