Nelly: el legado del perdón

IVANIván Arias DuránEn mi anterior columna, impresionado por las acciones de búsqueda a las que me sume solidariamente, escribí unos apuntes intitulados “Nelly: el país que vivimos”. La nota se publicó en la edición del lunes 25 de julio y el martes 26, a las 11 de la mañana, el Ministro de Gobierno informaba lo que la hija no esperaba, pero que muchos presentían: Nelly había sido asesinada.Nelly Negrete (58), oriunda de Rurrenabque, murió por ser comprensiva. Ello fue aprovechado por los miembros de un grupo familiar que decidieron matarla para no cancelar una deuda, de Bs 200.000. Carlos Romero, denunció que la mujer fue ahorcada, por sus clientes, con una soga, luego envuelta en unos plásticos y finalmente introducida en un pozo de agua de 15 metros de profundidad en la localidad de Pillapi, cerca de Tihuanacu, donde personal especializado de Policía la encontró. Los asesinos (Genaro, Yola y su hijo de 17 años) antes de proceder al macabro hecho, consultaron a dos kallawayas (curanderos/adivinos) “si estaba bien que procedan a victimar a esta persona (Negrete) y si eso no les iba a reportar algún tipo de vendetta, algún tipo represalia o daño desde el punto de vista espiritual. Ellos (los kawallayas) hacen supuestamente una lectura espiritista y autorizan la ejecución de la persona”, informó Romero. La activación del celular de la empresaria, hecho por el hijo de Genaro y Yola, permitió a los investigadores dar con el lugar del hecho.Las expresiones de indignación y censura por lo ocurrido fueron motivo de varios comentarios en redes, medios de comunicación y ambientes de la vida cotidiana. ¿Preguntas cómo, qué nos pasa? ¿Qué es lo que se está pudriendo en nuestra sociedad? ¿Por qué nos estamos haciendo los locos ante tanta droga, informalidad y criminalidad? ¿Dónde están quedando lo valores de la familia, la vida, la confianza? Las respuestas a estas interrogantes, tuvieron mil y una argumentaciones condenatorias. El desprecio, cargado de odio y racismo, no se dejó esperar.Los actos de velorio, en La Paz y Rurrenabaque, donde finalmente descansan los restos de Nelly, estuvieron abarrotados de gente conocida y de personas que con su presencia querían sumar solidaridad y apoyo a la hija Karla López Negrete, huérfana por culpa de la codicia y de la vida sin valores. En todos los actos, la presencia sincera de la fe católica estuvo en cada segundo. Decenas de jóvenes, hombres y mujeres, acompañaron a Karla con oraciones y canticos que transmitían paz, amor y esperanza. Karla se la veía, con los ojos hinchados de tanto llorar, pero con el rostro que irradiaba firmeza, riqueza de espíritu y fortaleza de mujer que se sabe sola, pero que en vez de hundirse está dispuesta a seguir y superar la obra de su madre.Antes que su madre sea trasladada por avión hacia Rurrenabaque para allí darle su reposo eterno, Karla sorprendió en las redes con una carta. Sí, una carta dirigida al cabecilla del asesinato de su madre. La carta muestra, algo que los bolivianos cada vez tenemos menos porque nos aferramos a perderlos y despreciarlos, valores. Decenas de personas quedaron impactados con las letras y frases de Karla: “Dios te bendiga grandemente Dayu Lopez Negrette, amiguita hermosa, tienes un corazón grande y fuerte y gracias a Dios te pusiste en nuestros caminos, porque personas como vos son las que le dan luz y esperanza al mundo y lo más importante es que fuiste instrumento de nuestro señor para que nuestra fe sea más grande. Estamos contigo siempre”.La carta, escrita el 27 de julio a las 13:25, y publicada en muro de FB de Karla decía textualmente, lo siguiente: “Genaro Quispe Huanca, lo único que pedí y pido es hablar contigo pero no se si lo haré, te acordás esa noche que te suplique, te implore porque me dijeras donde estaba mi mamá, y cínicamente y mirándome a los ojos me dijiste que no sabías nada, no te importó mi desesperación, yo sabía que me mentías y también no me importó que sintieras dolor, pero pasaron lo días y con la cabeza más fría me diste pena, sentí tristeza por Ti, el saber que por un momento te creíste Dios porque te atribuiste el derecho de quitarle la vida a una persona, pero te enteraste de que te equivocaste de familia no???, nunca imaginaste que esa mujer y su hija («que vivían solas») tienen un ejército de personas tras de ellas, y que hasta el último minuto lucharon conmigo y mi familia para encontrar a mi mamá. Ese instante en el que me enteré como lo hiciste, mi corazón se llenó de odio, rencor, te maldecí, maldecí a toda tu familia y a tu descendencia, te desee la muerte, incluso yo estaba dispuesta a hacerlo con mis manos… pero no, mi Mamita no me enseñó a ser vengativa y Dios me enseñó lo que es el perdón y el amor al prójimo, el me perdonó por el mal por el rencor por el odio que existía en mi corazón, yo te perdono por el vacío que dejaste en mi corazón… Dios se encargará de ti en el juicio final y la justicia se encargará de Ti aquí en la tierra… Gracias por este daño que nos causaste, porque uniste a mi familia más que nunca, hiciste que nuestros lazos de amistad se solidificaran y sobre todo lograste que nuestra FE y creencia en el único dueño del mundo creciera inmensamente”.Nelly, tu muerte no fue en vano, nos dejas lecciones que todos debemos reflexionar, aprehender y vivir. Nelly, dejas un gran legado porque el perdón libera.