¿Democracia o dictadura?

DEMETRIODemetrio ReynoldsEsta es una aproximación a lo que podría llamarse “conciencia de voto”,  con miras al 21 de febrero próximo. Como columnista independiente nuestro punto de vista es el del ciudadano de a pie que abraza resueltamente los valores y principios de la democracia, así como repudia –de la misma forma– el conato de dictadura en ciernes.El referéndum es un hecho insólito que desafía toda lógica y el buen sentido. No obstante que la “estrategia envolvente”  (trampa) con la que fue aprobada la actual Constitución, era necesario respetarla a modo de afianzar su vigencia. Es la máxima referencia de la ley. No está, no puede estar supeditada a las ambiciones coyunturales de nadie.El carácter confrontacional de una campaña es inevitable, pero lo que hasta ahora ha protagonizado el Gobierno es desleal.Eso no es ganar, por más que las cifras salgan de las urnas; es imponer con astucia una maniobra ventajera. Los socios de la ALBA han montado una estructura funcional para reproducir el poder cuantas veces quiera un caudillo. El llamado Estado Plurinacional se inscribe en ese esquema antidemocrático.Han decidido remar contra la corriente. El ciclo pendular de los cambios oscila en dirección opuesta, lo que significa que el cuarto de hora de los populistas ha terminado. Pero aquí hay demasiadas cosas que impiden aceptar esa realidad. El binomio prorroguista agita en sus manos un cartel mesiánico que ya no funciona. Bolivia quiere renovarse. Necesita otros líderes para emprender nuevas rutas de desarrollo, con otros estilos  de gobernar. El aguantar a los dictadores por tiempo indefinido, no es de su índole.Esta elección es de vida o muerte, ha dicho una bartolina. Así se explica que hayan sacado a las calles todo el inmenso aparato propagandístico. El prolongado discurso presidencial fue parte de ello. Indudablemente, el propósito es armar un contrapeso a la corrupción que los arrincona. ¿Caiga quien caiga? Eso es sólo un decir. Achacollo, Huanca y Ancieta, entre las bartolinas, no caerán nunca. Pues entre ellas y la más alta cúpula del poder, parece existir vínculos misteriosos aún desconocidos.¡El cherry que faltaba! Sorpresivamente ingresó una dama al escenario electoral. Llamó la atención no por su relación sentimental con Morales, sino porque su nombre apareció vinculado a millonarios contratos de empresas chinas con el Estado Plurinacional, donde ella es gerente comercial. El Presidente dijo que desde 2007 no volvió a saber nada de ella, pero una foto donde se los ve abrazados, sonrientes y felices, junto al actor invitado para el carnaval de Oruro, el año pasado, lo desmiente.Ella a su vez lanzó por las redes sociales una hiperbólica apología de su exenamorado; protestando, además, ser fiel “hasta el final” al proceso de cambio. Esto que parece ser una telenovela de suspenso apenas ha empezado. Lo que vendrá después es impredecible. Pero lo que no es raro es que cerca del poder exista una pasión femenina avasalladora que conquista.Los Tiempos – Cochabamba