Enésima confirmación de que Evo Morales no es demócrata y que tan sólo utilizó de manera instrumental la vía electoral para el acceso al poder: el presidente boliviano acaba de amenazar con el resurgimiento de acciones armadas en la región en caso de que la presidenta brasileña Dilma Rousseff sea objeto de una destitución congresal, algo que en la peculiar visión del caudillo cocalero constituiría un “golpe de Estado”.“Imagínense que a algún país de Sudamérica vuelvan enfrentamientos armados. (…) Tengo miedo, si hay golpes de Estado, (que) nuevamente los trabajadores se van a organizar en guerrillas”, dijo.Recordemos que hace algunas semanas había hecho una amenaza similar y que años atrás dijo extorsivamente que Bolivia tenía que elegir entre la hegemonía de su partido o el surgimiento de “unas FARC”.Las declaraciones del “Jefazo”, como lo tituló uno de sus panegiristas, son por una parte un síntoma de desesperación ante el contraoleaje democrático que parece estar llevándose a los regímenes populistas al basurero de la historia.Pero también representan preocupaciones más pedestres del mandatario cocalero, que podría acabar implicado en las redes de soborno de las empresas que financiaban a Lula da Silva, a la cúpula del PT y a los gobiernos “amigos” de América del Sur…[email protected]