Mi voto es No desde hace seis años

salmFernando Prado SalmónDicen los expertos que tomemos en cuenta que este referendo no es un plebiscito sobre el Gobierno del MAS, sino solo una consulta para modificar un artículo de la Constitución que permita a Evo Morales continuar o no como candidato y eventual presidente después de 2019. Eso es correcto en lo formal; sin embargo, pienso que pesará y mucho en la decisión de cada uno todo lo sucedido hasta ahora y tendremos que decidir si deseamos permitir que todo siga como hasta ahora, con Evo Morales, o si consideramos fundamental un verdadero cambio después de 2019.Mi voto será No, no solo por los millonarios contratos chinos sin licitación y con tráfico de influencias, ni por las mentiras que nos han contado estos días sobre boletas de garantía, ni siquiera por el escándalo del Fondioc, que robó centenares de millones a los campesinos más pobres del país. Mi No ni siquiera se refiere solo a inversiones estrafalarias como aeropuertos en pleno monte en Chapare, palacios monstruosos en pleno centro histórico de La Paz o fabricas inútiles, sin licitación, que trabajarán siempre a pérdida. Mi No tampoco se referirá solo al carácter autoritario, represivo y limitador de la información y las libertades, expresada en la persecución de numerosos y valiosos periodistas, ni a la evidente desinstitucionalización del país, en la que el Poder Ejecutivo o, mejor, el presidente, es ya un monarca absolutista en un esquema que considerábamos históricamente superado.Todo lo anterior pesa, pero para mi No fueron suficientes dos hechos, acaecidos hace más de seis años y que ya me mostraron la verdadera esencia de este régimen: el Tipnis y el proceso por separatismo. El Tipnis nos mostró que el tan pregonado indigenismo y el respeto a la madre tierra eran solo palabras, no les interesaba en lo absoluto. Lo que les interesaba, en su visión desarrollista y de camarilla, era una carretera que incorpore nuevas tierras para negociar y ampliar la frontera agrícola cocalera, además de oscuros negocios con créditos y empresas constructoras brasileñas. El segundo hecho, el juicio sobre terrorismo, que lleva ya más de seis años y está mostrando hasta dónde llegaron los masistas para destruir la visión autonomista cruceña, a la que consideraban extremadamente peligrosa.Aprovechando la existencia de un pequeño grupo de asustados/desubicados, que no faltan, amplificaron su existencia y lo presentaron como un peligrosísimo movimiento armado. El único hecho real: una ridícula bomba casera puesta por ellos mismos en el portón del cardenal; eso es todo. Y en base a eso inventaron un macroproceso lleno de mentiras, extorsiones y vacíos. Suficientes para mí No: el Tipnis y el vergonzoso proceso sobre terrorismo.El Deber – Santa Cruz