A 35 años, alistan la búsqueda de restos de Quiroga en San Javier

Alistan la búsqueda de restos de Quiroga en San Javier

El 17 de julio de 1980,  la dictadura de Luis García Meza cobró la vida de Marcelo Quiroga. A 35 años de su desaparición, en semanas se reanudarán las pesquisas

Socialista. Marcelo Quiroga Santa Cruz, líder y fundador del PS-1.
Socialista. Marcelo Quiroga Santa Cruz, líder y fundador del PS-1. Foto: La Razón-archivo
La Razón / La Paz

“En las siguientes semanas” el Gobierno concentrará todos sus esfuerzos en San Javier (Santa Cruz) para encontrar los restos de Marcelo Quiroga Santa Cruz, desaparecido desde el 17 de julio de 1980, cuando Luis García Meza asestó un golpe de Estado.

“Han pasado dos meses de la primera intervención (mayo), en las siguientes semanas vamos a tener la posibilidad, si los estudios de georreferenciación así nos indican, de poder entrar con las excavaciones”, señaló a La Razón el viceministro de Justicia, Diego Jiménez.



La autoridad gubernamental aseguró que se afinan los detalles y se recopila toda la información técnica necesaria para dar inicio a otro capítulo en la búsqueda del cuerpo del líder y fundador del Partido Socialista 1 (PS-1).

Precisamente fue García Meza quien abrió en marzo este nuevo episodio cuando reveló que la muerte del político cochabambino (nacido el 13 de marzo de 1931) fue planeada por el extinto presidente Hugo Banzer (que encabezó un gobierno militar). Este último habría pedido que los restos fueran enviados a su hacienda en San Javier. El ministro del Interior de García Meza, Luis Arce Gómez, también develó datos similares hace cuatro años.

Creíbles. “Uno de los dos (García Meza o Arce Gómez) tiene que saber dónde está el cuerpo de Marcelo”, indicó entonces el exministro de Gobierno Hugo Moldiz, aunque el viceministro Jiménez cree que existen razones para dudar, puesto que ambos, en anteriores oportunidades, expusieron “diferentes versiones en el tiempo”. “No son creíbles sus declaraciones”, remarcó.

Las indagaciones para hallar los restos de Quiroga no tienen tregua, por lo menos no para su familia, que no claudica en su cometido. Con esa convicción murió María Cristina Trigo, viuda del líder, en diciembre de 2014.

Este obituario de 35 años tuvo su génesis un jueves, cuando el sol se situaba en lo más alto del cielo paceño mientras grupos de paramilitares irrumpían simultáneamente en las instalaciones de la Central Obrera Boliviana (COB) y el Palacio de Gobierno.

García Meza había derrocado a Lidia Gueiler (1979-1980). Aquel día, según se conoce, Quiroga fue trasladado malherido hasta el Estado Mayor de Miraflores, donde fue torturado y posteriormente asesinado. Junto a él perdió la vida Juan Carlos Flores y otros que eran parte del Consejo Nacional de la Democracia (Conade).

Así, Quiroga pagó por su defensa a la democracia y su afrenta a la dictadura, en particular a la de Banzer, a quien inició un juicio de responsabilidades por sus actos durante su gobierno de facto (1971-1978). Los familiares de Quiroga igual apuntan a él como el principal responsable de la muerte del político. Para el presidente del Senado, José Alberto Gonzales, Quiroga murió porque “nunca decidió claudicar” en sus principios e ideales.

Es en la finca San Javier donde ahora el Gobierno busca saldar la deuda del Estado con la memoria histórica, para confirmar esta nueva versión. Una asignatura pendiente desde que se recuperó la democracia en 1982. “Es una obligación que tiene el Estado para dar resultados en esta búsqueda de personas que han luchado tanto por la democracia”, sostuvo Jiménez. En criterio de Gonzales, existe “una suerte de agujero negro” en la historia boliviana. “Es muy lamentable”, dijo.

