El vicepresidente Álvaro García Linera agita varios fantasmas, como el de que, tras un eventual triunfo del NO en el referéndum, el 2019 candidatearían “puro kharas” (blancos) a la presidencia.Por su parte, el número 2 del chavismo, presidente de la Asamblea Nacional y presunto capo narco del Cártel de los Soles, Diosdado Cabello, alega que, de no ganar el oficialismo en las elecciones parlamentarias venezolanas del 6D, habría un “conflicto de poderes”.Son solo algunas muestras de la estrategia del miedo que el populismo ha puesto en marcha de manera más o menos desesperada, ante su evidente debacle regional.El problema es que, además de utilizar argumentos falaces (hay numerosos referentes indígenas o mestizos en la oposición boliviana, y la cohabitación entre oficialismo y oposición en los poderes Ejecutivo y Legislativo ha funcionado bien en varios países, a condición de que se renuncie al hegemonismo autoritario), la estrategia del miedo demostró ser fallida en el reciente balotaje argentino, donde no logró impedir el triunfo del republicano Mauricio Macri.El discurso de “yo o el caos” es una manipulación que suele tener efectos limitados en el electorado, y en ocasiones francamente contraproducentes…[email protected]