EEUU describe que en reunión de 2006, Evo Morales mostró exasperación y hasta resentimiento

En la foto, el entonces embajador David Greenlee y el presidente Evo Morales salen de la residencia diplomática donde se reunieron, fue en 2006. Los acompañó el vicepresidente, Álvaro García. Foto de archivo (internet) 

Un cable filtrado de WikiLeaks da detalles de la primera reunión sostenida entre el presidente electo Evo Morales y el embajador estadounidense David Greenlee. El diplomático fijó las reglas del relacionamiento y tuvo a un interlocutor cauto.



La Razón Digital / Carlos Corz / La Paz 

Era el 2 de enero de 2006 cuando Evo Morales acudió a una invitación del embajador de Estados Unidos, David Greenlee, para ‘romper el hielo’ y fijar reglas de relacionamiento que se aclaró ‘no eran un chantaje’. El diplomático describió que el electo presidente asumió actitudes que sugerían “impaciencia e incluso exasperación’ y hasta resentimiento.

Ese primer encuentro está reflejado en palabras de Greenlee en un cable diplomático (06LAPAZ6_a) que envió a Washington un día después, el 3 de enero, a las 16.25 con el rótulo de Confidencial. El reporte, que es uno de los miles de documentos filtrados por WikiLeaks, califica de ‘cordial’ el encuentro que se prolongó por más de una hora en ambientes de la legación diplomática.

El 18 de diciembre de 2005 los bolivianos acudieron a las urnas como corolario de una crisis política que empezó con las jornadas violentas de 2003 que derivó en la dimisión de Gonzalo Sánchez de Lozada, quien permanece en Estados Unidos. Su vicepresidente, Carlos Mesa, asumió la presidencia por sucesión constitucional, pero renunció frente a otra oleada social.

Hormando Vaca Diez y Mario Cossío, presidentes de Senadores y Diputados respectivamente, renunciaron a su derecho constitucional de sucesión constitucional, lo que hizo presidente de la transición al presidente de la entonces Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez, quien finalmente entregó el mando de Bolivia a Morales.

El también líder cocalero ganó las elecciones por entonces con una inédita mayoría absoluta y empezó una intensa gira de acercamiento con diferentes gobiernos. El 2 de enero acudió junto al electo vicepresidente Álvaro García, como lo describe el propio Greenlee en el cable en inglés y traducido de forma no oficial, a una invitación de la legación diplomática. El documento es parte de lo revelado en una investigación de Alexander Main y Dan Beeton.

Temas como el narcotráfico y la ‘cooperación’ estuvieron en la agenda de interés del país del norte. Greenlee describe: “Cuando se piensa en el BID, usted debe pensar en los ESTADOS UNIDOS», dijo el Embajador. «Esto no es un chantaje, es simple realidad». También señaló que los ESTADOS UNIDOS condujeron otros acreedores de haber perdonado la deuda boliviana”.

Mostró el embajador, relata el diplomático,  la influencia de Washington en los organismos financieros internacionales de los que Bolivia depende en materia de créditos, además destacó el interés de mantener relaciones constructivas y marcó la necesidad de que sean de “respeto y dignidad…es una calle de doble sentido”.

«Una separación de las formas no sería bueno para la región, de Bolivia o de los Estados Unidos», se le aclaró a Morales, refiere en otra parte del informe diplomático de ese primer encuentro, donde se sostiene que el electo presidente no ocultó su ‘resentimiento’ por las “presuntamente falsas acusaciones por parte de funcionarios de los ESTADOS UNIDOS”.

En parte de la reunión de más de media hora también fue expuesta la asistencia estadounidense y la reacción del interlocutor fue descrita en estos términos: “El Presidente Morales (en) el lenguaje corporal – brazos cruzados, los ojos vagar de un lado a otro-, sugirió impaciencia e incluso exasperación”.

“Al mismo tiempo, su compromiso con la lucha por los intereses de la población pobre de Bolivia parece sincera a nosotros personalmente y políticamente auténticos”, sostiene en otra parte del reporte de 2006, donde también se hace constar que la electa autoridad anunció la recuperación de la propiedad de los hidrocarburos.

Morales y García asumieron el mando de Bolivia el 22 de enero de 2006 y en mayo nacionalizaron los hidrocarburos. Distanciaron al Gobierno de la influencia de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM). En 2008 expulsaron al sucesor de Greenlee, Philip Goldberg, por injerencia en asuntos internos.