Juliette Binoche: «Los hombres de Hollywood tienen miedo a perder su poder»

Hemos hablado con la actriz en su paso por España para recibir el primer premio ‘Women in action’, que reconoce la trayectoria de mujeres han luchado por la igualdad en el mundo del cine.

Juliette Binoche, premio Women in action 2016.

Juliette Binoche no tiene que demostrar nada a nadie. A sus 52 años la francesa es una leyenda del cine europeo que puede presumir de haber dicho “no” a Steven Spielberg en dos ocasiones antes de increparle por ignorar a las mujeres en su filmografía. La Binoche, como es conocida al otro lado de los Pirineos, forma parte del selecto grupo de actores –en el que también están Julianne Moore, Sean Penn y Jack Lemmon– que han sido reconocidos en los festivales de Berlín, Cannes y Venecia. Aún hoy se recuerda cómo pidió perdón cuando le arrebató el Oscar a todo un icono del cine clásico como Lauren Bacall. Hollywood aceptó sus disculpas. A la protagonista de la inolvidable trilogía de los Tres Colores tampoco le hubiese importado que no lo hiciesen. Sus  –amistosos– enfrentamientos con dos figuras tan reverenciadas como Spielberg y Scorsese son buena muestra de ello.La francesa reconoce que no ha sufrido directamente el machismo de la industria, pero no es ajena a la realidad de la mujer de la industria del cine y se acaba de estrenar en la producción con We Do It Together, una compañía creada por y para las mujeres. Precisamente es su compromiso con la búsqueda de la igualdad de género la que la trae a Madrid una fría pero soleada mañana de novembre. Juliette Binoche está a punto de recibir un premio de Women in Action!, una iniciativa creada por Movistar+ y CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales) que reconoce y premia la trayectoria y el trabajo de mujeres que trabajan a favor de la igualdad en el audiovisual, ya sea delante y detrás de las cámaras. Su paso por Madrid ha vuelto a cruzar su camino con el de Isabel Coixet, una de las fundadoras de CIMA y la directora que la llevó el pasado año a la nominación al Goya con el drama Nadie quiere la noche.¿Cómo surge la idea de crear We Do It Together? No la he creado yo. Soy parte de algo más grande. Es una organización de dos productoras que decidieron organizar un comité de hombres y mujeres para apoyar proyectos femeninos, películas construidas alrededor de actrices, directoras… Me pidieron apadrinar esta asociación. El primer proyecto será una serie de seis cortometrajes de mujeres directoras y voy a participar en uno de ellos como actriz. Todo el dinero que consigamos con esa película se invertirá en otra.¿Siente que es más difícil conseguir la financiación si la película está protagonizada y dirigida por una mujer? A mí no me ha pasado demasiado, pero cuando oigo a otras directoras me cuentan que encuentran dificultades que no tendrían si fueran hombres. Por algún motivo en la mente del mundo financiero hay más confianza en los hombres que en las mujeres.La pregunta es inevitable. ¿Se ha planteado en algún momento dirigir una película? Lo he pensado en varios momento de mi vida, pero al mismo tiempo tengo hijos, padres, y películas como actriz. Hacer una película lleva demasiado tiempo. Tampoco sé escribir guiones. Es complicado.

Una vez que estuve cenando con [Martin] Scorsese le pregunté por qué no hablaba más de las mujeres en su cine. Me reconoció que tenía razón y que podría hacerlo, pero todavía no lo ha hecho. Están tan metidos en el sistema que no se exponen a la posibilidad de perder.