Pero Quiroga representó además uno de los liderazgos más destacados y lúcidos de la política boliviana en la segunda mitad de siglo XX. Sus notables dotes de orador que lució en el hemiciclo del Parlamento lo convirtieron en uno de los símbolos de la izquierda boliviana, por ello buscó la silla presidencial en tres oportunidades (1978-1979 y 1980).

El senador René Joaquino, quien conoció a Quiroga en los centros mineros potosinos de Telamayu, aseveró que su ejemplo marcó en la “juventud de antes y sigue inspirando a las nuevas generaciones”. Complementó que su dimensión ideológica fue amplia, por eso se mantiene vigente.

Quiroga había presagiado su destino: ¡Jamás vamos a rehuir al peligro, porque mucho más temible que ese enemigo que está buscando la manera de anularnos aun físicamente, es una conciencia culpable!.. Murió en su ley.

García Meza cumple su condena en Cossmil

Luis García Meza, de 84 años, cumple por ahora su sentencia de 30 años de prisión en el hospital de la Corporación del Seguro Social Militar (Cossmil) de La Paz. Padece unas 12 enfermedades, incluidos cuatro problemas cardiacos, diabetes y una hemorragia digestiva.

Condenado sin derecho a indulto en el penal de Chonchocoro, fue procesado por el violento golpe de Estado en el que fueron asesinados líderes políticos como el jefe del Partido Socialista (PS-1) Marcelo Quiroga Santa Cruz.

En abril pasado, el expresidente respondió, en una hora, al menos seis preguntas formuladas por la psicóloga Rossmery Calizaya, por encargo de la Fiscalía para evaluar su versión que ubica los restos de Quiroga en Santa Cruz.

García Meza ratificó su hipótesis y alegó inocencia sobre la muerte del líder socialista y aseguró que la única responsabilidad que le pesa es haber asumido la presidencia en julio de 1980, según su declaración. Luego recalcó que la muerte de Quiroga Santa Cruz fue ordenada por el extinto expresidente Hugo Banzer.

Con el actual gobierno se avanzó poco

José Antonio Quiroga

es  sobrino de Marcelo Quiroga.

Con el asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz quedó truncado un programa socialista de reforma del Estado y de la sociedad. Ese programa presuponía una reforma intelectual y moral que Marcelo encarnó como ningún otro político de su tiempo. En los 35 años que nos separan de su desaparición no se ha repetido un liderazgo similar, ni durante la democracia pactada ni bajo el llamado “proceso de cambio”. Es imposible saber si ese programa hubiese podido culminar exitosamente, dada la aguda crisis de Estado que heredamos del septenio banzerista y que derivó en el ajuste estructural de 1985.

No obstante, algunas de las ideas y motivaciones fundamentales de Marcelo —como la defensa de los recursos naturales, de la soberanía nacional, de la legalidad constitucional y de la justicia social— siguen vigentes hoy y forman parte de las asignaturas pendientes de la agenda boliviana de la democratización y del desarrollo.

Los familiares hemos agotado todas las instancias nacionales para que se haga justicia y hemos recurrido finalmente a la jurisdicción interamericana para obligar al Estado a sancionar a los responsables de su asesinato y continuar con las investigaciones que lleven a encontrar sus restos. Se ha logrado sancionar a dos de los principales responsables de esos hechos —García Meza y Arce Gómez— pero muchos de los autores materiales e intelectuales quedaron impunes, comenzando por Banzer, pasando por Rico Toro y terminando en Killer Molina. Lo que resulta paradójico es que durante el largo gobierno del MAS, que reclama discursivamente el legado de Marcelo, es cuando menos hemos podido avanzar. Es más: Evo Morales se ocupó personalmente de obstruir una orden judicial para desclasificar los archivos de las FFAA e hizo condecorar a esa institución, en cuya sede se asesinó a Marcelo Quiroga Santa Cruz, con la “Orden al mérito democrático” que lleva su nombre.