Frente a la virtual quiebra de la estatal boliviana de Correos, anuncian creación de nuevas prestaciones y reestructuración de la empresa. Ante el descenso del envíos de misivas, la empresa pública impulsa los servicios de envío de paquetes y el reparto de la correspondencia de instituciones estatales
Los carteros aún son la esencia de la Empresa de Correos de Bolivia.
Página Siete / La Paz, Bolivia
Atrás quedó la época en que a las oficinas de la Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol) llegaban «toneladas y toneladas” de cartas. Hoy, ante el descenso considerable de correspondencia, esta empresa pública impulsa el servicio del envío de paquetes y la distribución de la correspondencia de instituciones estatales.
Quienes trabajan en la compañía coinciden en identificar a la dinámica de la «red de redes” como la principal razón de la caída de correspondencia. «Ha bajado el envío de cartas, porque es cierto: ya llegó el tema de internet”, afirma Víctor Hernández, responsable del departamento de Filatelia de Ecobol.
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No hay cifras precisas del descenso, pero distintas consultas permiten apreciar la dimensión: Hernández estima que el envío de cartas descendió en 30%; y un funcionario que pidió guardar su nombre en reservar comentó que en la actualidad un cartero distribuye en promedio 20 cartas al día, lo que contrasta con las 800 que antes llegaba a repartir en una jornada.
«Sí, hay gente que sigue enviando cartas, pero ya no es como cuando fue su momento de oro. Ahora sí, recibimos toneladas de cartas, pero estamos hablando de una, una y media. Antes, se hablaba de cinco, 10, 15 toneladas”, sostiene Luis Alberto Paz Soldán, gerente general de Ecobol.
Pero el panorama no es del todo sombrío. La compañía conserva su infraestructura de distribución (46 oficinas a escala nacional), lo que le permite ser proveedora de servicios a empresas internacionales de correspondencia como DHL y TNT Express. «Para que vea la importancia que tiene Ecobol”, comenta Hernández.
Además de aquello están los recursos humanos con los que aún cuenta, como los carteros y bagajeros. Estos últimos se desempeñan como una suerte de chasquis «modernos”, que se encargan de llevar la correspondencia a lugares lejanos de las agencias locales de la empresa.
Los servicios, las apuestas
El servicio de Pliegos Oficiales se creó con el fin de atender los requerimientos de las distintas instituciones del Estado. La cobertura de entrega de la correspondencia oficial -que va desde instrucciones, reglamentos, interpretaciones de decretos y leyes, hasta revistas y memorias- se efectúa en el radio del área urbana de las ciudades capitales (incluyendo barrios residenciales y periféricos). Para este trabajo, Ecobol cuenta con «carteros motorizados”, quienes se encargan de repartir la documentación.
El otro servicio es el envío de paquetería, a nivel nacional como internacional. Entre las ventajas que oferta Ecobol están la certificación documentada a la entrega en destino y el embalaje «conforme a normas postales”.
En 1990, Ecobol nació con el fin de volver eficiente el servicio postal que imperaba entonces en el país, según se desprende del decreto de su creación. 24 años después, afronta la irrupción de internet y el correo electrónico.
De momento, al empresa está a las puertas de una reestructuración, informa su gerente, la cual incluye la creación de al menos tres nuevos servicios, que apuntarán a lograr mayores ingresos. «O sea, es reinvertarse el negocio…”, sostiene Paz Soldán.