Una crisis “prudente”

Humberto Vacaflor GanamdescargaLa crisis económica le ha estallado en la cara al gobierno del mismo modo que su derrota electoral, de sorpresa.Por el momento, está atinando a encarar la derrota electoral haciendo algunos pases de malabarismo en pleno conteo de los votos.Está confirmando, ahora que se anuncia un nuevo intento por encontrar los restos de Marcelo Quiroga Santa Cruz, lo que él solía decir: “En Bolivia no hay elecciones, hay escrutinios”.De nada sirvieron los chantajes, los sobornos, la propaganda directa e indirecta: los electores quieren otra cosa.Entre todos los lugares donde se dio su derrota, perdió en Beni y Tarija, pero ha decidido ganar en esos dos departamentos por razones muy precisas.El método consistió en demorar el escrutinio para que las cifras vayan cambiando y pasen de derrotas a triunfos, o por lo menos empates.Controlar el Beni es decisivo. Hay que administrar muchas pistas clandestinas.Lo de Tarija será para que el gobierno retenga el control de los recursos de ese departamento. Un gobernador opositor seguramente se negaría a entregar los Bs. 38 millones  que Lino Condori entregó el año pasado a la ABC.En fin, que está haciendo todo lo posible por convertir su derrota en algo más soportable.Pero lo que está mostrando que no le interesa, o no entiende, es el tema de la crisis económica.En las estadísticas del INE, la curva de las importaciones ya ha superado a la curva de las exportaciones.El ministro de economía, ese que hizo un manejo “prudente”, según dicen los economistas que hacen de analistas, no ha reaccionado todavía.Ha aumentado el gasto público en seis veces este ministro “prudente” y ha autorizado inversiones que en realidad fueron gastos electorales por miles de millones de dólares.Ahora, los empresarios le piden que devalúe la moneda para ayudar a que las exportaciones levanten cabeza. Pero el ministro sabe que la “bolivianización” se ha convertido en una bomba de tiempo.Tocar el tipo de cambio podría hacer que se derrumbe el castillo de naipes.Los cooperativistas mineros le piden un “préstamo” de 100 millones de dólares y el gobierno sabe que no puede seguir mimando a los sectores sociales dedicados a actividades ilegales.Ahora haría falta un verdadero ministro de economía.