Fidel Castro, el tenaz enemigo de la democracia argentina

Carlos Alberto Montanercarlosalbertomontaner26La historia parecía improbable, pero existía una prueba irrefutable que ahora sale a la luz: una grabación secreta.La publicación del libro Fue Cuba por el periodista e historiador Juan Bautista (Tata) Yofre, con miles de documentos que probaban los esfuerzos subversivos de la dictadura cubana contra la incipiente democracia argentina de principios de los años 60, revivieron el interés por otra obra del mismo autor, 1982, centrada en la Guerra de las Malvinas.En ese libro se cuenta que, a los pocos días de iniciado el conflicto, exactamente el 10 de abril de 1982 a las 13:45, el embajador cubano Emilio Aragonés, hombre muy cercano a Fidel Castro, le ofreció al presidente Leopoldo Galtieri que un submarino cubano hundiera un buque inglés.La historia parecía improbable, pese al carácter meticuloso de las investigaciones de Yofre, pero existía una prueba irrefutable que ahora sale a la luz: una grabación secreta. Galtieri, como Fidel Castro, se hacía grabar todas las conversaciones. Incluso esta que ahora reproducimos.Es decir, en aquellos años el gobierno de Castro no s0lo conspiraba contra la democracia argentina —o venezolana, uruguaya o peruana—, sino que hacía causa común con los militares para protegerlos de las denuncias en la ONU de violar los derechos humanos de los argentinos.Pocos años más tarde, ya en pleno gobierno de Raúl Alfonsín, restaurada la democracia en el país, los Castro volvieron a conspirar contra la democracia  argentina prestándole apoyo militar y logístico a los asaltantes del cuartel La Tablada. Una verdadera vergüenza por la que jamás La Habana ha pedido perdón.Diario de Cuba – Madrid