Apuntes de primavera

MIRANDA OKCarlos Miranda PachecoLa primavera en nuestro país es muy simpática. Llega en septiembre, acompañada de las efemérides departamentales de dos de las regiones más pujantes de nuestra economía. Invariablemente, los gobiernos, en cada fiesta departamental, hacen ofertas de inversiones y realización de proyectos. La magnitud de las ofertas oficiales a las regiones da  la impresión  que se está llevando a cabo un gran juego de Monopolio con dinero de «mentiritas”.Ahora las ofertas con dinero de «mentiritas” ya no son cifras modestas. Como las exportaciones de gas nos han transformado en un país de centenas de millones de dólares, actualmente las ofertas son por decenas de millones de dólares y, además, la mayor parte está dirigida hacia la exploración de hidrocarburos, para poder obtener mayores reservas y hacer ofertas más generosas.Así, YPFB ha ofrecido realizar un gran plan exploratorio para Santa Cruz. En esa oferta hay un punto interesante: se indica que a breve plazo se iniciara la perforación de un tercer pozo en  Itaguazurenda.En 1910, una misión de geólogos de la Secretaría de Agricultura de la Argentina, buscando recursos naturales, aprovechando nuestras  difusas fronteras internacionales, se adentró en nuestro territorio. En las cercanías de la localidad cruceña de Charagua detectó un anticlinal potencialmente hidrocarburífero que fue bautizado con el agradable nombre guaraní de Itaguazurenda (el lugar de la piedra grande).En 1919, el geólogo K.F. Mather, en un reconocimiento geológico muy cuidadoso que hacía para la compañía Richmond Levering, reiteró la presencia e importancia del anticlinal Itaguazurenda.YPFB perforó el primer pozo en 1980, posteriormente, el segundo, en 1988. Ambos sin éxito. Ahora se apresta a perforar un tercer pozo, buscando horizontes productores en el carbonífero y en el devónico. Es interesante, Itaguazurenda es un prospecto petrolífero con más de 100 años de vida en nuestro país y continúa siendo una incógnita.Las técnicas exploratorias, sobre todo de geofísica, han logrado un gran desarrollo en estos últimos años. Probablemente YPFB, por estas razones, está insistiendo en esta perforación. Caso contrario, mostraría una  escasez de proyectos de pozos exploratorios y que al volver a una estructura ya probada, prácticamente se están «raspando los fondos de la olla”. Por el bien del país, deseamos que este tercer intento tenga éxito.Entre las buenas noticias de primavera se sabe que Shell está negociando la adquisición de British Gas (BG),  se estima que la transacción esté terminada hasta fin de año. Shell es una de las empresas más importantes del mundo. Por la gran capacidad exploratoria que posee, su retorno al país sería más que bienvenido  por la urgencia que tenemos de contar con mayores reservas. Al reemplazar a BG, estaría bajo contrato en nuestro país hasta el 2034.Detentaría el 37% del bloque Caipipendi, donde están Margarita y Huacaya. Además, llega cuando se ha concluido la perforación del pozo Lliquimuni, que, no obstante al silencio hermético que se tiene, se sabe que los resultados de las pruebas son prometedores. En estas circunstancias, la posibilidad de que Shell continúe buscando hidrocarburos, ingresando en la zona no tradicional que está abriendo Lliquimuni, sería lo más deseable y acertado.Por otro lado, la presencia de una compañía como Shell nos está demostrando que la silenciosa mano del mercado obtiene mejores resultados que los logrados por el Gobierno en dos años de promesas de cambiar la Ley de Hidrocarburos y ofrecimientos de incentivos a la exploración.La nota discordante: YPFB está publicando un fotomontaje a todo color, y en tamaño tabloide, de un metanero (barco cisterna de LNG) con el nombre de la empresa en el casco de la nave y portando la bandera nacional. El mensaje de ese montaje es críptico, pero lo real es que se quiere dar la impresión de que YPFB  tiene un barco metanero. Eso no es cierto.Se advierte a la empresa estatal que han hecho un fotomontaje sobre la imagen de un barco real y que los armadores de esa nave podrían entablarles un juicio. Mentiras adicionadas con otros elementos con fines específicos son un embuste penado por ley.Página Siete – La Paz