La NASA ha conseguido, finalmente, el presupuesto que necesitaba para uno de sus proyectos más ambiciosos de los últimos tiempos: llegar a la misteriosa luna de Júpiter, bautizada como Europa. Éste ha sido uno de los cuerpos astronómicos que más interés ha generado entre los científicos en los últimos tiempos, debido a los grandes océanos que esconde bajo una superficie congelada. Justo debajo de estos océanos podría haber volcanes.
El objetivo de la NASA es dar con vida en Europa: al haber agua, no se puede descartar la existencia de microorganismos en el ecosistema. El reto para llegar hasta Europa será complicado, ya que la nave que la NASA envíe tendrá que someterse- y sobrevivir- a la fuerte radiación que el planeta Júpiter emana. Para su nueva misión, la NASA cuenta con un presupuesto de 255 millones de dólares en el año 2016.
Aunque en un principio se había ideado un robot para perforar la superficie congelada de la luna, finalmente todo apunta a que será una sonda la encargada de visitar Europa en la próxima década. La nave se desplazaría a través del espacio gracias a la energía solar y a los cuerpos gravitatorios y tardaría unos siete u ocho años en alcanzar su destino.
Esta sonda equiparía un radar para medir el grosor de la superficie de hielo, unos infrarrojos para estudiar los materiales que componen la luna y una cámara topográfica para tomar imágenes de la superficie en alta resolución.
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