¿Cómo decirle a mis hijos que tengo cáncer de mama?


Todavía resuenan en tu mente las palabras del médico. Tienes cáncer de mama y unos hermosos hijos a los que debes contarles las malas noticias sobre tu salud. Crees que se asustarán tanto como tú al escuchar esa palabra tan maligna como la propia enfermedad. Pero debes decírselo.

Tal vez sea la tarea más difícil a la que te enfrentes como madre, pero puedes llevarla a cabo y seguir adelante. Es necesario que lo sepan, en tus hijos encontrarás las fuerzas y el aliento que necesitas para avanzar.

Antes de continuar con la lectura, debes saber que yo no soy madre y afortunadamente gozo de buena salud. Pero sé lo que es ser hija de una madre con cáncer de mama. Todavía recuerdo con detalles la noche en que mi madre nos contó a mi hermano y a mí -en ese entonces ambos menores de 10 años de edad- que debía ser intervenida quirúrgicamente porque tenía un “bultito” que no era bueno para su salud.



Es desde mi experiencia como hija que te contaré qué se siente que tu madre te cuente semejante noticia para que pierdas el temor y cobres el valor que se necesita para comunicar las novedades a tus hijos. Créeme, los hijos podemos sobrevivir a estas noticias.

Por qué decirle la verdad a los hijos

Ante todo debes saber que no tienes que contarles a tus hijos que tienes cáncer el mismo día en que el médico te lo confirme. De hecho, lo recomendable es que te tomes un tiempo para asimilar la noticia y familiarizarte con tu diagnóstico. Esto te permitirá, entre otras cosas, estar preparada para responder cualquier pregunta que tus hijos hagan.Debes sentirte lista para hablar del tema.

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Tal vez por tu mente pase la idea de no decirle nada a tus hijos para no preocuparlos. Si haces eso lograrás lo contrario, tus hijos se darán cuenta de que algo te preocupa, entonces ellos podrían angustiarse por ti. En cambio, si les dices que tienes cáncer,sabrán respetar tus días buenos y malos y créeme, querrán ayudarte en todo lo que sea posible para no causarte disgustos, pues entenderán que necesitas estar con las energías bien altas para seguir adelante.

Puede ocurrir que alguno de tus hijos reaccione con llantos y se muestre enojado con la vida. “¿Por qué le tocó a mi mamá?” es una pregunta que probablemente en algún momento se haga. Por eso, es muy importante la actitud que muestres. Si tus hijos te ven desanimada y angustiada, ellos pensarán que el diagnóstico es el peor de todos; en cambio, si les explicas con calma y te muestras confiada en el tratamiento a seguir, tus hijos no se sentirán tan impactados por la noticia.

Qué tanto hablar del cáncer con los hijos

Elije muy bien el momento para hablar con tu hijos. Puede ser en la noche, luego de la cena, o cuando la casa está tranquila y ya todos acabaron con sus actividades.

Para introducir el tema puedes decirles: “Tengo que contarles una noticia que recibí. No es una noticia linda, pero con el tiempo todo va a mejorar”. De hecho, te será muy útil que le preguntes a otras madres que pasan por la misma situación que tú, cómo le dijeron a sus hijos.

Al momento de hablar no utilices palabras rebuscadas que tus hijos no puedan entender, sobre todo si son menores de 12 años. Recuerdo que mi madre solo mencionó una vez la palabra cáncer cuando me contó que lo tenía, pero luego se refirió a él como “un bultito”. Recuerdo haberle preguntado si ese bultito se iba para siempre o podía volver a tenerlo, cuánto iba a tardar la operación, y si yo por ser su hija también lo iba a tener.

No todos los niños están familiarizados con la palabra cáncer, ni mucho menos saben que existen distintos tipos de cáncer. Así que será mejor que no les cuentes todo lo que el informe indica, de lo contrario se asustarán al escuchar todas esas palabras nuevas y difíciles de entender para ellos. Y si tienes hijos adolescentes no tienes que darles un diagnóstico detallado, deja los detalles para cuando te los pregunten.

Cuando hables con tus hijos concéntrate también en hablar de los resultados que se esperan con los tratamientos y de cómo tu calidad de vida puede mejorar. Eso les ayudará a entender que, si bien tu salud ahora merece especial atención y cuidados, mejorará pronto.

Enterarse que una madre tiene cáncer no es ninguna noticia agradable -muy lejos está de serlo-, pero tampoco representa el fin del mundo. Tómate tu tiempo para contarle a tu hijos y prepárate para recibir todo el cariño y apoyo incondicional de ellos. No hay nadie en el mundo que te pueda amar tanto como tus hijos.

Fuente: www.imujer.com