La semana pasada estuvo en nuestro país el flamante titular de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), ente rector del balompié mundial. Tras los escándalos de Joseph Blatter –en paralelo con los generados por otros dirigentes de la FIFA y de algunas federaciones nacionales– surgió como nuevo presidente el ciudadano suizo de origen italiano Gianni Infantino. Cabe esperar que con él la FIFA recupere prestigio y se destierre la corrupción que parece haber reinado en su interior.Celebramos la visita de Infantino a Bolivia. Confiamos en que concrete sus promesas de apoyo con respecto a futuros eventos internacionales que podrían tener lugar acá. Asimismo, confiamos en que durante su gestión siga La Paz como sede para partidos mundialistas sin discriminarla por la altura. Más allá del anecdótico partido de fútbol del dirigente con Evo Morales, ha llamado la atención que se le otorgue la condecoración del Cóndor de los Andes en el elevado grado de Gran Cruz, sin que aún haya hecho méritos para ello. Según el presidente Morales, fue condecorado “por sus servicios a favor del fútbol”. Pero lo dicho es hasta el momento una simple expresión de deseos. Infantino recién asumió funciones, no sabemos aún cuán eficientes serán sus servicios en pro del popular deporte.La condecoración del Cóndor de los Andes es la más alta distinción que otorga Bolivia. Se la entrega a ciudadanos e instituciones (nacionales o extranjeros) que hayan prestado eminentes servicios. La Orden comprende seis grados: Gran Collar, Gran Cruz, Gran Oficial, Oficial, Comendador y Caballero. El Gran Collar es exclusivo de jefes de Estado y de Gobierno; la Gran Cruz reconoce a cancilleres, embajadores y titulares de organismos internacionales. Es atributo del primer mandatario conferir la Orden del Cóndor de los Andes mediante Resolución Suprema, previa decisión unánime del Consejo de la Orden y aprobación del Senado hasta el grado de Gran Oficial. ¿Se habrán cumplido esos requisitos legales? ¿Se justificaba condecorar a alguien que apenas comienza su gestión? La entrega generó rechazos de varios sectores por ser considerada fuera de lugar.Esta eximia condecoración no puede volver a ser otorgada de forma tan liviana. De seguir así tendremos un Cóndor de los Andes devaluado y eso no lo quiere nadie. Cabe el máximo honor que entrega el Estado boliviano solo a quienes probadamente hayan prestado eminentes servicios en favor del país y de la humanidad; nunca entregarla al calor de coyunturas políticas o personales.Fuente imagen: Freddy Zarco – cambio.bo Fuente: eldeber.com.bo