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En los últimos años más actrices se han atrevido a quejarse en público de la diferencia en los sueldos respecto entre hombres y mujeres. ¿Se ha perdido el miedo a protestar? No me siento identificada con ese problema. Yo entiendo que haya una reivindicación sobre la igualdad en los salarios, pero para mí interpretar no es sólo un medio para ganar dinero. Es participar, dar ideas, vivir emociones, conectar con la gente. No sé lo que ganan los demás y me da igual, pero es cierto que la supremacía masculina en el mundo del cine me molesta. En el cine americano por ejemplo es demasiado habitual que casi todas las historias sean sobre hombres. El cine de Hollywood está en todas partes y funciona a nivel mundial. Establece un modelo del que cuesta salir.Su compatriota Julie Delpy ha llegado a decir que ha renunciado a hacer cine americano porque es un mundo dominado por hombres blancos y heterosexuales. Es difícil generalizar, pero entiendo a lo que se refiere. Yo he hablado con [Steven] Spielberg y le he preguntado que por qué no hace más películas con mujeres. Siempre es lo mismo: guerra, hombres,… Se usan contextos de violencia para expresar testosterona y ganar mucho dinero. Steven se justificó diciendo que al principio de su carrera hizo una película en la que sólo había mujeres [El color púrpura, estrenada en 1985, es la última producción del cineasta que no está protagonizada por un hombre]. Me gustaría saber por qué no arriesga más, por qué no le da vuelta a esta situación. Para salvaguardar la supremacía van a lo que funciona. Una vez que estuve cenando con [Martin] Scorsese le pregunté por qué no hablaba más de las mujeres en su cine. Me reconoció que tenía razón y que podría hacerlo, pero todavía no lo ha hecho. Están tan metidos en el sistema que no se exponen a la posibilidad de perder. Los hombres de Hollywood tienen miedo a perder su poder.Reese Witherspoon y Jessica Chastain han creado productoras para apoyar el cine de mujeres. ¿Echa de menos que otras mujeres en posición de poder luchen por el feminismo? Hay muchas, muchas. Cada vez más. Más de lo que usted piensa. [Ríe a carcajadas]. Estamos llegando. No es únicamente una reivindicación de las mujeres. Un artista es un artista y a mi me da igual su sexo. Lo que es importante es que hablemos de lo femenino.

Isabel Coixet y Juliette Binoche en el photocall de entrada a la gala Women in action.

Como mujer y como actriz, ¿cómo ve la reacción que tiene la industria a que una mujer pase la barrera invisible de los 40 años?No es una barrera. Yo siempre he trabajado. ¡Empecé a bailar con 43 años! [Ríe].Quizás es algo más americano que europeo.Estoy totalmente de acuerdo. Es una realidad, pero en mi vida y en mi carrera he tenido la suerte de no parar en ningún momento. No sé si es porque hablo inglés y me da más posibilidades. Creo que una de las claves es estar bien con uno mismo. Las cosas vienen y hay que saber escucharlas. En mi caso no me paro mientras salen proyectos. Si tengo tiempo me gusta pintar. Es importante que un artista tenga otros medios de expresión.El martes se cumplieron 20 años del estreno de El Paciente Inglés [por la que ganó el Oscar a la mejor actriz secundaria de 1996). Hace poco volvió a encontrarse con Ralph Fiennes y Kristin Scott Thomas. Nos vimos en Roma hace unas semanas. Hicieron una proyección especial y vinieron más de cien personas del equipo. El reencuentro fue muy bonito, pero también algo triste al no tener a Anthony Minghella con nosotros [el director falleció en 2008, dos años después de volver a dirigir a Binoche en la película Breaking and Entering]. Hacer El paciente inglés fue una experiencia preciosa, única.

Teniendo en cuenta lo que ha pasado con Trump y el Brexit, ¿tiene miedo a lo que pueda pasar en Francia? Oh… [Reflexiona varios segundos antes de responder] Estamos en el inicio de una nueva era. Estamos atravesando un periodo de crisis y todavía no ha pasado lo peor. Hay un cambio que también tendremos que aplicar dentro de nosotros mismos. Vivimos en un mundo de egoísmo y de miedo. El sur seguirá subiendo más y más hacia el norte. Les hemos mantenido prisioneros en sus propios países con intereses internacionales distintos y no hay trabajo. Van a subir. Es un hecho. Es una situación que hemos creado nosotros. Si no cambiamos este egoísmo, si no nos acercamos al otro, si no tenemos el deseo de compartir y de reinventar una forma de vivir, tendremos problemas. Todavía hay tiempo de cambiar nuestra mentalidad, pero hay que empezar ya.

Fuente: revistavanityfair.es